NEWTON

'Gravity Rush', una seria razón para comprar una PS Vita

SCE Japan Studio se saca de la chistera una brillante producción que mezcla una gran variedad de géneros.

Por Nacho Requena 22 de Junio 2012 | 19:50

Si Sir Isaac Newton levantase la cabeza lo primero que haría sería comprarse 'Gravity Rush'. Con este pasatiempo bajo el brazo el británico no tendría que esperar a que una manzana cayese del árbol, sino encender su PS Vita y ponerse a dar vueltas como un loco. Todo esto (y más) porque Gravity Rush es el primer juego que mejor emplea todas las características de la portátil de Sony, aunque eso sólo es una nimiedad comparado con el conjunto.

Mi nombre es Kat

'Gravity Rush' es un soplo de aire fresco para el mundo de los videojuegos. Las estanterías están llenas de eso que se llama coloquialmente como "más de lo mismo", de ahí que cuando una compañía se arriesga con una nueva franquicia no me queda más remedio que aplaudirle sin cesar. Con esta producción no se crea un género o una historia digna de ser llevada a Hollywood, pero al menos sí se introducen variantes tanto en el plano jugable como narrativo (y se agradecen).

Por ejemplo, el título arranca de la forma más misteriosa posible: una chica despierta en un callejón sin saber quién es ni qué demonios hace allí. Lo único que sí conoce es que tiene un gato que le persigue allá donde vaya, felino que, a los pocos minutos, será el encargado de otorgarle el poder de controlar la gravedad. Tras adquirir los poderes, Kat, que así se llama la protagonista, intentará recuperar sus recuerdos y, lo más importante, su anterior vida.

"Esto ya me lo conozco". Seguro que más de uno está pensando esta frase tras leer el párrafo anterior. Pero un momento, por favor. La variante novedosa recae en el ritmo narrativo de la obra. Olvídate de un título pasillero y lineal: 'Gravity Rush' es un sandbox en toda regla. Hay cinco zonas para explorar y cada una tiene sus habitantes, pruebas y quehaceres que limitarán el devenir de la aventura. Por todo esto (y más), el argumento sobre la vida de Kat deja de ser importante a los pocos capítulos del juego, dando pasado a una trama más enrevesada y compleja en todos los aspectos donde unos seres extraños toman el rol de antagonista (y mejor que los descubráis vosotros).

No obstante, también hay que destacar que gran parte de culpa de que la narrativa enganche la tiene el estilo artístico del juego. Para empezar, no hay cinemáticas, sino que todo está contado a través de viñetas interactivas que se pueden mover gracias al giroscopio de la consola (muy llamativo). Aunque pueda parecer tedioso a simple vista, esta manera de narrar da forma propia a 'Gravity Rush', acercándose a una buena historieta de manga japonés.

El estilo cómic de las secuencias se traslada también al juego en sí, donde el cell-shading es el pilar base sobre el que la orquesta marca los compases. La paleta de colores es amplia, aunque se desprende un cierto tufillo al uso del degradado en negro para dar la sensación de corrupción y bajos fondos (la historia ayuda a ello). De igual manera, las texturas son buenas en líneas generales, aunque algunas aparecen demasiado difuminadas por el excesivo popping.

Sintonía adecuada

Para que exista un buen juego, relato y jugabilidad deben crear una perfecta simbiosis entre ellas, más propio de un conjunto armónico que de entes individuales. En este caso, el argumento escrito por Naoko Sato se complementa a la perfección con la faceta jugable. La ciudad puede recorrerse cómodamente haciendo uso de la gravedad, desplazando a Kat por los aires de un lado a otro en busca de su vida. En cambio, si se quiere ir por el suelo sólo hay que tirarse del cielo (sí, suena raro) y caminar como un poseso. Una vez llegados a un sector en cuestión se hará la misión correspondiente, como si fuese un GTA (salvando excepciones, claro está). A pesar de ello, las pruebas extrínsecas al modo historia son repetidas y siempre consisten en matar a un número de enemigos, cruzar determinados puntos antes de que acabe el tiempo o similares. Es una pena porque la falta de heterogeneidad no redondea 'Gravity Rush' hasta la maestría.

A la hora de combatir los controles también responden adecuadamente, teniendo como novedad la pantalla táctil: desplazando el dedo hacia un lado Kat rodará hacia esa dirección, pudiendo esquivar los ataques enemigos u obstáculos que salgan en el recorrido. A pesar de que la lucha no desentona, sí se echa en falta una "apertura de miras" en el sistema de combos, que se queda escaso en cuanto avanza la aventura. Ocurre igual con los enemigos, que terminan siendo repetitivos y poco originales.

Por suerte, los "fallos" comentados arriba apenas son "palpables" durante la aventura, que entretiene y divierte a partes iguales durante las más de diez horas que dura. Es dinámico, espectacular, visualmente encantador y con una personalidad abismal en cada paso que se da. Y como ya he dicho, estate listo para usar PS Vita en todo su esplendor: se puede desplazar a Kat en el cielo balanceando la consola; por tierra tocando los extremos, lo que provoca que se deslice por el suelo; emplear los golpes especiales pulsando una serie de combinaciones en pantalla, etc. Hasta la fecha, ningún título ha adaptado tan bien las nuevas características de la portátil; incluso puedes desactivar algunas si no te ves cómodo mientras juegas.

Además, prepárate para escuchar una de las mejores bandas sonoras de los últimos tiempos. Temas de jazz, blues y pop se dan la mano para acompañar a Kat en su viaje, una chica rubia que usa tacones para luchar también al ritmo de soul. Por su parte, los efectos sonoros de la ciudad marcan el trayecto a seguir, creando una sintonía onírica y bella que gustará a cualquier usuario (el contoneo a cientos de metros de altitud con Kat es una auténtica delicia, y más cuando se juega con las leyes de la gravedad hasta tal punto que tendrás que girar la portátil en más de una ocasión).

'Gravity Rush' cumple notablemente en el conjunto. Es como ese alumno que se ha aprendido la lección de maravilla, pero al llegar al examen se le olvidaron determinados apartados que le impidieron alcanzar el sobresaliente. Esos apartados que se le quedaron en el tintero se resumen sencillamente en una palabra: profundización. Si todo lo que tiene el título dirigido por Keiichiro Toyama hubiese sido expuesto a un nuevo nivel estaríamos ante el mejor juego del año. Eso sí, con más productos como 'Gravity Rush' PS Vita no se convertirá en un caro pisapapeles de 250 euros. Y todos nos alegraremos.