SELVÁTICO

'Far Cry 3', donde la locura y la violencia se convierten en la única salida

Una isla donde todos luchan contra todos. Los indígenas intentan liberar a los suyos, los mercenarios quieren hacerse ricos y Jason Brody se alzará entre todos ellos para salvar a sus amigos.

Por Sergio Castaño 21 de Diciembre 2012 | 18:15

La saga 'Far Cry' no ha estado exenta de polémica desde que apareció su primera entrega de la mano de Crytek Studios y Ubisoft allá por el año 2004. Unos juegos que han estado caracterizados por una calidad gráfica más que respetable, unos entornos de gran belleza, libertad de movimiento y un arsenal de auténtico lujo. Esto es lo que todos ellos han tenido siempre en común. Sin embargo, ahí terminan sus similitudes.

Cada juego no ha tenido nada que ver con el otro. En las primeras entregas vivíamos una experiencia de ciencia ficción encontrando criaturas mutadas genéticamente o hacíamos uso de habilidades depredadoras que no pertenecen a la especie humana. En la segunda entrega viajábamos al continente africano para vivir una auténtica guerra interna en la que nos veíamos atrapados mientras luchábamos contra la malaria a cada paso que dábamos. Este juego marcó un rumbo algo más estable y popularmente aceptado, dejando de lado la ficción y mostrando un mundo algo más realista.

Así llegamos a 'Far Cry 3'. El punto más alto al que Ubisoft ha podido llegar con esta saga y que ha dejado el listón bastante alto para siguientes entregas, si bien cuenta con ciertos fallos que no lo convierten en una total obra maestra. A continuación pasamos a analizarlo en profundidad.

La mejores vacaciones de mi vida

La historia es la de Jason Brody, un joven y adinerado estadounidense que se ha ido con hermanos y amigos de vacaciones a un paraíso tropical, donde han realizado toda clase de locuras y deportes de riesgo, han bebido y han reído hasta hartarse. Lo que ellos no sabían es que una gran organización criminal opera en el lugar y para colmo una de sus principales ocupaciones es la de secuestrar gente y venderla al mejor postor. De esta forma son todos apresados y aparecen enjaulados en un campamento mercenario. Ahí es donde Brody tendrá el primer contacto con Vaas, todo un némesis cuya psicología resulta fascinante y actúa como un personaje digno de recordar.

Al poco tiempo logramos escapar no sin antes perder a uno de los nuestros por el camino. Este hecho traumático será el punto de partida para una rabia incontenida que nos llevará a luchar contra estos criminales sin tregua. Tras escapar conocemos a Dennis, que se convertirá en un amigo y nos dará las claves para comenzar nuestra campaña de rescate y venganza. Así lucharemos contra los hombres de Vaas a medida que rescatamos poco a poco a nuestros amigos y conocemos a otras tantas célebres personalidades del archipiélago. Todos ellos como auténticas cabras, por cierto.

Citra, la hermana de Vaas y líder de los Rakyat, los indígenas de Rook Island. Buck, un desequilibrado que disfruta haciendo sufrir a los demás. Un sospechoso agente de la CIA que lleva su patriotismo a los lugares más recónditos. El doctor Earnhardt que será de gran ayuda para acoger a los rescatados. Sam, uno de los comandantes mercenarios que pretende acabar con todos. Y por último Hoyt Volker, el mal en persona. El dueño de toda esa empresa que nos hará la vida imposible y que será el objetivo de toda nuestra ira.

Una vez dado este gran marco, lleno de personalidades muy variopintas, bien construidas con líneas de diálogo realmente fantásticas, dejamos claro que la historia y todo lo que contiene son gran parte de lo positivo que muestra el juego. Una narración sobre venganza, maduración, crueldad y mentiras. Sin duda es un argumento adulto caracterizado por la violencia más gratuita.

Un enorme y tropical patio de recreo

En cuanto al apartado jugable el título es muy completo. Ya solo en la campaña encontramos varias decenas de horas de entretenimiento entre las misiones principales, las secundarias y otras tantas tareas optativas y muy recomendables.

A medida que vamos cumpliendo encargos de la historia principal, obligatorios para poder avanzar, conocemos nuevos personajes y viajamos a zonas nuevas. Algo que Ubisoft se ha traído de otra franquicia al juego son las atalayas, convertidas en esta ocasión en torres de radio y que tienen la misma función que las otras en 'Assassin's Creed'. Hemos de subir a ellas y desconectar unos dispositivos para poder conectar la antena de nuevo y poder descubrir el mapa a nuestro alrededor. Esto no solo es importante para poder navegar por el mapa sino porque así los comerciantes nos darán más materiales, muchos de ellos gratis a medida que los desbloqueamos. La forma de viajar por este gran escenario, aparte del viaje rápido, es haciendo uso de múltiples jeeps, turismos, quads, lanchas y alas delta que habrá repartidos.

Mientras viajamos por las carreteras, cuando no lo hacemos de forma rápida, nos encontramos con Puestos de los mercenarios de Hoyt. Podemos dejarles en paz, pero su presencia se hará en ocasiones muy pesada en la zona. Por ello es conveniente eliminar a los soldados y conquistar esa zona para los Rakyat, que en seguida acudirán al lugar. Sin embargo no será tarea fácil ya que cuentan con alarmas que si no desactivamos harán venir a los refuerzos y comenzará un encarnizado combate que puede acabar fácilmente con nuestra vida. Una vez lo conquistamos desbloqueamos más equipamiento y además cada puesto se convierte en zona de viaje rápido. Aparte todas ellas tienen tablones de misiones secundarias de caza o eliminación.

Misiones secundarias y recolección. Más importantes de lo que parece

El primer tipo de tarea del tablón nos insta a matar ciertos animales que hay repartidos por la jungla. Este es un buen contacto con una de las facetas más importantes de todo el juego. Aprender a sacar de la naturaleza ciertas materias primas nos salvará la vida en lo venidero. Con pieles de los animales que matamos podemos fabricarnos toda clase de bolsas, cinturones, cinchas y correas. Así aumentará nuestra capacidad para llevar materiales y objetos comerciables, munición común, armas arrojadizas como granadas o cócteles, flechas, combustible de lanzallamas o jeringuillas. Una de las mejoras más importantes y más urgentes quizá sea la de los huecos para cargar con armas. Según lo desbloqueemos podremos pasar de llevar una hasta cuatro en total.

La mejora de jeringuillas puede cumplir con varios papeles. Nuestra vida está dividida en varios cuadros, cada uno de los cuales se rellena solo si no ha sido vaciado del todo. Para los que nos han eliminado tendremos que realizar curas. Si no tenemos botiquines habrá que hacerlo a la vieja usanza y veremos, de igual modo que en 'Far Cry 2', cómo el personaje realiza una acción que va desde ponerse una venda hasta sacarse una bala a bocados pasando por recolocarse un dedo dislocado. Si hemos recogido plantas podemos fabricar remedios que se inyectan con jeringuillas que rellenen nuestra vida al instante. Pero habrá varios tipos de plantas que servirán para fabricar mejunjes que sirven para ver mejor a los animales, hacernos más resistentes al fuego o tener mayor capacidad pulmonar entre otras cosas.

Los tatau nos dan el poder del guerrero

Aparte de las armas y munición, y todos los objetos que podemos fabricar, hay otra forma de hacernos más eficientes en las tareas que tendremos que cumplir. Si al comienzo del juego solo tenemos un par de puntos de vida y no sabemos ser sigilosos, por ejemplo, la subida de nivel nos ayudará en ese aspecto. A medida que cumplimos misiones, matamos enemigos o en general realizamos cualquier acción meritoria, ganamos experiencia que se traduce en puntos con los que desbloqueamos habilidades activas o pasivas. Estas se dividen en tres ramas y se representan fisicamente a través de tatuajes Rakyat o "tatau" que aparecerán en nuestro brazo izquierdo. Hay tres tipos: la garza, el tiburón y la araña.

Las habilidades de la garza están enfocadas a las armas de fuego. Nos permiten tener mayor precisión desde la cintura, más tiempo sin respirar para estabilizar una mirilla, habilidades de ejecución con el machete o efecto más duradero de las jeringuillas. El tiburón cubre resistencia a explosiones o fuego, más puntos de vida totales, más vida recuperada con jeringuillas o capacidad de ejecutar a enemigos pesados con el machete. Por último está la rama de la araña, que hace referencia al sigilo puro y duro. Menos ruido al caminar, más velocidad agachado, mayor velocidad de recarga o habilidad para esconder los cadáveres de aquellos que ejecutemos cuerpo a cuerpo. A medida que desbloqueamos más y más habilidades se van dibujando más partes del tatuaje, creando formas muy curiosas.

Potencia de fuego

En cuanto al armamento tenemos gran variedad que cubre las necesidades de todos. Para los francotiradores hay varios fusiles de precisión. Para los hombres de acción directa hay fusiles de asalto y subfusiles muy manejables y eficaces. La fuerza bruta viene dada por el clásico RPG, un lanza-granadas o el siempre útil lanzallamas que puede prender zonas enteras para ver como el enemigo sucumbe al fuego.

Los nostálgicos pueden hacer uso del arco, que cuesta dominar si queremos ser letales pero es sin duda una de las armas más atractivas de todo el juego. Las pistolas también hacen su aparición junto con potentes ametralladoras ligeras y para dar el toque final podemos incluso hacer uso de una pistola de bengalas. Eso sin contar con la clásica granada de fragmentación y el gamberro cóctel molotov.

Como veis contamos con un gran arsenal que nos proporciona mil y una formas de acabar con hombres y bestias. Para dar el toque final, la mayoría de las armas tienen capacidad de acoplarles algunas mejoras como silenciadores, mirillas o cargadores ampliados. Así encontramos que nuestras necesidades quedan perfectamente cubiertas ya sea matar en sigilo, de cerca o de lejos, volar cosas por los aires o mancharnos las manos de sangre con el cuerpo a cuerpo.

El apartado armamentístico se ve notablemente mejorado siempre y cuando liberemos puestos, desbloqueemos torres de radio o cumplamos misiones de caza de animales o asesinato de mercenarios. Con esto ganaremos dinero para las armas y sus mejoras y desbloquearemos muchas de ellas para encontrarlas gratis. Otra cosa que podemos hacer es conseguir que aparezcan en las tiendas las armas especiales que vienen ya modificadas y pintadas. Auténticas obras de arte de gran valor que nos vendrán muy bien si queremos gastarnos el dinero.

Este se consigue vendiendo todo aquello que encontremos en cuerpos, cajas y cofres o simplemente realizando encargos. Todos los pueblos tienen tiendas y cualquier refugio de viaje rápido goza de un dispensador de armas y munición donde podemos vender además de comprar. Esto hace el comercio bastante más sencillo al no tener que obligarnos a buscar mucho para llevar a cabo esta faceta del juego.

Con más gente siempre es mejor

La vertiente multijugador nos aporta muchas más horas de diversión mediante el competitivo o el cooperativo. El primero de ellos es la clásica lucha a muerte por equipos. Dos bandos, mercenarios e isleños, luchan en alocados escenarios con los típicos objetivos de victoria que tantas veces hemos visto. El juego no innova en absoluto en este aspecto con referencia a otros juegos del género, pero no por ello es menos elogiable su acertada inclusión en el título.

Por otro lado la campaña cooperativa reúne a cuatro jugadores por internet o en pantalla partida (solo en consolas) para utilizar el mismo sistema de progresión a lo largo de una serie de misiones que dejan de lado la característica abierta de la campaña para ceñirse a unos "raíles" que dirigen la acción pero que, una vez más, es de agradecer su presencia y no entorpecen la experiencia en los demás estilos de juego.

Apartado gráfico

Dejamos a un lado la jugabilidad y los diversos modos para centrarnos en el apartado tecnológico. Visualmente hablando el juego es una maravilla. La jungla nos rodea y nos abraza con calidez. Las aguas esconden incontables tesoros y veloces depredadores. Las alturas nos dejan ver enormes extensiones de terreno mientras viajamos en ala delta y los vehículos de tierra pueden recorrer carretera o campo (esto último con gran dificultad) sin que el juego se resienta. Teniendo un equipo medianamente potente podemos ver los logros del motor gráfico y si exprimimos su potencial al máximo el juego toca el sobresaliente, sin llegar a rebasar el límite.

Las plantas serán muchas y muy variadas, pero seguirán siendo planas cuando nos acercamos a ellas. El fuego se desplazará con gran realismo y efectos espectaculares, pero la hierba en ocasiones tendrá un simple coloreado rojo que diluye la ilusión de realismo. Y la carga poligonal, aunque muy alta con las caras, es menor en los cuerpos y sobre todo en los animales. Pero ante todo el juego es muy agradecido si recorremos y exploramos sus muchos kilómetros cuadrados, regalándonos preciosas vistas allá donde vayamos.

En cuanto a la Inteligencia Artificial notamos ciertos fallos muy molestos que sobre todo entorpecen la experiencia cuando jugamos en sigilo. Podemos tomarnos mucho tiempo intentando limpiar de enemigos una base, pero si el enemigo descubre uno de sus compañeros muertos en seguida se dirigirá sin pausa al lugar donde nos encontramos. Bien es cierto que no nos descubrirán por arte de magia, pero sí sabrán dónde buscar. Es algo muy incoherente y que nos crispará los nervios ya que matar a todos sin que unos se vean a otros y sin que nadie nos busque será muy difícil. Por eso podemos optar por el cuerpo a cuerpo pero la habilidad de desplazar un cadáver está diseñada con muy poco acierto y realmente no sabremos a donde estamos yendo al no ver lo que hay detrás, además del hecho de que nuestro desplazamiento será extremadamente lento. Todo esto son pequeñas taras del juego que en ocasiones puntuales entorpecen la jugabilidad pero en general no suponen un motivo para dejar de jugar o darnos por vencidos.

El sonido de la jungla

El apartado sonoro está repleto de coros tribales que suenan cuando cumplimos misiones, encontramos zonas nuevas, reliquias escondidas o desbloqueamos habilidades. Musicalmente hablando cumple con creces y sobrepasa las expectativas en momentos clave de la historia como en uno en el que arrasamos una base enemiga desde un helicóptero a ritmo de "La Cabalgata de las Valquirias". Los animales tienen gran variedad de sonidos, rugidos, gruñidos y lamentos. Moverse entre la vegetación es toda una experiencia cuando depredadores y presas corretean a nuestro alrededor.

En general es un juego con más puntos fuertes que débiles. La IA es un poco tonta a veces y demasiado inteligente en otras, pero luchar, correr, disparar y recolectar es siempre divertido por encima de todo. El multijugador en sus varias vertientes es un buen añadido, no indispensable pero sí muy agradable. Los que tengan mucho tiempo libre podrán explorar y recolectar hasta hartarse y rodearse de la belleza del juego. Y los que busquen un buen shooter con una historia bastante interesante y respetable sin duda verán que 'Far Cry 3' resulta una compra más que acertada. Ubisoft nos ha entregado un nuevo capítulo que supera a los anteriores reinventándose otra vez y tomando algunos puntos fuertes de su antecesor directo. Nos han dejado claro con este juego que el género FPS puede ofrecer infinidad de tareas y divertimentos más allá del simple "mata-mata".