Las entregas anuales de videojuegos son una constante en el caso de determinados deportes: fútbol, baloncesto, fútbol americano o motociclismo, por poner algunos ejemplos. Y después de algunos altibajos a principio de la generación, la entrega anual del videojuego de la Formula 1 que nos ofrece Codemasters se ha consolidado entre ellas. Y si bien es cierto que a medida que han ido pasando los años, los títulos se han venido puliendo y mejorando, no es menos cierto que, ya en las postrimerías de la generación, lo que se nos ofrece tiene mucho de reciclado y poco de innovación.
El gusto que nos deja 'F1 2013' es el mismo que el de las lentejas de la abuela; esto es, saben bien, pero no nos podemos esperar nada distinto de lo de siempre. Es evidente que, en un título centrado en el Mundial de Fórmula 1, la posibilidad de innovar es muy limitada, por la propia naturaleza de lo que se nos ofrece. No obstante, en el título de este año, los esfuerzos de Codemasters por aportar novedades son manifiestamente rácanos, y se configuran como un incentivo muy pequeño para adquirir el título, salvo para aquellos que sean verdaderos fanáticos.
No se nos hará corto
Entrando en materia, no obstante, cabe destacar que nos encontramos ante un título largo, profundo, que refleja de forma bastante certera todo lo que significa el Gran Circo, y que, a nivel jugable, deja unas sensaciones en general buenas.
Nada más ejecutar el programa, lo primero que nos encontraremos son las pruebas para nuevos pilotos, que no son más que una serie de test de dificultad ligera, aderezados con algún vídeo, para ayudar, especialmente a los neófitos, a familiarizarse con las mecánicas del juego. Una vez superadas estas pruebas, lo que no debería llevarnos demasiado, es cuando el título, con todas sus posibilidades, se despliega ante nosotros. El resultado de las pruebas de nuevos pilotos, donde obtendremos medallas de oro, plata o bronce según nuestro desempeño, no es baladí, pues dependiendo de cómo lo hagamos, al principio del modo Trayectoria podremos optar por comenzar con una escudería u otra.
El modo Trayectoria es el protagonista del título. Aquí, deberemos escoger una escudería para comenzar nuestra carrera profesional, entre las distintas que nos harán ofertas. Si lo hemos hecho muy bien en las pruebas para nuevos pilotos, incluso Lotus querrá tenernos entre sus filas; si por el contrario, somos unos negados, apenas Marussia y Caterham mostrarán algún interés. Pero, en cualquier caso, no hay de qué preocuparse, puesto que el modo Trayectoria se extiende durante cinco temporadas completas, de modo que, independientemente de donde empecemos, tendremos sobradas oportunidades para demostrar nuestra valía, y acabar fichando por Ferrari o Red Bull y luchando por ser campeones del mundo.
El modo Trayectoria hará las delicias de los más puristas, porque nos permite vivir cada Gran Premio de forma completa; esto es, con todas las sesiones de entrenamientos más las carreras al competo, con todas sus vueltas. Por supuesto, también podemos cambiar la configuración, y optar por dar una única vuelta lanzada para calificar y por una versión más reducida de la carrera del domingo, al 25 % de sus vueltas totales. Y si esto aún así se os hace largo, siempre podéis guardar la partida a mitad de la carrera y seguir en otro momento. Por cierto que, al cargar una carrera guardada a mitad, el archivo no se borra, así que si nada más reincorporaros os estampías con un muro u os pasáis en una curva y acabáis dando cuatro trompos, siempre podéis volver a cargar y volver a intentarlo. Por supuesto, los amantes de la simulación jamás harán esto, pero para los menos hábiles, esta posibilidad nunca sobra, como tampoco los flashbacks, que nos permiten retroceder brevemente la carrera y corregir si, por ejemplo, nos hemos saltado una curva o hemos colisionado con el coche de delante.
En cualquier caso, el modo Trayectoria es el que está destinado a los amantes de la simulación; incluso en su configuración más reducida, será inevitable que tengamos que pasar al menos una vez por boxes a cambiar de neumáticos, o que tengamos que estar pendientes de ahorrar combustible para aguantar hasta final de carrera.
Apto también para impacientes
Para aquellos que, por el contrario, tienen menos tiempo y quieren acción directa, se encuentra el modo Mundial Exprés, que consta de un calendario más reducido, con solo 10 carreras, cada una de las cuales constará de una vuelta lanzada para calificar y de una carrera de cinco vueltas el domingo. En este modo, además, deberemos seleccionar a un rival al cual retaremos durante tres carreras. Si le ganamos el duelo, tendremos la opción de robarle su asiento y mandarle al paro. Considerando que cada duelo se puede resolver en dos carreras y hay 10 en el calendario, podremos cambiar de escudería hasta cuatro veces en un mismo Mundial Exprés. Este modo además, cuenta con tres niveles de dificultad, donde no solo varía el comportamiento de la IA; en el modo fácil, podremos comenzar directamente en cualquier escudería, mientras que en el modo más difícil, al principio solo estarán disponibles Caterham y Marussia y deberemos ir progresando.
Otro de los modos de juego que nos ofrece F1 2013 es la Zona de Pruebas. Aquí, encontraremos el clásico Time Attack, que consistirá fundamentalmente en completar una vuelta al circuito todo lo rápido que podamos, el modo Crono de Medallas, una variante del anterior donde solo habrá seis circuitos en donde tendremos que batir un tiempo determinado bajo distintas condiciones meteorológicas, y el modo más interesante de los tres, las Recreaciones. Este último modo nos pondrá ante situaciones simuladas de carrera, en las que, a falta de pocas vueltas y en condiciones generalmente adversas, deberemos alcanzar ciertos objetivos, como por ejemplo, remontar varios puestos después de tener que entrar en boxes a cambiar el alerón delantero roto en un choque, o acabar la carrera delante de nuestro compañero de equipo después de pifiarla en la calificación y salir últimos. Estás pruebas, un total de 20 de dificultad creciente, le dan frescura y variedad al título, además de ser desafiantes.
Aparte de estos modos, se encuentra el modo Grandes Premios, que consiste simplemente en elegir un piloto, un circuito, y disputar un Gran Premio. Igual que en el modo Trayectoria, podemos determinar su duración, desde un fin de semana completo, hasta una simple carrera a tres vueltas sin sesión de calificación. También hay presente un modo multijugador, tanto a pantalla partida, como el más interesante modo online, donde se nos dará la oportunidad de disputar un campeonato de forma cooperativa.
Un viaje al pasado
Por último, cabe hablar de la gran novedad de 'F1 2013' frente a sus predecesores, el modo clásico, donde se han incluido algunos coches (cinco) y pilotos clásicos (diez), de la época de los 80, junto a dos circuitos nuevos, Jerez y Brands Hatch. Además, si optamos por la versión Classic de F1 2013, o si optamos por adquirir los DLCs, podremos disponer de cinco coches y diez pilotos más, esta vez de la época de los 90, junto a otros dos circuitos, Estoril e Imola. Este modo clásico, donde tendremos distintas opciones, como los modos Grandes Premios, Contrarreloj o Recreaciones, siendo un buen intento, hace aguas en varios aspectos. En primer lugar, el número inicial de pilotos, coches y circuitos es escaso, incluso con los dlcs. Es evidente que el modo clásico no aspira en ningún caso a ser perfectamente completo, pero si podía haber sido algo mayor. Por otro lado, el modo Recreaciones se parece demasiado al presente en la Zona de Pruebas, y parece evidente que se ha perdido una gran oportunidad para ofrecernos algunos duelos históricos de la Fórmula 1. En cualquier caso, si es un buen punto de partida sobre el cual trabajar en próximas entregas; además, la posibilidad de encarnar a pilotos de la talla de Alain Prost o Mika Hakkinen es impagable.
En el ámbito jugable, pocas cosas han cambiado. La dificultad parece haberse incrementado sensiblemente respecto a entregas anteriores. En cualquier caso, podemos configurarla prácticamente a nuestro antojo, no solo la dificultad de la IA, sino también las ayudas a la conducción. Los menos expertos pueden optar por todo tipo de asistencias, entre las cuales están incluso la posibilidad de que se nos frene el coche automáticamente en las curvas. Los más veteranos, por su parte, optarán por el cambio manual y por la simulación de daños más realista. El jugador medio, no obstante, agradecerá, al menos en los primeros compases del juego, contar con ABS o la visión de la trazada óptima al llegar a una curva.
Hay que tener en cuenta que 'F1 2013' tiene mucho de simulador y poco de arcade. Si alguna vez te preguntaste como puede ser que un Fórmula 1 baje tanto su rendimiento con las ruedas gastadas, solo hay que jugar un par de carreras para averiguarlo. Es evidente que ningún juego ofrecerá de forma completamente fiel las mismas sensaciones que se tienen dentro de un monoplaza, pero este título se acerca bastante, con una sensación de velocidad muy bien conseguida, y que Codemasters ha venido puliendo a lo largo de los años.
Apartado técnico sin muchos cambios
Tecnológicamente, pocas variaciones. Los gráficos no parecen haber evolucionado gran cosa, y si bien los coches y los circuitos están bien modelados y representados, no se puede decir lo mismo de otros elementos, como los mecánicos. Las animaciones son las mismas que las del año pasado, lo que demuestra el poco esfuerzo puesto por Codemasters en este aspecto. Por otro lado, contaremos con un jefe de mecánicos que nos hablará en perfecto castellano durante la carrera, si bien se echa de menos mayor frecuencia en sus indicaciones. Aparte, en el modo Recreaciones hay un speaker que nos presentará la situación de carrera antes de comenzar, con comentarios, todo hay que decirlo, cuanto menos poco inspirados y prescindibles. Finalmente, la interfaz, por definirla con una palabra, es espartana, si bien es cierto que tampoco tiene gran importancia.
Conclusiones
'F1 2013' es un gran simulador, y con toda probabilidad, la mejor entrega de la saga hasta la fecha. Esto es así, no obstante, no porque haya habido una gran evolución respecto a entregas anteriores, sino más bien por todo lo contrario, esto es, porque es fundamentalmente idéntica, con alguna pequeña variación a mejor. Volviendo al símil con las lentejas de la abuela que hacíamos al principio del análisis, es como si a esas lentejas le añadimos un poco de morcilla o de panceta. Estarán más buenas, pero en esencia, siguen siendo lentejas. Así que, si eres un fan acérrimo de la F1, o si no has probado entregas anteriores, es una buena opción, pero si no estás en ninguna de esas categorías, lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol.