'Double Dragon Neon', golpes para los más puristas

Hacer un remake no es una empresa sencilla. A diferencia de las remasterizaciones, donde lo que se mejora es la calidad de imagen y sonido de la obra (y ésta queda intacta en otros apartados), en los remakes se parte desde cero, es decir: aquí tienes mi nombre, mi marca, esta fue la historia que contamos, pero tienes potestad y libertad para hacer lo que te plazca con él. En el caso de los videojuegos, el apartado gráfico es totalmente nuevo en un remake, de ahí que sea el elemento que más llama la atención respecto al producto predecesor.

'Double Dragon Neon' es un remake y no una remasterización, ya que no mejora la calidad de imagen del producto lanzado en 1987, sino que toma su historia, pero con un apartado visual totalmente nuevo. De hecho, hasta se permite ciertas libertades a la hora de contar la aventura principal, aunque eso no es lo más destacable.

Lo que resalta de 'Double Dragon Neon' es, como ya he dicho, lo que aparece en pantalla. Los 8 bits dicen adiós para siempre para dejar paso a una mezcla de gráficos en cell-shading con un 3D repleto de colorido. La vida y alegría que transmiten los escenarios, protagonistas y enemigos es de agradecer, ya que benefician, sobre todo, al jugador.

Pero de nada sirve ir guapo si los modales no hacen acto de presencia. En este caso, traducid "modales" por "jugabilidad" y tenéis la solución. Los combates son una verdadera hartura, hasta el punto de dejar el juego. Si el título es un beat'em up en scroll, es decir, donde van apareciendo enemigos y nosotros tenemos que avanzar, es impensable que el sistema de combate sea lento y tedioso.

Producto fallido

Las animaciones son muy bruscas, y tanto protagonistas como enemigos se mueven de manera realmente rara. Además, la combinación de botones no se ejecuta correctamente, por lo que al pulsar un botón en el pad tarda en reconocerse en pantalla. Puede parecer una auténtica chorrada, pero es bochornoso que esto ocurra en un producto lanzado en pleno 2012.

Ocurre algo parecido con los modos de juego. La historia principal se ventila en poco más de una hora, con la única dificultad de que no hay puntos de guardado y hay que empezar desde cero en caso de caer abatido. Para simplificar esta misión, lo mejor es jugar en modo cooperativo con un amigo y así recuperar ese sabor añejo que sólo un juego de lucha como 'Double Dragon' puede dejar.

También hay que darle un palo a la asimilación de golpes por parte del enemigo. Al ser un beat'em up y podernos mover libremente por todo el escenario, los golpes tiene que estar en el mismo "plano" que el enemigo. Sin embargo, hay bastantes fallos en este sentido: rivales que están justo en la misma posición que nosotros, pero que no reciben los combos.

Es una pena que todo se mueva tan lento y a trompicones: con un sistema de golpes más rápido, y unos combates donde la celeridad fuese la nota predominante, 'Double Dragon Neon' sería uno de los productos más vistosos de Xbox Live y PlayStation Network. En cambio, este título digital pasará a la historia como un remake discreto de un juego de culto. Una auténtica pena.