Como responsable de seguridad en Sarif Industries, nuestro objetivo es velar por el bienestar de la compañía, una importante empresa dedicada a la biotecnología, que se encuentra desarrollando avanzados implantes con los que cambiar el curso de la humanidad. Pero estos avances también tienen detractores, violentos terroristas que amenazan las instalaciones de Sarif.
Mientras investigamos la reciente alarma, un grupo de militares toma el complejo por la fuerza, y tras una tensa pelea acabamos al borde de la muerte, prácticamente desangrados y aferrándonos a la vida con la poca fuerza que nos queda. Bienvenidos a 'Deus Ex: Human Revolution'.
Adam Jensen volvió a nacer aquel día, en el que Sarif Industries decidió utilizar una tecnología en desarrollo para salvar su vida, cambiando sus brazos por piezas biónicas y aumentando sus capacidades físicas gracias a la tecnología, que desde entonces forma una parte esencial en su día a día.
Partiendo de esta base nuestro objetivo será descubrir la trama que se esconde detrás de estos ataques, encontrando por el camino nuevas pistas que nos llevarán por los rincones más variopintos del planeta, en un viaje que nos da libertad de acción en todo momento, y en el que nuestros actos tendrán consecuencias.
Eidos Montreal se estrena con 'Deus Ex: Human Revolution'
Así arranca 'Deus Ex: Human Revolution', el esperado RPG de Square Enix que resucita una de las sagas más importantes para ordenador, secuela del que es considerado por muchos como mejor juego de PC de la historia. El listón no podía estar más alto, y el estudio encargado de llevar a cabo tal hazaña ha sido Eidos Montreal, en el que es su primer trabajo.
Técnicamente el conjunto no podría lucir mejor, destacando especialmente las cinemáticas realizadas por Visual Works, que ya han demostrado su valor en juegos como 'Tomb Raider' o la saga Final Fantasy. ¿El resultado? Un mundo vivo, de película, que nos recordará inevitablemente a Blade Runner.
Pero la mayor parte del tiempo la pasaremos jugando, no viendo vídeos, así que es importante también atender a la construcción de los escenarios y los personajes. El mayor mérito en este aspecto es crear ciudades semi-abiertas, con decenas de pasillos, recovecos y posibilidades, sin sacrificar en detalles ni hacerlo repetitivo. El diseño de los entornos ha sido cuidado para ofrecer posibilidades sin comprometer el rendimiento, lo que nos dará una sensación de libertad y nos llevará a tomar decisiones, sin caer en el síndrome "correpasillos" que afecta a muchos shooters.
Y es que, técnicamente, 'Deus Ex: Human Revolution' podría ser considerado un RPG, un shooter o un juego de infiltración, puesto que los tres géneros se cruzan. Si metiéramos 'Metal Gear Solid', 'Mass Effect' y 'Half-Life' en una coctelera el resultado bien podría ser 'Deus Ex', una bebida fuerte y con un toque dorado, color dominante en el título. Lo más importante es quitarnos de la cabeza algunas ideas equivocadas, que podrían hacernos pensar en 'Deux Ex: Human Revolution' como algo que no es.
No se trata de un shooter al uso, es decir, no podemos ir con el arma en ristre y esperar salir airosos de cada situación, puesto que los enemigos están bien preparados y con un certero tiro en la cabeza acabarán con nosotros. El combate abierto no es una opción, y más si nos enfrentamos a más de dos soldados, convirtiendo los enfrentamientos directos en una decisión muy arriesgada.
¿Preguntar primero y disparar después? Mejor no disparar
'Human Revolution' premia al jugador que piensa, al jugador paciente, al que estudia los movimientos de los enemigos y acaba con ellos por la espalda. O mejor todavía, al que no se cobra víctimas innecesarias y prefiere pasar sin ser detectado. La interfaz, los controles y la dificultad favorecen esta última opción, la considerada como forma "correcta" de jugar a 'Deus Ex'.
El control es el típico que se espera en un FPS, aunque con un cambio esencial para ajustarse al sistema de cobertura. En vez de ponernos el arma en el hombro para utilizar el zoom con click derecho, se hará apretando la rueda del ratón, mientras que el click derecho sirve para cubrirnos con la pared más cercana. Una vez cubiertos podremos desplazarnos, asomarnos y disparar. Sencillo y rápido de aprender, lo mejor de todo es que el control funciona, algo fácil de decir pero muy difícil de conseguir. ¿Cuántas veces nos hemos quedado pegados a la pared que no queríamos mientras nos disparaban varios enemigos? En otros shooters, muchas; en 'Deus Ex', ninguna.
Con distintos atajos de teclado accederemos al menú, en el que encontramos nuestras misiones, inventario y aumentos. Las armas se pueden modificar a nuestro gusto, comprando en diferentes puestos nueva munición, silenciadores, grandas, y todo tipo de equipamiento, aunque habrá que distribuirlo sabiamente, ya que el espacio no es ilimitado. La página de aumentos es similar a nuestra ficha de personaje en un RPG, y nos muestra una lista con todas las características y hasta qué punto las tenemos mejoradas.
Se dividen en varias secciones, correspondientes a las partes del cuerpo, y nos permiten aumentarlas si gastamos los conocidos como puntos Praxis. Estos puntos se pueden comprar por créditos que conseguiremos dentro del juego, aunque también los obtendremos al completar misiones y cumplir objetivos secundarios.
La libertad para elegir cómo queremos mejorar a Adam Jensen es absoluta, y podemos gastar puntos para ver a través de las paredes, descubrir en el minimapa el cono de visión de los enemigos, saltar más alto o resistir mejor el dolor. El principal punto negativo que se le puede señalar a este sistema es que incita a completar las misiones de una forma determinada. Siendo sigilosos nos darán muchos más puntos, y pronto nos damos cuenta que si nos dedicamos a disparar y acabar violentamente con los enemigos no tendremos tantos puntos Praxis como si lo hacemos discretamente.
Equivar, disparar y hackear
Mientras esquivamos enemigos o los apuñalamos por la espalda, nos encontraremos unas puertas cerradas que requieren un código de seguridad. Jensen además de manejar todo tipo de armas también controla algo de informática, así que podremos piratearlas resolviendo un minijuego, que aumentará de dificultad según avanzamos en la historia. Si fallamos podremos volver a intentarlo, aunque habrá que esperar un bloqueo de 30 segundos entre intentos.
La mayor parte del juego la pasaremos intentando pasar inadvertidos, siendo silenciosos y acechando entre las sombras, pero nuestras habilidades sociales también tendrán que ser extraordinarias si queremos triunfar en 'Deus Ex: Human Revolution'. Como todo RPG que se precie, hace especial énfasis en las conversaciones, que nos darán varias opciones y decidirán los próximos acontecimientos del juego.
Por ejemplo, al principio tendremos que entrar en una comisaría y acceder a una zona restringida. Para ello podemos entrar por la puerta de atrás o convencer al recepcionista, un viejo conocido, de que nos deje pasar.
Como ya comentamos anteriormente, las decisiones tienen consecuencias, aunque no de la forma a la que estamos acostumbrados en los videojuegos. Es decir, no es simplemente un "Malo o Bueno", "Blanco o Negro", sino una gran escala de grises en la que se moverá nuestro personaje a medida que avanza la historia.
Una historia cuidada al detalle
Esta historia se descubrirá a medida que completemos misiones, entre las que hay principales y secundarias. Las primeras son obligatorias para el desarrollo del juego, mientras que podremos completar las segundas si nos resultan lo suficientemente atractivas. No son abundantes pero cada una de ellas supone un nuevo reto, y nos permite descubrir más información acerca de los personajes.
Habrá que andarse con cuidado, puesto que cuando abandonemos una zona al completar una misión principal no podremos volver a la anterior, perdiendo todas las misiones secundarias que no hubiéramos completado.
Al final de determinadas secciones nos enfrentaremos a jefes finales, en lo que podría ser el principal punto débil de 'Deus Ex: Human Revolution'. Los combates pueden resultar repetitivos y un poco desesperantes hasta que encontremos la forma de batir a nuestro enemigo. Recibir algunos impactos de bala nos dejará gravemente herido, y tendremos que recuperar salud poniéndonos a cubierto. Esto no resulta especialmente fácil cuando vuelan granadas hacia nosotros, principal mecánica utilizada en estos enfrentamientos. No obstante, se trata de una pequeña parte que no desmerece un conjunto sobresaliente, cuidado al detalle y que merece la pena tanto por la historia como por los gráficos y la jugabilidad.
Fuerte competencia
Con 'Deus Ex: Human Revolution' Eidos Montreal nos demuestra que los videojuegos también pueden ser obras de arte, creando con éxito una secuela de uno de los juegos más influyentes de los últimos años. Habitualmente las compañías se decantan por centrarse en hacer un shooter, un rpg u otro género, pero pocas hay que consigan mezclar con maestría géneros tan diferentes. Una experiencia imprescindible en PC, que pese a la fuerte competencia será uno de los juegos más relevantes del año.