El 3 de Abril 2012 | 12:40
A finales del pasado 2011 llegó a la Apple Store 'Defenders of Ardania', un tower defense (género de torres defensivas) que incorporaba suculentos toques propios de los RTS (juegos de estrategia en tiempo real). Casi medio año después, Paradox Interactive, desarrollador de éste, recupera el juego y lo trae a Xbox 360 y PC con una aceptable conversión.
Liderar el reino
Majesty. Así se llama el reino donde toda la acción transcurre. En éste, como en toda buena aventura mágica, existen diferentes razas, concretamente tres: los humanos, las fuerzas de la naturaleza y los no muertos (todas las razas con sus correspondientes géneros y diferentes especies). En éste amalgama de interculturalidad más propio de la Torre de Babel, el jugador toma el papel de los humanos, quienes se ven asediados por un ejército de no muertos (o zombis para los colegas).
Con este trasfondo argumental se presenta un tower defense que, en su conjunto, cumple bastante bien, aunque sin llegar a destacar. Como en todo buen juego defensivo, el principal objetivo que hay que llevar a cabo es proteger la fortaleza donde habita nuestro mandamás. Para ello, el mapa está dividido en celdas donde se pueden construir torretas defensivas que, a su vez, sirven para ampliar el territorio conquistado. Y me explico: a medida que se van edificando nuevas torretas el mapa va ganando casilleros para nuestra causa, así que se pueden levantar tantas medidas defensivas como estén disponibles durante esa partida.
Pero no sólo consiste en construir y ya está, hay que elegir adecuadamente qué vamos a erigir de la nada. El juego da la posibilidad de levantar 24 modelos distintos de edificaciones defensivas (con sus correspondientes mejoras, tanto a nivel de torres como de guarnición), todas enfocadas al tipo de unidad enemiga que se presente. Por tanto, contra los grupos de unidades es más asequible lanzar la catapulta mientras que las unidades individuales "prefieren" la ballesta. Con este punto llega el primer síntoma de raciocinio puro y duro, ya que cada enemigo podrá adoptar una táctica diferente, por lo que hay que observar previamente qué hacen para tomar una decisión.
Precisamente, es aquí donde entra el factor RTS del juego: no sólo tienes que defender tu fortificación sino que también tienes que atacar la otra. De esta manera, a nuestra disposición hay un nutrido grupo de fuerzas que van desde los típicos lanceros hasta curanderos. Todos transcurren a lo largo de un camino prefijado que termina cuando se "colisiona" con el bastión enemigo, así que no se pueden controlar. Pero macho, no todo es tan sencillo: igual que tú puedes construir torretas, el enemigo también puede hacerlo, lo que complicará la existencia.
Hay que destacar que la IA rival tampoco es nada del otro mundo, hasta podría calificarla de lenta. Esto termina generando en combates bastante insulsos y sin mucha chicha, aunque no defraudan. Además, recalcar que los tipos de unidades disponibles pueden ser pocas y no están bien delimitadas: son muy similares y no tienen atributos propios (como sí ocurre en otros juegos de este género).
Todos los elementos anteriormente descritos aparecen ensamblados en un modo historia que… bueno… digamos que cumple, sin más. Las misiones se hacen repetitivas, faltas de novedades de peso, y con unos mapas muy parecidos entre sí. En general, te quedas con esa sensación de que cumple con su cometido, es decir, no llega a aburrirte pero tampoco llega a divertirte.
Pero el gran aliciente de este título es su multijugador, donde la IA desaparece y te enfrentas a alguien de carne y hueso. El modo uno contra uno es bastante divertido, pero el que más "engancha" es el modo donde dos jugadores se enfrentan a otros dos jugadores. Aquí la cooperación es más necesaria que nunca para salir victorioso lo que obliga a estar bastante coordinados en los movimientos.
Bellos paisajes, pero siempre los mismos
Ya he dicho unos párrafos más arriba que los mapas son muy similares ante sí, de eso no hay duda, pero al menos éstos están bien detallados, con una buena luminosidad y con un nivel agradable de texturas. En otras palabras: no te van a doler los ojos cuando los veas. Las explosiones estén bien recreadas y todo fluye sin interjecciones ni caída de framerates. Pero igual que todo "marcha" bien, nada llega a destacar.
El apartado técnico de 'Defenders of Arcania' está hecho con mimo para que funcione, pero no para que destaque. Han ido, como se podría decir, a lo sencillo, sin grandes complicaciones. Algo parecido ocurre con el apartado sonoro, que cuenta con un correcto doblaje al castellano y unas melodías bastante pegadizas (pero que se hacen "mu cansinas" a la larga).
'Defenders of Arcania' es un título correcto, típico de cuando hacías un examen, salías de éste y le decías al compañero: "Yo creo que está aprobado". Eso, aprobado, has estudiado lo justo y lo necesario para aprobar, pero no para ser el jodido amo de la clase y fardar ante el resto. Aplica esta regla al juego.
Lo mejor:
La mezcla de RTS y Tower Defense funciona bien. El multijugador es adictivo.
Lo peor:
No llega a destacar en ningún aspecto, simplemente cumple. La historia puedes hacerse repetitiva.