Coged el famoso 'Diablo' de Blizzard y mezcladlo con 'The Secret of Monkey Island', y tendréis ante ustedes 'DeathSpank', un juego hack and slash con tintes de aventuras donde el humor siempre estará presente y con el que se nos pasarán las horas voladas.
Ésta pequeña gran obra de arte, en forma de juego descargable, ha sido creada por el estudio Hothead Games, con el gurú Ron Gilbert a la cabeza (cuya influencia veremos durante todo el transcurso del juego).
En ella encarnamos a 'DeathSpank', un dispensador de justicia poco ortodoxo cuya tarea será encontrar y rescatar a ocho huérfanos (o futuros criminales, como los nombra nuestro héroe) secuestrados por un villano cuyo plan malvado es arrebatarnos nuestra ropa interior para ser más poderoso (si el argumento ya os parece un cachondeo, esperad a ver las conversaciones, cada cual más hilarante).
El sistema es el mismo que hemos visto en decenas de juegos, mata, sube de nivel, consigue mejores armas, mejores armaduras y resuelve algún que otro puzzle (los cuales se agradecen, ya que son amenos y se resuelven sin ningún quebradero de cabeza).
Si es un refrito de lo ya visto en el sector, ¿qué marca la diferencia entonces? El humor sin duda, creerme cuando os digo que se os escapará más de una carcajada de lo más profundo de vuestra alma en alguna que otra situación (creo que la cinemática de la espada se nos quedará grabada a fuego).
Todo, absolutamente todo, está empapado por el humor característico de Ron Gilbert, y es que 'DeathSpank' se ríe de todos los clichés vistos hasta la fecha en estos tipos de juego, desde los nombres de los NPC's, hasta lo absurdo de algunas misiones, los nombres de las armaduras y de las armas (así como de su tamaño), que en más de una ocasión pensaréis que es una mofa directa a 'World of Warcraft', hasta los diálogos frescos con multitud de guiños a todos esos grandes juegos con los que hemos pasado nuestra juventud. Por reírse se ríe de hasta si mismo, con un personaje que bien podríamos pensar que ha sido sacado de Gomaespuma.
Gráficos
Visualmente no encontraremos nada especial, pero lejos de avergonzarse de su escaso potencial gráfico, lo toma como una ventaja y nos muestra un aspecto visual 'cartoon', con escenarios 3D y objetos en 2D, desenfadado y colorista que encaja a la perfección con el ambiente y la temática.
Jugabilidad
La jugabilidad es sencilla, pudiendo asignar las teclas a nuestro antojo, menos las asignadas a los botones izquierdo y derecho que serán para activar el arma primaria o secundaria, ya que en el juego tendremos dos configuraciones a elegir (que podremos intercambiar en tiempo real), ambas de dos armas posibles (a elegir entre armas de rango y de cuerpo a cuerpo, cada cual más variopinta).
Además de esto podremos también bloquear ataques con el escudo, algo que será casi imprescindible para batir a algunos enemigos.
La interfaz nos mostrará también una barra de acceso directo de cinco posiciones donde podremos poner objetos que nos puedan ser útiles, como comida, pociones u orbes que activen un poder con un límite de usos.
Prácticamente podremos interactuar con todo NPC que veamos. Los personajes que nos ofrecerán misiones estarán diferenciados con un globo y una exclamación en su cabeza, y una vez que lo completemos podremos ver en el mapa como ha sido marcado en verde, y por lo tanto podemos ir a por nuestra merecida recompensa.
Todo esto viene acompañado de un sistema de ayuda para poder realizar las misiones, en forma de galletas de la fortuna (que iremos encontrando o caerán de los enemigos que matemos), que una vez las gastemos sobre determinadas misiones nos dará una pista sobre cómo resolver la misma (hasta un máximo de tres pistas).
Aunque los mapas no son especialmente grandes, el juego nos facilita el movernos entre zonas mediante el uso de letrinas mágicas (sí, habéis leído bien), que harán que nos teletransportemos de una a otra haciendo mucho más fácil, sobre todo en las partes finales del juego donde será necesario visitar a antiguos personajes. O bien usar pociones de velocidad (además de las clásicas de salud, armadura, puntos de crítico, etc.).
En cuanto a la duración decir que no es especialmente largo, pero si te has decidido a comprarlo es seguro que querrás saborearlo lentamente, hasta alcanzar las 15 horas de juego sin que se haga repetitivo ni pesado.
No me cansaré de insistir en el sentido del humor, ya que es lo que realmente nos hará disfrutar de éste juego como si de un libro de Terry Pratchett se tratara; podemos encontrar hasta bromas en los menús, como por ejemplo dos enigmáticas barras etiquetadas como "Evil" y "Good" que podremos aumentar o disminuir sin que cause ningún tipo de efecto en el juego a excepción de un logro (sospecho que en alusión y mofa sobre los sistemas de moralidad de los juegos de rol).
No todo podía ser bueno
¿Qué pegas podemos encontrar en él? Uno de los errores que nos sorprende que aun siga ocurriendo: la inexistente traducción al castellano. El doblaje al inglés desborda tanta calidad que incluso lo podríamos perdonar, pero es que ni siquiera tendremos la posibilidad de leer los subtítulos en castellano, y eso es algo que irremediablemente le quita enteros.
Otro punto flaco fue el hecho de que no saliera de forma simultánea para las tres plataformas, y que los usuarios de compatibles tuviéramos que esperar, pero bueno, nos acogemos al dicho de "más vale tarde que nunca".
Aun así nada empaña el hecho de que estamos ante un juego cuidado, sencillo, adictivo y con un precio irresistible. Todo un soplo de aire fresco para el sector, donde ya se ha demostrado en incontables ocasiones que una buena idea, sin grandes alardes técnicos, nos puede hacer disfrutar más que los juego exprime-gráficas a los que estamos acostumbrados.
Y con éste buen sabor de boca quedamos a la espera de que su segunda parte (ya disponible para XBLA y PSN), llegue a PC al igual que el título que nos ocupa éste análisis.