El 28 de Septiembre 2018 | 15:50
Hace un año, se estrenó el spin-off de 'The Big Bang Theory', 'Young Sheldon'. Fue un experimento, y ni siquiera desde la CBS sabrían cómo saldría finalmente. No es habitual que de una sitcom acabe saliendo una precuela porque, al fin y al cabo, estamos hablando de una serie bastante sencilla, sin demasiado misterio ni historia. Pero en el este caso en particular, la precuela tenía como protagonista a un Sheldon Cooper (Iain Armitage) de unos ocho años, algo que llamaba mucho la atención de los espectadores.
Sheldon es el protagonista indiscutible de 'The Big Bang Theory'. Interpretado por Jim Parsons en su versión adulta, tardó muy poco en ganarse el cariño y la confianza del público; fue gracias a eso que desde la cadena decidieron apostar por darle también el protagonismo en este spin-off. Y lo que parecía un experimento sin más, acabó siendo un auténtico éxito entre los espectadores de la serie original.
'Young Sheldon' fue valorada positivamente por la ternura que el personaje de Sheldon despertaba, además de por los guiños que hacía a la 'The Big Bang Theory'. No intentó ser una serie ambiciosa, no trató de ir más allá, sino que se limitó a ser una sitcom más. Con un toque familiar, pero manteniendo parte de la esencia de su hermana mayor. La interpretación de Iain Armitage hizo que este joven Sheldon encajara completamente con el Sheldon adulto que los espectadores ya conocían, aportándole esa ternura tan propia de la edad infante.
Tal fue el éxito de esta precuela que hace tan solo unos días se estrenó el primer episodio de la segunda temporada. Todo parece apuntar a que, además, le quedan algunos años de recorrido, puesto que hay mucha historia de Sheldon por conocer.
Una nueva faceta de Sheldon
En la primera temporada, conocimos un Sheldon Cooper que adoraba a su madre, que discutía con sus hermanos, que procuraba que su abuela anduviera en buena compañía, y que admiraba a su padre pese a que comprendía que este no era tan inteligente como él. Descubrimos cómo se comenzó a interesar por la ciencia, lo mucho que los superhéroes marcaron su vida en general, y lo difícil que es a veces no sentirse comprendido. Pero, sobre todo, vimos a un Sheldon que respetaba las normas porque creía en ellas, que se preocupaba por los demás, y que procuraba hacer sentir cómodos a todos a su alrededor. O, al menos, cómodos bajo su punto de vista.
La segunda temporada trae consigo facetas nuevas de un personaje tan complejo como es Sheldon Cooper. En este primer episodio le vemos obsesionarse, llorar, pedir perdón, trabajar y aprender. Como siempre, con esa forma de ser tan peculiar que Sheldon siempre ha tenido, pero esforzándose de verdad por subsanar sus errores.
Missy, su hermana melliza, también muestra algo nuevo de sí misma: es capaz de obviar sus ganas de reírse por un momento de su hermano, y le consuela cuando este llora. Es un pequeño gesto en el que vemos que, pese a que Sheldon a veces sea tan complicado, su familia no se aleja tanto de lo que cabría esperar de cualquier tipo de familia. Porque sí, Sheldon es complicado: él es esa clase de persona que desmonta un frigorífico porque le molesta el ruido que hace, pese a que no sabe si será capaz de volver a montarlo luego. Se deja llevar por sus obsesiones, sin pensar en las consecuencias de estas; pero también aprende de sus errores que, al fin y al cabo, es lo que debe hacer como niño que es.
Una sitcom rejuvenecedora
'Young Sheldon' es una comedia de episodios de veinte minutos. Aquel que haya visto la primera temporada sabe cuál es su esencia, y que no se le puede exigir una gran profundidad. A cambio, aporta veinte minutos de desconexión a la semana, risas aseguradas y una ternura incontrolable.
No es 'Juego de Tronos', no es 'Peaky Blinders', no es 'La casa de papel'. Si queréis una serie compleja, con una gran historia, no es la que estáis buscando. Pero si queréis un poco más de Sheldon Cooper, 'Young Sheldon' os encantará.
Lo mejor:
- Una serie divertida.
- Mantiene la misma línea que 'The Big Bang Theory'.
- Un gran elenco.
Lo peor:
- Una serie sencilla, sin más.