Crítica 'Uncharted', una aventura digna de vivir (y ver)

Las influencias cinematográficas de la saga 'Uncharted' son tan evidentes que llevarla al cine era un paso más que evidente, especialmente ahora que Sony quiere potenciar sus IPs dentro de la industria del cine y la televisión (HBO ya está rodando 'The Last of Us', también de Naughty Dog). Como suele ser costumbre en la historia de las adaptaciones de videojuegos, el productor Avi Arad comenzó a trabajar en esta película en 2008 y ha llegado a tener hasta seis directores diferentes durante todos estos años. Finalmente, Ruben Fleischer ('Zombieland', 'Venom') ha sido el que ha llevado a la pantalla grande las aventuras de Nathan Drake y Victor Sullivan.

'Uncharted' no es una adaptación directa de ninguno de los juegos, aunque toma influencias sin ninguna vergüenza de muchos de ellos. La trama central es similar a la de 'Uncharted 4: El desenlace del ladrón', pero los fans podrán encontrar constantes referencias a otras entregas: la más evidente es la secuencia del avión de 'Uncharted 3: La traición de Drake', pero no es la única -ese mechero que no enciende, ese turista tumbado, esa ropa...-. La decisión de no hacer una copia 1:1 de los juegos le viene muy bien, para tener un cierto grado de libertad a la hora de desarrollar los acontecimientos y a sus personajes, sin olvidarse unas líneas generales básicas.

Por supuesto, Sony Pictures no podía dejar escapar a una de sus estrellas más potentes ahora mismo. Tom Holland, el Spider-Man del MCU que reventó la taquilla hace un par de meses, ha sido el escogido para dar vida al icónico aventurero Nathan Drake (iba a ser Mark Wahlberg, que ha acabado siendo su amigo Victor Sullivan). Sus intentos dramáticos no han salido del todo bien ('Chaos Walking', 'Cherry', 'El diablo a todas horas'), pero Holland tiene un carisma y un desparpajo especiales que le hacen perfecto para el papel de un joven Drake.

La edad del protagonista era una de las cuestiones que preocupaba a los fans más acérrimos (esos que realmente odian más que amar un producto, pero seguimos llamándolos fans). La película cuenta los orígenes de la relación entre Nathan y Sully, por lo que no veremos exactamente esa relación de camaradería que les dará los años de amistad. Aun así, las personalidades de ambos personajes están muy conseguidas. Tom Holland se desenvuelve con una suavidad impresionante en ese papel de granuja guapo y encantador, mientras que Mark Wahlberg aporta esa socarronería y cinismo que le da la edad y las malas experiencias.

El grupo de protagonista se completa con Sophia Ali como Chloe Frazer, conocida de Sully con la suficiente desconfianza para sobrevivir a su lado. Quizás el personaje más flojo de todo el reparto sea Antonio Banderas como el villano Santiago Moncada. La actuación del malagueño está hecha con el piloto automático y el guión tampoco ayuda a darle un mínimo de profundidad o interés. Es más, Tati Gabrielle da vida a su mercenaria contratada y tiene mucha mejor presencia.

Detrás de las cámaras, Ruben Fleischer se desenvuelve de forma competente, sin grandes alardes. El coreano Chung Chung-hoon vuelve a trabajar con Fleischer como director de fotografía, habitual de Park Chan-wook y que estrenó el año pasado un trabajo sublime con 'Última noche en el Soho' y que pronto lo volveremos a ver en la serie de Kenobi de Disney +. Aunque su trabajo es consistente en 'Uncharted', se esperaba más de un profesional de su nivel y lastrado un poco por ciertas modas actuales (esos gran angulares que deforman a las personas en los lados del plano o ese desenfoque que no aporta nada a la escena).

Conclusiones

Más allá de temas técnicos o de casting, 'Uncharted' es una película de aventuras muy entretenida, completamente disfrutable conozcas o no a los personajes (mucho mejor para reconocer las referencias, pero para nada obligatorio). 'Jungle Cruise' intentó esto y no le salió bien, mientras que Fleischer y su equipo aquí salen exitosos. Mientras la de Disney se perdió en un amasijo de efectos digitales de dudosa calidad, 'Uncharted' ofrece un espectáculo divertido, con un acabado muy bueno, incluso cuando la escala de los acontecimientos alcanza cotas dignas de 'Fast & Furious'.

El universo cinematográfico de 'Uncharted' ha cobrado vida propia y ahora se dispone a contar la historia de sus protagonistas por su cuenta. La intención es claramente continuar por esta ruta y sus dos escenas después de los créditos lo dejan claro. Queda por ver todavía si el público va a responder, pero, personalmente, me ha parecido la mejor película de aventuras que he visto en mucho tiempo, con ese espíritu despreocupado y esos protagonistas simpáticos y carismáticos. Ha sido un largo viaje (más que la vuelta al mundo) desde aquel 2008 en el que Avi Arad puso la primera piedra, pero ha valido la pena.