Crítica de 'The Sinner': de madre a asesina en un día de playa

'The Sinner' es una serie de televisión basada en la novela del mismo nombre escrita por la alemana Petra Hammesfahr. Los ocho capítulos que la componen se emitieron en la cadena USA Network en los meses de agosto y septiembre en Estados Unidos. El salto del charco y el desembarco en nuestro país se ha producido gracias a Netflix con la temporada completa para ver del tirón si uno quiere.

Un día no muy normal en la playa

La serie nos presenta a Cora Tannetti (Jessica Biel) en una familia aparentemente normal, con su marido Mason Tannetti (Christopher Abbott) y su hijo. Cora vive justo al lado de sus suegros y se ve que su marido está muy apegado a sus padres, demasiado para un matrimonio. Esto se presenta intencionadamente banal, porque el director sabe qué está por venir.

El matrimonio con su hijo va a pasar el día en la playa cuando se desencadena el problema central de la historia: Cora apuñala repetidamente a un desconocido, sin razón aparente, sin venir a cuento. Aunque la serie no cuenta con demasiada violencia, esta escena no duda en plasmarla con total crudeza. A partir de este momento, la fotografía cambia por completo –la luz y los colores vivos- para convertirse en una auténtica serie de investigación oscura y algo deprimente, que en ocasiones roza el telefilme del domingo por la tarde.

Quedan por delante otros siete capítulos en los que desentrañar qué ha pasado para que una mujer aparentemente normal apuñale a un tipo sin ninguna explicación aparente. Está claro que las apariencias engañan y que el objetivo de la historia es demostrarlo, por lo que por ahí pocas sorpresas esconden.

Si hay alguien que está ahora mismo siguiendo 'Absentia', la serie de AXN protagonizada por Stana Katic, puede tener alguna sensación de déjà vu, ya que el planteamiento es relativamente similar: una mujer que no puede recordar su pasado y la inculpan de algo que no sabe por qué o cómo lo ha hecho.

El ritmo de la serie de USA Network sigue un claro rumbo in crescendo. Esto provoca que en los primeros capítulos de 'The Sinner' nos falte algo más de chicha, algo que nos permita a nosotros mismos sentados en el sofá especular sobre qué podría haber pasado.

Quién lo ha hecho lo sabemos, pero por qué

El mayor inconveniente que tiene Cora Tannetti en su contra es que el crimen está claro, hay decenas de testigos de la playa y, aunque la policía no conozca el motivo del asesinato, el resto del caso es irrefutable. Es el detective Harry Ambrose (Bill Pullman) el que se involucra más allá de lo profesional para descubrir qué le llevó a Cora a realizar ese brutal acto.

El personaje de Ambrose es el típico policía que tiene mil problemas en casa y se vuelca en un caso concreto como una forma de salvar a alguien que no sea él, ya que considera que él está fuera del alcance de la salvación. Sorprendentemente, el detective no bebe (demasiado), pero sí que está intentando volver con su mujer mientras tiene una amante con una relación que roza lo sadomasoquista.

Y es que el sexo en 'The Sinner' tiene una importancia mayor de la normal. Las escenas de cama son constantes, siempre con una debida justificación, ya que la relación de los personajes con el sexo dice mucho de ellos, de cómo son y de lo que hacen. En la infancia de la protagonista, es la religión lo que la controla y la define –y afecta a su visión del sexo-. La serie continuamente nos recuerda que somos fruto de nuestro pasado y no es algo de lo que se pueda huir por muy traumático que sea.

Jessica Biel se carga casi por completo la serie en sus hombros, después de más de diez años alejada de papeles importantes en la televisión. La carga dramática de su personaje y su gran actuación hace palidecer aún más al resto del reparto, que ya de por sí no muestran unos rasgos excesivamente interesantes.

'The Sinner' tiene ese componente tan Netflix que hace que una serie te enganche y no dejes de verla hasta que acabe (los ocho capítulos de 45 minutos ayudan). Aunque no siempre te da todo lo que necesitas, llega un punto en el que los hechos del pasado se empiezan a unir con coherencia y es cuando podemos disfrutar plenamente de la serie.