Crítica: 'Spider-Man: Homecoming', la metáfora de encontrar tu lugar en la sociedad

Ser parte de Los Vengadores es una responsabilidad muy grande, y Spider-Man lo sabe perfectamente. Aunque el arácnido debería tener su lugar legítimo y con plenos derechos, el Universo Cinematográfico de Marvel no le ha recibido con los brazos abiertos y el joven Peter Parker se ha tenido que currar a base de bien un hueco en el grupo de justicieros.

'Spider-Man: Homecoming' no es la película de superhéroes que todo el mundo se espera. No lo es, ya que el propio protagonista no sabe demasiado bien cómo afrontar su nueva situación, qué límites tiene y qué puede, debe y tiene o no que hacer. El título de la película está perfectamente escogido, ya que es una sutil bienvenida a Spider-Man (otra vez) al mundo cinematográfico. Lo de más podríamos decir que no existe y lo que importa es solo lo que tenemos ante los ojos.

No va de Spider-Man, va de Peter Parker

De lo primero de lo que nos daremos cuenta en las más de dos horas de película es que se pronuncia muy poco el nombre de Spider-Man y mucho el de Peter Parker. El protagonista de esta cinta no es el trepamuros, sino quien está debajo de las mallas ajustadas. Este aspecto diferencia mucho esta película de las anteriores, ya que en cuestión de pocos minutos, el superhéroe se come a su alter ego tras una intervención heróica.

Tom Holland da vida a un Peter Parker de 15 años (el más joven hasta la fecha), cuyas preocupaciones del momento no son diferentes a la de cualquier otro adolescente: quiere encajar. Solo que él quiere encontrar su lugar dentro de Los Vengadores, un grupo de gente especial, como él, donde se puede sentir a gusto consigo mismo y al mismo tiempo no ocultarse. A esto se suma que el que debe encontrar su sitio primero es Peter Parker, el genio de la ciencia y la tecnología que sigue siendo medio invisible en los pasillos del instituto y que no se atreve a decirle nada a la chica que le gusta. Lo que sí llama la atención es que el instituto que se han inventado para esta película parece ser un lugar para gente superdotada, ya que hasta Flash Thompson forma parte de la élite intelectual, aunque también conserva el status de popular y de abusón.

Jon Watts ha mezclado estos dos mundos y ha dado a luz a un Spider-Man torpe, inexperto, inocente, pero que conserva los valores de todos los trepamuros vistos hasta ahora: valiente, decidido, justo y que antepone su labor como defensor de los inocentes ante la de "vecino y amigo".

No hay tío Ben, hay tio Tony

Uno de los aspectos que más vamos a notar en la cinta es la completa ausencia de la figura del tío Ben. 'Spider-Man: Homecoming' no nos cuenta los orígenes de Spider-Man, por lo tanto solo podemos dar por hecho que fue la muerte del tío Ben lo que terminó por empujar a Peter Parker a ser lo que es hoy. A lo largo de la cinta no se hace ninguna referencia a esta persona, de hecho, Peter se dirige a su tía como "May" simplemente, algo que deduce una relación diferente a la que hemos visto en el tándem sobrino-tía de pasadas producciones. Esto quizá se ha hecho así para potenciar el rejuvenecimiento del personaje, el cual ha perdido todo el peso que tenía hasta ahora.

En lugar del tío Ben, tenemos al tío Tony, quien hará las veces de padrino y de voz de la conciencia de un Spider-Man completamente verde en esto de salvar al mundo. Sabemos perfectamente que Tony Stark no está hecho para cuidar ni de sí mismo, pero también sabe dar lecciones cuando quiere. Las intervenciones de Iron Man en la película están contadas y se han montado de tal manera para que parezcan las broncas de un padre a un hijo.

Llama la atención lo preocupado que se encuentra Tony por Peter y le da una de las lecciones más importantes desde la de "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", y es que "si no eres nadie sin el traje, no deberías llevarlo". Esta frase hace énfasis, de nuevo, en que esto no va de Spider-Man, sino que es Peter Parker en todo momento.

El mejor villano hasta la fecha

Y esto es algo de lo que podrá presumir esta película en muchísimo tiempo. Si algo falla en las películas de superhéroes son los villanos. Empujados por motivaciones demasiado forzadas y exageradas, El Buitre (Adrian Toomes) solo quiere mantener a su familia y compañeros y hará lo necesario para ello. Michael Keatontiene matices más de mafioso que de villano, algo que lo hace más peligroso y terrorífico, ya que por norma general los enemigos de los superhéroes dan poco miedo aunque sus habilidades sean increíbles.

El Buitre es la última pieza que conforma el triángulo Iron-Man-El Buitre-Spider-Man, ya que los tres se sirven de un traje especial para poder sacar partido a sus habilidades, y el mensaje de esta cinta es que lo importante es lo que somos capaces de hacer por nosotros mismos. Adrian Toomes no es malo por naturaleza, y eso se demuestra en la película. Es un personaje más complejo, y diferencia muy bien lo que está mal de lo que es necesario hacer para seguir adelante con sus negocios.

Junto a este villano tendremos también a Shocker, un personaje de bastante peso en los cómics del hombre araña pero que aquí lo han tratado de segundón y de una muy mala manera. De hecho, se le llama El Conmocionador (nombre en castellano del villano) y poco se sabe de él después de enfrentarse definitivamente a Spidey.

Mucho Los Vengadores y poco Spider-Man

Aunque está bien contextualizar la película dentro del Universo Cinematográfico, Marvel Studios ha pecado de confiada a la hora de desarrollar 'Spider-Man: Homecoming'. Como ya ocurriera en otras cintas, la invasión chitauri a Nueva York fue el comienzo de todo, ya que es en este momento cuando nace El Buitre. La tecnología de estos alienígenas vuelve a rodar por todo Estados Unidos y es el origen de todo este embrollo.

Junto a esto, también voy a añadir que Spider-Man se ha convertido en un mini Iron Man que poco tiene que ver con el personaje original. Es tremendamente divertido ver a Peter Parker pelearse con su traje, pero es una copia del traje de Tony Stark adaptado a las necesidades del joven superhéroe. Incluso le ha añadido una Inteligencia Artificial con la que el personaje habla mientras viaja de un lado a otro. La esencia del Spider-Man ingenioso y refrescante no se pierde, pero no puedo evitar sentir un deja vú cuando veo al personaje desplegar todo tipo de elementos tecnológicos como lo haría el propio Iron Man.

Michelle, la gran incógnita

La gran pregunta ¿quién es Michelle? Bueno, esto es algo que muchos podremos deducir al terminar de ver la película, pero que, con todo, seguiremos teniendo dudas. Zendaya da vida a una chica, también marginada (por elección parece ser), pero que siempre está en todos los caldos cuando a Peter Parker se refiere. La joven parece ir siempre un paso por delante de los demás y, además, es otra brillante mente del instituto.

Me ha sorprendido muchísimo que las pocas intervenciones que tiene en pantalla hayan sido para impactar tanto en el espectador. Puede que yo fuera con información previa, pero aún así seguro que muchos de los que han ido a ver la película han reparado en ella y se han preguntado quién puede ser y qué papel jugará en las futuras cintas del hombre araña.

Conclusiones

'Spider-Man: Homecoming' es una película de superhéroes bastante diferente a las demás. Sigue teniendo escenas de acción, pero poco se asemejan a la que hemos visto hasta ahora en el resto de producciones que conforman el UCM. Tom Holland es un acierto como nuevo Peter Parker y esperemos que en la secuela haya más Spider-Man y menos Vengadores, que, por lo que hemos podido ver en la cinta, seguro que será así.