'Silicon Valley' arrancó con la timidez de apelar a un nicho de audiencia. HBO, moviéndose en la comedia, con una serie centrada en el mundo de la tecnología, y cómo comenzar en él desde abajo, aunque en el epicentro tecnológico del mundo. La quinta temporada, la que ahora arranca en HBO España, lo hace dejando en el camino a uno de los personajes principales. T.J. Miller, tras ver arder su palapa abandona la ficción, con la incógnita, para esta nueva temporada, de si su hueco será o no irremplazable.
Tras el comienzo de temporada la incógnita necesita seguir abierta. Si bien el arranque de la quinta me ha parecido un inicio a lo grande, lo histriónico de Erlich Bachman, el personaje de T.J. Miller, sé que antes o después se echará de menos. El desfase en muchos de los personajes de 'Silicon Valley' supone la acidez de una serie de humor que se aleja de la carcajada puntual para mantener el cinismo y la ironía como parte constante de un mejunje relacional desconcertante. Sin embargo, el caso de Bachman era sobresaliente. Es frecuente ver en cualquier de las temporadas previas cómo Bachman se apodera de las escenas en las que tiene presencia, llegando, por qué no, a ser irritante en no pocas ocasiones, pero de otra parte convertido en indiscutible principal.
'Silicon Valley' sigue pisando a fondo
Sin embargo, su ausencia quizá sea una oportunidad para el resto del plantel. Viejos conocidos de la serie, que vuelven al completo. Ahora en una disposición más equilibrada se abre la oportunidad de profundizar con mayor ahínco en cualquiera de los protagonistas. La serie lo retoma exactamente donde lo dejamos: El Flautista, la compañía de Richard Hendricks y cía., vuelve a tener fondos, con lo que están en disposición de crear su propia oficina para fabricar "la nueva internet". Mientras tanto, si bien Bachman desaparece de la serie, Gavin Belson retorna a la primera plana y con la ferocidad cínica de los primeros capítulos. Da la sensación, tras los compases iniciales de temporada, que el cara a cara entre Gavin y Richard será lo que marque el ritmo de la nueva remesa de episodios, que es también lo que nos ha dejado los mejores momentos de lo que llevamos de serie.
Hendricks hasta la fecha ha tenido que lidiar con la dirección de pequeños equipos. Y cuando han sido equipos de trabajo grandes, él nunca tuvo verdaderamente las riendas, sino que todo giraba en torno a La Caja -que por otro lado se descubre como un éxito comercial-. Sin embargo, en esta ocasión tendrá medio centenar de personas directamente a su cargo; con la presión en la nuca de los inversores; sin Bachman para darle problemas, pero también para sacarle de más de un atolladero, y todo ello en una personalidad obsesiva e insegura que ya conocemos. El camino de Richard se construye en base a las oportunidades, que surgen directamente a partir de una idea talentosa que incuestionablemente le ha abierto muchas puertas. Pero 'Silicon Valley' es la historia de la superación: no de una superación humana y de crecimiento, sino del recorrido de alguien que se encuentra superado a cada paso.
Marcando distancias con la comedia actual
De esta forma, 'Silicon Valley' sigue aumentando la brecha con el resto de sitcoms del momento. Mientras escribo estas líneas tengo de fondo la enésima reposición de 'Modern Family'. La combinación de familias de Pritchett se construyen con la clara intención de lograr que el máximo de audiencia encuentre identificación con alguno de los personajes. A partir de ahí, como decía Homer Simpson: "es gracioso porque es real". 'Silicon Valley' escapa de la identificación, de las risas enlatadas, de los gags, y enfrenta al espectador con un grupo con el que no es necesario identificarse, para navegar entre la incomodidad y el slapstick que insospechadamente se cruza más de lo predecible.
Así, HBO firma la mejor serie de humor que hay en emisión en la actualidad. Como siempre, el fan de la actualidad tecnológica identificará gurús y referencias, que muestran la atención al detalle y un regusto de sátira que merecería un análisis más profundo. Una serie de matices y revisionados, que paradójicamente se construye en la deconstrucción de Silicon Valley. El valle tecnológico, un referente a nivel mundial, inalcanzable para la mayoría de los mortales, pero epicentro de la innovación tecnológica que hace girar el planeta. HBO dispone la genialidad de acercarse a este imperio con ánimo frívolo, lo que sigue aporta un enfoque lo suficientemente fresco como para que verdaderamente tenga sentido que 'Silicon Valley' se mantenga en emisión.
Conclusión
A fin de cuentas, las situaciones que nos presenta este inicio de temporada no aparentan esconder nada que no hayamos visto ya en la serie. Los mismos personajes, con sus características formadas en los últimos años, y sin embargo, con los que hemos desarrollado cierta empatía. Además, la serie se dosifica en temporadas tan breves, que al menos por mi parte todavía espero cada nuevo encuentro con verdadera voracidad. Larga vida a 'Silicon Valley'. Larga vida, incluso sin T.J. Miller.