Crítica 'Siete deseos': terror con reminiscencias de 'Destino Final'

He de ser masoquista, porque en el momento en el que veo que se estrena una nueva película de terror, me lanzo directa a comprar las entradas. En esta ocasión me arriesgué aún más de la cuenta, puesto que sabía que el director, John Leonetti, ya me había decepcionado una vez. Seguramente a vosotros también, sobre todo si os digo que fue el que se encargó de dirigir la película de 'Annabelle'. Poco he de decir respecto a esta película, aparte de que fue una decepción en toda regla.

Pese a todo, pese al choque de ver quién era el director, decidí lanzarme. El tráiler me parecía bastante llamativo, y la historia que parecía esconder, también. Con las películas de este tipo suelo ir bajo la premisa de que todo puede salir terriblemente mal, así que me cargo de palomitas y, simplemente, trato de pasarlo lo mejor posible. He de decir que 'Siete deseos' me sorprendió para bien, me hizo olvidarme de mis palomitas y me hizo sentir verdadera tensión. Terror no, en ningún momento, pero sí auténtica angustia; en algunas escenas casi tuve que contenerme el gritarle a la pantalla que, por favor, terminara ya. Y eso es un gran punto a favor, por supuesto.

Pero vamos a ver un poco más sobre la película en sí, y posteriormente analizaremos los detalles. Clare (Joey King) tiene diecisiete años, y ha pasado por situaciones que pudieran ser consideradas bastante traumáticas. Cuando tenía apenas cuatro o cinco años, su madre se suicidó prácticamente delante de ella. A partir de ese momento, su vida fue de mal en peor. Su padre se dedica a recoger chatarra, pese a ser un músico de éxito, y en el instituto no es precisamente la más popular.

Un día, su padre (Ryan Phillippe) le regala una caja de música vieja que encontró mientras trabajaba. En este momento, la tragedia ya se palpa en el ambiente. Ella lee en la caja una inscripción que reza "siete deseos" y, casi sin darse cuenta, pide su primer deseo (uno muy poco apropiado, si se me permite decirlo). Se cumple, por supuesto, y a la vez muere su perro. Pide otro deseo, y otra muerte se sucede. Mas a ella le cuesta bastante ir hilando este cúmulo de casualidades, y le cuesta bastante más deseos ver que algo está pasando.

Acoso escolar, la ambición llevada al extremo y un pasado traumático

'Siete deseos' tiene bastantes elementos a analizar, y que van mucho más allá del terror simplista. Se habla de cómo un pasado traumático puede afectar en la formación de la personalidad de alguien; Clare pierde a su madre de una forma muy desafortunada, y eso afecta directamente a su crecimiento. Si a esto le aunamos que el trabajo de su padre hace que la acaben señalando en el instituto, tenemos todos los elementos para una protagonista que promete dar mucho juego.

La protagonista da pie a que se empatice bastante con ella en algunos momentos, aunque también hay otros en los que resultaría mucho más sencillo darle un bofetón. Pero esto parecen ser, sin lugar a dudas, exigencias del guión; el trabajo de la actriz, en este sentido, es impecable. Por lo general, reparto elegido es más que suficiente si tenemos en cuenta el contenido de la película. Para aquellos que seáis seguidores de 'Stranger Things': sí, June, una de las amigas de Clare, es Shannon Purser. Es agradable ver una cara conocida a la que se le cogió tanto cariño en un momento pasado.

El nivel técnico de la película es aceptable. La banda sonora no es algo mágico que os vaya a hacer querer escucharla horas seguidas, pero la fotografía es bastante buena. Las muertes no son excesivamente gráficas, con lo cual tampoco tenéis que temer que haya demasiada violencia.

'Siete deseos' no es una película de terror que te vaya a hacer querer encender la luz a la hora de dormir. Tal y como se presenta en el tráiler, podría recordarnos a una película de demonios, de objetos encantados, pero no es tan así una vez que se está viendo. En la práctica, recuerda más a películas como 'Destino final'. Una vez que empieza el movimiento real de la película, y que todo va cobrando forma, la angustia que se siente antes de cada muerte es increíble. Porque tú, como espectador, vas viendo cómo funciona la caja antes de que Clare lo haga, vas viendo los errores que va cometiendo y vas planteándote cómo de caros pueden acabar costándole.

No estamos ante la mejor película de terror del mundo, ni ante una que vaya a ser considerada un clásico en la estantería de nadie. Pero sí ante una película que puede hacerte pasar un rato bastante entretenido, puedo hacerte temblar de puro nerviosismo en el asiento y, sobre todo, te servirá para plantearte cuáles serían los siete deseos que pedirías tú, aún teniendo estos un precio de sangre. ¿Hay alguno que podáis compartir en los comentarios?

Como conclusión final, os diré que no me arrepiento en absoluto de haber pagado la entrada de esta película en cuestión. No será de sobresaliente, pero sí que merece la pena. Un terror muy suave, que recuerda mucho al cine slasher en algunos momentos (pese a tener también dejes del cine de terror demoníaco), y una trama bastante fresca que os dejará con buen sabor de boca.