SHERLOCK

Crítica 'Sherlock' temporada 4, esto es el final de la serie

'Sherlock' se despide para probablemente no volver nunca más, y todo lo dispuesto en la cuarta temporada apunta a un cierre definitivo.

Por Xose Llosa 19 de Enero 2017 | 00:57

Este artículo contiene spoilers de 'Sherlock', Temporada 4.

Tres semanas, tres episodios, críticas controvertidos, y dudas de si este es el final real de la serie, o si habrá más en un futuro. Así es la cuarta temporada de 'Sherlock', muy esperada, y que nos ha servido para alegrar las primeras semanas de este 2017. Arrancaba mi crítica del primer episodio de la temporada, el 4x01 "Las seis Tatchers", con el sinsabor de una historia ambiciosa y en cierto punto caótica. Con los episodios posteriores, fui engrasando más con esta temporada, y, llegados a cierto punto, no sé si por el ímpetu de mi voluntad volcada con los personajes, o por el propio mérito del desarrollo de esta temporada cuatro, caí rendido llegando a disfrutar muchísimo. La vida de las redes sociales se dibuja en el contraste abrupto de los blancos y negros, así que, para satisfacer a mi yo internatura, y a vuestro yo internatura, no tengo problema en poner el dedo arriba con esta temporada cuarta, igual que con cualquiera de las anteriores. Lo decía en la crítica del episodio 4x01, hasta el peor capítulo de 'Sherlock' le da una buena patada en la entrepierna a la mayoría de ficción que la televisión emite. No obstante, ese pulgar arriba con el que algunos respirarán aliviados, es un pulgar que debo cargar de matices y asteriscos, ya que hay cosas que me resultaron profundamente desagradables en este trío de episodios. Alguna de ellas, y, al loro, porque esta es una crítica plagada de spoilers, todavía no he llegado a decidir si tienen una verdadera justificación.

Cuarta temporada finalizada

Esta cuarta temporada de 'Sherlock', sin duda, tiene mucho más sentido valorada en su conjunto. En total, tres capítulos de 90' minutos cada uno que hilan con maestría un recorrido muy evidente en las relaciones de los personajes. Esta es la temporada de Sherlock y Watson más que nunca, ya que no sólo son protagonistas del casting, sino que también giran sobre ellos todos y cada uno de los pasos que dan los casos expuestos. Desde que el misterio de las "Tatchers", con la muerte de Mary Watson, abriese un cisma entre ambos, estaba claro que el resto de la temporada giraría sobre la recomposición de los lazos de nuestros eternos amigos. Sin embargo, se lleva a rajatabla, aquí, aquello tan básico de las relaciones sociales, que dice que las amistades se crecen ante la adversidad. La brecha entre ambos a raíz del asesinato de Mary fue muy profunda. Watson, en el dolor del duelo con el que es fácil de empatizar, atribuyó la causalidad de la muerte a Sherlock. Una causalidad indirecta, hilarante a ojos de cualquiera, pero con entero y comprensible sentido para el dolido médico de guerra. Ambos personajes, Sherlock y Watson, llegan a muerte de Mary con el sentimiento de culpa muy arraigado: uno por permitir el asesinato, el otro por la sombra de la infidelidad en los días previos. La culpa siempre juega muy malas pasadas, lo que sirvió también para alimentar esta brecha creada. Así terminamos el 4x01, listos y predispuestos para que esta relación volviese a encauzarse. Era cuestión de tiempo.

De esta forma pasamos a un segundo episodio envuelto en los estupefacientes. Un capítulo desagradable en su montaje, con la constante deformidad en la imagen que nos recordaba a cada paso el mix de narcóticos que Sherlock llevaba en sangre. Sin embargo, aquí el caso se puso mucho más interesante. Un psicópata de clase alta londinense, con el placer casi sexual del asesinato. Un American Psycho a la inglesa, que mostraba un ridículo y endeble hombre como una bestia despiadada que se excitaba ante los últimos alientos de vida de sus víctimas. Valoro mucho los casos a resolver en 'Sherlock', porque para alguien como yo, que esconde con disimulo el placer culpable los procedimentales americanos de resolución de crímenes ('Bones', 'Castle', 'El Mentalista', ya sabéis...) 'Sherlock', considerada en el estricto sentido de una serie detectivesca, es como comerse un buen solomillo tras haber cenado pizza de microondas durante toda una semana. En este caso, el crimen expuesto en el segundo episodio de la cuarta temporada es uno de los más curiosos de toda la serie, al generar un sentimiento de impotencia evidente: tanto Sherlock como el espectador sabe que el villano es el asesino, el psicópata con ello de manera recurrente, pero nadie, absolutamente nadie, lo da por sentado al 100%. Jugar con la duda y con la verdad evidente expuesta como mentira, genera un vaivén de emociones rápidas en la hora y media de ficción que nos enganchan ante el televisor. Una experiencia muy divertida, que se consagra con una interpretación de Toby Jones como asesino brillantemente desagradable y exagerada.

La resolución de este caso, el mejor expuesto de la temporada, para mi gusto, enlazó como piedra de toque para recuperar los lazos de amistad de Sherlock y Watson, y también para llegar al personaje estrella de este desenlace... Eurus. La hermanísima.

La hermanísima

Todo lo leído hasta el momento podéis considerarlo introducción, porque el meollo de la temporada está justamente en el personaje de Eurus. Entiendo que el que está leyendo esto ha visto la serie, así que probablemente, el extraño caso de la hermana desaparecida es algo que no os habéis podido quitar de la cabeza desde que se ha emitido el episodio en Netflix. 'Sherlock' y Mycroft tenían una hermana desaparecida, Eurus. Sherlock no recordaba a esta hermana, sus padres la creían muerta, y sólo Mycroft era sabedor de su paradero. Esta, la hermana Holmes más brillante, era también una fría psicópata desde niña, por lo que Mycroft la había encerrado confianda en un institución afincada en una inaccesible isla. Un Alcatraz dispuesto para la hermana Holmes. Un poco exagerado, ¿verdad? La cuestión es que la capacidad cognitiva de esta hermana es tan sobrehumana que logró manipular a todos guardias y agentes de esta institución mental, para orquestar un maquiavélico plan de la mano de Moriarty -sí, otra vez él-, que gira, claro, en torno a Sherlock.

Aquí la credulidad del espectador tiene que entrar en suspensión una vez, y otra, y otra. En primer lugar, la mera existencia de la hermana Holmes es un elemento raro, por su presentación y por lo dispuesto. Sin embargo, esto es algo que no me cuesta perdonar. Lo que me resulta inverosímil es la gymkana investigadora a la que somete a Sherlock durante el episodio final. Una sucesión de misterios esperan a Sherlock para probar su valía, enfrentarse a decisiones morales trascendentes, y mostrar, de un plumazo, lo infinitamente brillante y cruel de Eurus al planificarlos, y lo "buen hombre" que es Sherlock Holmes en realidad. No me malinterpretéis, el ejercicio de este capítulo final es un despliegue de entretenimiento brillante, cargado de giros, pruebas, y, de alguna forma, resume en una rápida sucesión de micro misterios algunos de los puntos más reconocibles que ha tenido la serie. Quizá la presentación no ha sido la más adecuada, por lo inverosímil que resulta la historia de la hermana perdida, pero como capítulo para contener en él el conjunto de la ficción es, sin duda, brillante. Un resumen estupendo para culminar, en teoría, un "corto y cierro" para 'Sherlock'.

¿Final definitivo?

Así, el balance es en conjunto positivo. No brillante, lejos de la calidad de las temporadas iniciales, pero sí a la altura. El capítulo 4X03 está dispuesto para ser un cierre definitivo a la serie: todo queda atado en la serie, con la vuelta de todo a la normalidad. Igual que al final de cualquier historia de Conan Doyle, todo retornaba al punto de partida a la espera de que sonase el timbre con un nuevo caso para Sherlock Holmes. Así concluiría la serie de televisión de 'Sherlock', porque, en realidad, no podría concluir de ninguna otra forma. De igual forma, bajo esta misma premisa sería perfectamente posible continuar con una quinta temporada, aunque resulte altamente improbable. Los creadores nunca han querido aclarar que esto sea el cierre definitivo, pero todo apunta en esa dirección, y todo se ha presentado, insinuado y manifestado para que el capítulo 4x03, "El problema final", sea el punto y final de 'Sherlock'. Probablemente, y aquí sí que no hay dudas, estamos ante una de las mejores series de detectives que hemos visto nunca.