'Castlevania' no lleva ni 24 horas en Netflix y muchos ya habréis pasado por los cuatro capítulos que componen esta primera temporada. La producción de Adi Shankar ha levantado las cejas de todas la comunidad jugona por ser la franquicia de Konami una de las más longevas dentro del mundo del videojuego y también una de las más populares. Esta serie adapta parte de esa historia de vampiros y guerreros de familias nobles y la ha plasmado muy fielmente.
Apta para no jugones
No he jugado a ningún título de 'Castlevania', ni siquiera los más recientes, aunque investigué bastante antes de que llegase la serie a nuestros dispositivos por si necesitaba saber algún dato extra. No hará falta. Netflix ha desarrollado una historia que cualquier usuario puede disfrutar.
Pero eso no quita que los jugadores no vayamos a poder reconocer y disfrutar los elementos de 'Castlevania'. Esta serie ha adaptado de una manera sobresaliente los hechos contados en 'Castlevania III: Dracula's Curse', aunque con matices muy interesantes. Aquí encontramos a un Señor de los Oscuro furioso con la humanidad por haber matado a la única mujer que ha amado. Ambientada en el siglo XV, en el que cualquier excusa era buena para quemar a alguien por brujería, la doctora Lisa sabía demasiada "ciencia" y eso la llevó a la hoguera. Ahora, Vlad Drácula Tepes, dejaría caer toda su ira sobre la gente de Valaquia.
En este punto es donde entre nuestro protagonista, Trevor Belmont, el último miembro de la casa Belmont que fue excomulgada por la Iglesia debido a sus capacidades sobrenaturales. Trevor es un personaje bastante simplón, muy arquetípico y que se asemeja mucho a los protagonistas de las historias de tipo shonen: es fuerte, con grandes capacidades (maneja el látigo que da gusto), pero parece darle todo igual hasta que encuentra a alguien que le muestra que debe luchar.
Junto a el estarán Sypha, la oradora, y Alucard, el vampiro. Estos cuatro primeros capítulos conformarán el equipo que aparece en el título de Konami para comenzar una cruzada contra Drácula, el cual está dispuesto a destruir todo porque cree que los humanos no se merecen vivir.
Más allá del videojuego
A pesar de estar basada en un videojuego, 'Castlevania' incluye mensajes muy interesantes y estructuras que ya hemos podido ver en otras producciones. Por momentos, la serie me recordó mucho a 'Full Metal Alchemist', ya que la serie basada en el manga de Hiromu Arakawa también incluía una especie de culto que engañaba de manera descarada a sus feligreses prometiéndoles aquello que no les pueden dar. En 'Castlevania' nadie es tan bueno como nos lo pintan, ni nadie tan malo.
La Iglesia católica está corrupta desde sus raíces y los arzobispados parecen estar más preocupados de quemar gente que de intentar ayudar a los más necesitados. Por su parte, Drácula se presenta como un personaje bastante neutral al principio, aunque su leyenda como 'Vlad el Empalador' le precedía. No le gustaban los humanos, pero no parece que fuera por la calle buscando gente a la que clavar en una lanza.
Más allá de esto, la figura de Lisa, la mujer de Drácula, hace las veces de figura mesiánica. Puede parecer bastante rebuscado, pero cuando la queman en la hoguera le ruega a su marido que no tome represalias contra los humanos, "no saben lo que hacen". A pesar de ello, la figura de Vlad Tepes no es la de Dios y como ser más terráneo que divino, se cabrea como un verdadero mono.
Mete cuchillo, saca tripa
Una de las características con las que se nos vendió 'Castlevania' es que no iba a ser, precisamente, una serie correcta. La producción está llena de violencia y de sangre y vamos a tener mucho de eso. Hay series que, quizá, abusan de este elemento, es decir, como dicen que van a mostrar todo buscan cualquier momento para ponernos un primer plano de un buen borbotón de sangre o de un desmembramiento.
No suelo tener problema con la representación explícita de la violencia, pero en 'Castlevania' han sabido elegir los momentos adecuados en los que ser más crudos y en los que ser menos exagerados. Hay sangre, hay desmembramientos y hay hasta patadas en partes muy nobles. Todo ello dentro de unos límites con los que han jugado muy bien.
Como detalle extra, la serie incluye el indicativo de 'no apta para niños', y es que no lo es. Los personajes son muy deslenguados, se exponen situaciones de la época bastante explícitas y la violencia real (la que llevan a cabo los personajes humanos) es muy bruta. Descarto la realizada por seres fantásticos por no ser aplicable a nuestra realidad.
Animación cuidada
Los responsables de 'Castlevania' tienen a sus espaldas muchos proyectos, pero entre los más recientes se encuentra la serie 'Hora de Aventuras' para Cartoon Network. En la producción para Netflix han creado una estética muy muy afín a lo que cualquier jugador se puede pensar a la hora de intentar imaginarse una historieta sobre el Vampiro Rey. Además, han conseguido adaptar con gran acierto el diseño de los personajes.
La animación también está perfectamente orquestada, combinando escenas de acción con otras de más contenido de trama. Podríamos decir que estamos perfectamente ante la estructura de un videojuego, ya que a veces tenemos misiones y plataformeo previo a una gran lucha. Incluso hay momentos de hack 'n' slash bastante bien coordinados antes de llegar a un jefe final.
Conclusiones
Netflix tiene entre manos la que posiblemente sea una de las mejores adaptaciones de un videojuego, por lo menos a lo que a serie animada se refiere. Ya hay una segunda temporada confirmada y lo que deberían hacer es llevar a cabo una tanda mayor de capítulos ahora que la recepción ha sido bastante buena. Toca desarrollar más a los personajes y no dejar el final de los capítulos en un corte tan brusco, ya que muchas veces no te lo esperas, y por norma general, en este tipo de series uno se espera el corte del capítulo en un momento de tensión o descubrimiento de algo importante.