Alberto Rodríguez es ese nombre que aparece siempre en las listas de lo mejor que el cine español nos ha dado. Catalogado como uno de los mejores directores de los últimos años, Alberto ha conseguido dejarnos con la boca abierta en más de una ocasión. En 2012 dio un golpe a la mesa y nos presentaba una cinta, que marcaría un antes y un después en su carrera profesional con 'Grupo 7'. Pero no fue hasta dos años después que el sevillano nos brindaba su mejor obra hasta el momento. 'La isla mínima' es todo lo que el thriller americano nos puede ofrecer, mezclado con las grandes oportunidades que el cine español nos otorga, como son las buenas interpretaciones, todo esto a la batuta de un Alberto demencial que, como era comprensible, triunfó en los Premios Goya del año 2015.
Disponible su nueva serie
Después de haber vuelto a triunfar en dichos premios dos años después con 'El hombre de las mil caras', esta vez el director nos presenta un formato, en el que no estamos acostumbrados a verle, como es el televisivo y una época nunca vista en su carrera, el inicio de la Edad Moderna con el descubrimiento de América en 1492. 'La peste' es la nueva historia que el director nos quiere mostrar, que cuenta con la producción de Movistar+ y ya está disponible.
Vuelta a la Edad Moderna
La serie nos sitúa en Sevilla, una ciudad catalogada en su época como ''la Nueva Roma''. A su puerto llegaban continuamente barcos procedentes de Nuevo Mundo cargados de animales, alimentos y objetos que eran todo un misterio para nosotros, así como embarcaciones de otros lugares del mundo en las que cientos de personas probaban suerte, algo así como el ''sueño americano'' a la sevillana. En este entorno sorprendentemente detallado, seguiremos la historia de Mateo, un hombre condenado por la Inquisición, que debe resolver esta serie de crímenes diabólicos para lograr el perdón del Santo Oficio y así salvar su vida. Cosa que no conocemos hasta el segundo capítulo de la serie. Hasta ahora, su protagonista debe regresar a Sevilla, de donde huyó, para cumplir la última voluntad de un viejo amigo que acaba de fallecer. Mateo debe encontrar al hijo de su amigo, Valerio, quien resulta ser un bastardo, y su misión es sacarlo de la ciudad. Sin embargo, la Inquisición acaba atrapando a Mateo, vendido por el bastardo y hasta ahí el piloto de la serie. También podemos ver como este episodio da comienzo a numerosas subtramas, como son algunas las que giran alrededor del personaje de Paco León y su misión de evitar que la peste se haga pública, una mujer adinerada con una sospechosa fijación por las mujeres de la ciudad... Imaginamos que con el transcurso de los acontecimientos, todas estas tramas emerjan hacia la principal, cosa que debemos ir solucionando a lo largo de los episodios.
La importancia del detalle
Sin duda el mayor potencial que podemos ver en la nueva serie de Movistar+ es que todo resulta estar cuidado al milímetro. Se observa fácilmente la gran documentación por parte de guión y dirección para hacer esta Sevilla del Siglo XVI lo más real posible, cuidando cada minucia que podemos ver en plano. Los vestuarios, la suciedad protagonista del ambiente, los animales, el vocabulario, el acento característico sevillano... Todo ello cobra protagonismo y en ningún momento notamos a la serie falsa, al contrario, es fácil zambullirse en ella y en esas sucias calles abarrotadas de gente. Aunque no paren de decirnos que esa Sevilla era ''la Nueva Roma'' y que está abarrotada de riqueza, en realidad lo que más podemos encontrar en ella es la desigualdad que siempre ha sido protagonista en la historia del ser humano.
Algo que bien conocemos
La corrupción y la picaresca es algo que en España conocemos al dedillo. No es sorprendente poner los informativos y ver un nuevo caso de corrupción en el país y es que podemos dar por sentado que si una persona sin escrúpulos tiene que llevar la responsabilidad del una situación, ten por seguro que sacará provecho de ella. Esto es algo que también podemos ver en 'La peste', desde los bajos fondos de la ciudad, hasta el hombre más rico de ella. Niños pobres que roban por necesidad, pasando por guardias que se dejan sobornar, hasta altos mandos que se aprovechan de la situación para sacar tajada. Estamos seguros que a lo largo de la serie, veremos como estos altos mandos acaban convertidos como villanos y es que cada situación grave que ha ocurrido en un país, podemos poner la mano en el fuego que ha sido a causa de que alguien quería llevarse algo de lo que le correspondía.
Aspecto técnico envidiable
En el aspecto técnico la serie es impecable y nada tiene que envidiar al séptimo arte. Y es que el formato televisivo cada vez está más cerca de parecerse al del cine. Podemos apreciar efectos especiales de lo más camuflados y bien elaborados así como una iluminación acorde con la época mostrada que nos harán preguntarnos si lo que vemos es real o hecho por ordenador. Alberto Rodríguez es muy dado a regalarnos una fotografía inolvidable, y en 'La Peste' no iba a ser menos. Planos cenitales de lo más elaborados o planos generales envidiables. En cuanto a lo que interpretaciones ser refiere, sigue estando en lo más alto. Pablo Molinero, Paco León, Manolo Solo o Sergio Castellanos, entre otros muchos rostros conocidos harán que tu visita a la Sevilla del Siglo XVI resulte de lo más reconocible gracias a los grandes trabajos que los actores realizan, sobre todo a lo que acento se refiere.
Una serie muy recomendable
Sin duda, el episodio piloto de 'La Peste' no dejan de ser cincuenta minutos en los que el espectador debe familiarizarse con ese mundo, aprender sus reglas y dar por seguro que a lo largo de la historia va a sufrir más de un momento injusto, debido a la gran desigualdad mencionada antes. La serie promete mejor a lo largo de sus seis episodios que transcurren de manera liviana, contando un thriller espectacular que Alberto Rodríguez se encarga de hacerlo interesante. El espectador debe poner sus cinco sentidos en lo que se nos está contando y es que es una serie que requiere de atención a los detalles y es quizás algo que no guste a todo tipo de espectador. Si quieres ver una serie interesante, cuidada y bien elaborada, quizás deberías verla.