¿De verdad existe la magia? Se trata de un tema recurrente y muy aclamado por el público, pero para contestar a esta pregunta antes de nada deberíamos conocer el verdadero significado de la magia. Las opciones son tan amplias y extensas que podríamos pasar largas horas debatiendo sobre lo mismo. Institutos donde aprender hechizos, viajes en escoba, gatos parlantes, sombreros puntiagudos o varitas mágicas son algunos de los primeros elementos que se nos vienen a la cabeza al pensar en la magia. Pero realmente no existe respuesta; cada universo es completamente diferente y así cada artista ha creado mundos y tradiciones completamente diferentes, como en el caso de la película de Studio Ghibli, 'Nicky, la aprendiz de bruja'.
Es cierto que hay elementos que inevitablemente están en la gran mayoría de obras donde la magia y la brujería son las protagonistas pero ¿quién dijo que una bruja debía llevar un sombrero puntiagudo y no un enorme lazo rojo? No hay límites más allá de lo que uno pueda imaginar. Las brujas no siempre viven historias aterradoras o misteriosas llenas de monstruos, en ocasiones sólo quieren sobrevivir en un nuevo lugar y, quien sabe, quizá montar un servicio de mensajería envidiable por las grandes compañías.
Hacia un nuevo futuro
Todo empieza la mañana en el que la joven Nicky debe partir de su hogar para emprender uno de los caminos más mágicos e importantes de su vida; pasar un año en otra ciudad hasta convertirse en una auténtica bruja. Según marca la tradición, cuando una chica cumple los 13 años debe marcharse para mejorar en sus habilidades como bruja. Y así lo hizo Nicky, cargada de energía y sueños. Mochila lista, radio de papá, escoba de mamá y al pequeño Jiji en el regazo. Aquí es donde podemos ver que la pequeña Nicky sigue siendo una niña con un fuerte carácter que la impulsa a salir antes de lo previsto para abandonar su hogar. Valiente, atrevida y decida.
El ánimo de Nicky no decae frente a las adversidades que se encuentra por el camino hasta encontrar una nueva residencia mostrando un espíritu aventurero. Siempre acompañada por Jiji, un pequeño gato con mucho que decir que dará momentos de lo más entretenidos. Pero no todo es tan bonito, la pequeña al llegar al nuevo destino se da cuenta de que no todo es tan fácil en una gran ciudad como lo era en su pequeño pueblo. ¿Dónde se ha visto a una niña con un gran vestido negro? Eso no está de moda en Koriko.
"Lo importante no es el color de tu ropa, sino el de tu corazón"
Nos encontramos de pleno con un choque cultural para Nicky difícil de asimilar, pero como siempre ella pone la mejor cara posible e intenta pasar tan desapercibida como una niña con un gran lazo rojo y una escoba puede hacerlo. La vida en un pequeño pueblo anclado en las tradiciones es muy distinto que en una gran ciudad. Solamente hace falta conocer un poco a la pequeña y entender su forma de pensar para darnos cuenta de ello. Mientras ella es todo alegría el resto de personas que se cruza parecen llevar un estilo de vida mucho más estresante y con una mentalidad muy diferente donde las brujas no son tan bienvenidas. Así que no le queda otra que refugiarse en ella misma y en contadas personas de confianza.
El camino hacia la madurez
Perdida entre las calles de la ciudad con tintes de Estocolmo, Munich o Lisboa conoce a algunas de esas personas tan importantes para su historia como Pombo y Osono. Esta última será un gran apoyo y fundamental para emprender su negocio; un servicio de mensajería usando su es escoba. Volar es aquello que le hace feliz y que más le gusta de la magia, así que nada mejor que trabajar de ello. Al menos hasta que se da cuenta que cuando una afición se convierte en trabajo... deja de ser tan divertido. La madurez que adquiere Nicky durante su estancia le hacen darse cuenta que la vida no es tan simple ni emocionante como ella pensaba.
Aquí empieza de verdad la trama más interesante de la película cuando la pequeña pierde la confianza en sí misma y debe encontrarse para seguir con la tradición y no perder la oportunidad de ser una gran bruja.Todo aquello que la mantenía conectada con sus raíces empieza a tambalearse a sus pies hasta dejar a la joven perdida y aterrada ante la posibilidad de no conseguir alcanzar sus sueños. Recordar como hacer aquello que hacía sin pensar, solo por diversión.
No se trata de una aventura llena de acción, no es la típica película de una escuela de magia con monstruos que vencer con un toque de varita. Aquí tan solo tenemos a una joven venciendo a su peor enemigo, ella misma. Sus inseguridades sacadas a la luz son solo una prueba más de la evolución del personaje a lo largo de los días que pasa fuera de su hogar, dejando lejos aquella niña con ganas de vivir aventuras y viendo todo lo positivo del mundo. No siempre es todo de color rosa.
Personalidad muy marcada
Como es habitual en Studio Ghibli, todo el poder cae casi por completo en las mujeres de la película. Especialmente en Nicky, que al contrario que Chihiro en 'El viaje de Chihiro', una de las películas más aclamadas por la crítica, ella es una niña con ganas y determinación para salir adelante por ella misma trabajando duro, mientras que en la segunda se ve obligada por una serie de situaciones. Dos situaciones muy diferentes peor en ambas las protagonistas son dos jóvenes niñas que deben trabajar para conseguir sus objetivos.
Pero no solo la aprendiz de bruja; Úrsula, una joven artista con una gran imaginación, jugará un papel decisivo para que Nicky de el paso hacia la madurez. Un paso que a su vez le hará tomar deciciones muy duras para su corta edad hasta entender que puede desprenderse de cosas de su pasado.
Todo ello acompañado con las melodías creadas por Joe Hisaichi, ya conocido en Studio Ghibli que se encarga de dar el toque final a cada escena y cada momento vivido entre las calles de Koriko, el bosque o mientras sobrevuela el cielo acompañada de Jiji. Una banda sonora difícil de olvidar y que encaja a la perfección con las fantásticas animaciones que tanto caracterizan al estudio.
Una aventura inesperada
Por lo tanto 'Nicky, la aprendiz de bruja' aunque tenga un aire infantil, es capaz de profundizar en temas tan importantes como las tradiciones y el paso a la madurez mientras que debate internamente con ella misma. Los pensamientos negativos de la pequeña se convierten en un muro entre ella y su sueño que debe aprender a combatir. Aunque sí es cierto que no es una película de acción con grandes cambios argumentales, si que es capaz de mantener la atención del público a medida que avanzan los minutos.
Sus personajes tan característicos como Úrsula o Jiji son tan importantes para Nicky como para la película haciendo que sus aventuras sean un poco más entretenidas y que sean capaces de sacar alguna que otra carcajada. El valor de la amistad está tan presente en la película como el de la fuerza que transmite la joven siendo una mujer. No necesita ser salvada, ella misma puede conseguir lo que se proponga. Sin olvidar que la maravillosa obra de Miyazaki no deja a nadie indiferente con sus animadas animaciones llenas de color. No cabe duda que es un título difícil de olvidar y que merece una oportunidad si aún no habéis disfrutado de sus aventuras.