El 20 de Septiembre 2018 | 22:23
El viernes pasado se estrenó el nuevo spin off de la saga cinematográfica 'Expediente Warren', 'La Monja'. Era una de las películas más esperadas por los fans; quizás tiene mucho que ver la atracción que provocan las figuras religiosas cuando, estas, de repente, se vuelven blasfemas. Ya lo demostró 'El Exorcista' en 1973: la religión y el cine de terror hacen una buena pareja.
El director tras las cámaras de 'La Monja' ha sido Corin Hardy, y el guionista ha sido el famoso Gary Dauberman, que se encuentra ahora mismo en uno de sus mejores momentos a nivel profesional. El reparto ha sido uno de los grandes aciertos de esta película, puesto que el papel de Taissa Farmiga como la Hermana Irene es inmejorable; hubo muchas dudas sobre si contar con Farmiga o no, porque su hermana mayor (Vera Farmiga) fue la protagonista de 'Expediente Warren: The Conjuring' y 'Expediente Warren: el caso Enfield'. Pero, por suerte para los espectadores, Taissa Farmiga acabó siendo la elegida. Junto a ella aparece Demian Bichir, que interpreta al padre Burke, y al que ya habíamos visto en films como 'Alien: Covenant' y 'Los odiosos ochos', entre otros tantos trabajos.
La película es un spin off de 'Expediente Warren: el caso Enfield', y nos relata la historia de la Monja que atormenta a Lorraine Warren (Vera Farmiga) en algunas escenas. Todo comienza con el suicidio de una monja muy joven, en una abadía de clausura en pleno corazón de Rumanía. El suicidio no es un tema que la Iglesia Católica se tome a la ligera, y es por eso que el Vaticano decide enviar al padre Burke y a la Hermana Irene a investigar qué ha sucedido.
Cuando llegan a la abadía, acompañados de un joven llamado Frenchie que les sirve de guía, descubren que allí se esconde algo mucho más tenebroso de lo que hubieran imaginado en un primer momento. Bajo la apariencia de una Monja, conocen a Valak, uno de los demonios más poderosos del inframundo; valiéndose únicamente de su fe y de su fuerza espiritual, tendrán que enfrentarse a él y convertir la abadía en un lugar sagrado de nuevo. O morir en el intento.
Taissa Farmiga: el descubrimiento de 'La Monja'
Taissa Farmiga lleva años dedicándose tanto al cine como a la televisión, brillando siempre por su capacidad interpretativa; pero con 'La Monja' parece haber alcanzado un nuevo nivel. Es gracias a su rostro, tan expresivo, que se hace mucho más fácil empatizar con su personaje; hay una gran cantidad de escenas en las que basta con ver su cara para sentir miedo, para palpar la angustia de tener que hacer frente a sucesos tan extraños como los que debe vivir. Pese a las dudas que pudieran haber surgido ante su elección, tanto el director como el guionista deben sentirse afortunados de la decisión tomada, porque fue todo un acierto. Su combinación con Frenchie (Jonas Bloquet) en la gran pantalla hace que, dentro del terror, también haya algún que otro momento cómico.
Otro de los puntos fuertes de la película es que no solo se juega con los sobresaltos (aunque sigue habiendo una gran cantidad de ellos), sino que también hay espacio para el terror más psicológico, para la tensión y para la imaginación del propio espectador. La película comienza fuerte, y el ritmo no baja en apenas ningún momento, llegando incluso a aumentar en según qué ocasiones; y si bien es cierto que cae en algunos de los clichés del cine de terror, no estamos hablando de una película tan arquetípica como 'Annabelle'. La saga de 'Expediente Warren' ha mejorado notablemente tras 'La Monja'.
La banda sonora no es reseñable, al menos no de forma positiva. Hay escenas en la que esta se hace insoportable, generando incomodidad en el espectador, pero hemos de suponer que era precisamente esto lo que se buscaba. Más allá de eso, no hay nada que llame la atención en ella.
Un terror más clásico, sin muchas pretensiones
'La Monja' podría posicionarse fácilmente como uno de los mejores estrenos de terror de este año; es un terror algo comercial, que cae en algunos de los clichés y estereotipos que esperamos encontrar en películas de este estilo, pero pese a todo es un miedo que funciona. El espectador entra en la sala esperando recibir justo lo que acaba obteniendo: miedo, sobresaltos, inquietud y terror. La figura en sí de 'La Monja' es soberbia, y el trabajo que Bonnie Aarons hace al darle vida también; recurrir a una figura que debería ser considerada sagrada para aterrorizar siempre es una buena idea. No hay apenas ningún elemento blasfemo, pese a lo que cabría esperar de una película así, y ese es uno de sus puntos débiles.
La saga de 'Expediente Warren' no había hecho más que caer en picado desde que se estrenó 'Annabelle', siendo esta y su secuela sus puntos más bajos. Pero con 'La Monja', da la sensación de que poco a poco comienza a levantar el vuelo de nuevo, demostrando que el terror y una historia consistente pueden ir de la mano. Continúa siendo una película con algunos clichés, hecha para vender, pero tiene mucha más fuerza que las películas anteriores. Si eres fan del cine de terror, disfrutarás durante una hora y media sin demasiado esfuerzo.
Lo mejor:
- Terror clásico
- Brillante interpretación de Taissa Farmiga
- Figura aterradora de la Monja
Lo peor:
- BSO mediocre
- No hay elementos blasfemos como cabría esperar