El 11 de Julio 2017 | 16:50
Cuando el tráiler de una película de terror me atrae, suelo echarme a temblar casi de forma inconsciente. Soy una fanática del cine de terror, trato de ver todas las películas que se van publicando de este ámbito, y disfruto mucho cuando realmente paso miedo. Y quizás sea ese el problema; porque hay pocas películas, a día de hoy, que consigan hacerme pasar miedo. Por regla general, lo máximo que consiguen es darme algún que otro sobresalto momentáneo, una sorpresa desagradable... Pero poco más.
'Llega de noche' ha hecho que todos mis miedos se hagan realidad, aunque quizás no de la forma que hubiera imaginado. Porque en lugar de aterrorizarme, lo único que ha hecho es confirmarme que el cine de terror está de capa caída (con algunas excepciones notables, eso sí). Celeste, una compañera de ZonaRed, me dijo una vez que a las películas de terror no les puedes pedir a la vez que sean buenas y den miedo, porque eso es una utopía; es algo que muy pocas consiguen, realmente pocas. Pero es que a 'Llega de noche' no le puedes pedir ni una cosa ni otra; ni consigue dar miedo, ni es realmente buena. Es una película más, una de las que acaba pasando desapercibida porque tampoco aporta nada del otro mundo.
Empieza demasiado alto, y cae demasiado rápido. Es justo lo contrario a lo que debería esperarse de una película de terror; buscamos que al principio se asienten las bases de una historia que, posteriormente, vaya llevándonos a lugares cada vez más oscuros, más misteriosos. Quizás hay tramas con las que podría funcionar todo lo contrario, pero no ha sucedido con esta película, por desgracia para del director y guionista, Trey Edwards Shults.
Es una película que podría clasificarse como indecisa. No sabe a qué género pertenece, y eso acaba creando en el espectador una sensación bastante desagradable, como de no saber exactamente a qué tiene que enfrentarse. ¿Estamos hablando de una película de terror, de intriga, de una pandemia, de un monstruo...? Y, sobre todo, ¿qué es lo que viene de noche?
Una película que se queda a medias
No hay nada más molesto que salir de ver una película y tener la sensación de que faltan mil cosas por explicar, que no se han adentrado lo suficiente en la trama. Es como ir a bucear a un mar y encontrarse con apenas un charco, en el que si sumerges los pies ligeramente ya has encontrado el fondo. Aunque, en este caso, estamos hablando de un charco de hora y media.
Tampoco me malinterpretéis: es una película que se deja ver, y que puede incluso llegar a enganchar durante un rato. Tiene una trama más o menos pasable, una fotografía muy trabajada y unos actores creíbles. Pero cuando salgáis de la sala del cine, seguramente no dejéis de preguntaros qué habéis visto exactamente, y por qué no han profundizado más en algunos puntos.
Quizás yo sea muy exigente a la hora de ver cine de terror, por eso de haber visto ya cientos de películas. O quizás esperaba mucho más tras haber visto el tráiler (craso error por mi parte: nunca veáis los tráilers antes de ver la película si no queréis poner vuestras expectativas más altas de la cuenta). Lo que sí puedo asegurar es que cuando salí de la sala del cine, no podía dejar de pensar en todos los cabos sueltos que habían ido dejando a lo largo de la película. Los misterios están bien planteados, y son capaces de enganchar a la audiencia, pero luego es necesario ir dándole respuestas a todos. Si no, la sensación generalizada será bastante extraña.
El guión, la trama en sí misma, es más complejo de lo que realmente se acaba llevando a la práctica. Estamos ante una película que podría haber dado mucho más de sí, podría haber sido mucho más interesante, pero acaba perdiéndose en la propia complejidad de la historia y haciendo que todo pierda un poco el sentido. Quizás si se hubieran quedado en un nivel un poco más bajo de complejidad, si no hubieran aspirado a tanto, la sensación no sería la misma.
Pese a todo, y a modo de conclusión, es una película que se deja ver. Que no da para notable, por supuesto, pero que sí consigue un bien bastante raspado. No será una de esas películas que querréis comprar y guardar para siempre en vuestra casa, pero tampoco una en la que os planteéis ir a la taquilla a que os devuelvan el dinero.
Lo mejor:
-Fotografía.
-Actores.
Lo peor:
-Trama inconclusa.
-Un ritmo extraño.
-Una BSO muy vacía.