LEGIÓN: SEGUNDA TEMPORADA

Crítica 'Legión' Temporada 2: La locura de las masas

La segunda temporada de 'Legión' ha comenzado con mucha fuerza, y todo apunta a que continuará así.

Por Maribel Baena 9 de Abril 2018 | 22:00

Durante el año 2017, hubo una serie de Marvel que consiguió ganarse el interés de todos sus seguidores. Por la fuerza de su elenco, por la calidad de sus imágenes y, sobre todo, por la historia que se ocultaba tras todos los detalles técnicos. Fue FX Production la industria de entretenimiento que presentó 'Legión', esta serie, junto con Marvel TV. Se estrenó en febrero del año pasado y, con solo ocho episodios, conquistó por completo a los espectadores. Por suerte, no tardó mucho en ser renovada, y se aseguró la existencia de una segunda temporada; segunda temporada que se estrenó el 3 de este mismo mes.

La primera temporada cautivó a todo aquel que se atrevió con ella; y es que, pese a no ser una serie apta para todos los públicos, por lo enrevesada que puede llegar a ser su trama y la duración de sus episodios, sí que es una serie capaz de enganchar a cualquiera. Todo comenzó con David Haller (excepcionalmente protagonizado por Dan Stevens) como protagonista, un joven que fue diagnosticado con esquizofrenia siendo muy joven. Mas tarda poco en descubrir que lo que tiene no es esquizofrenia, sino que es un mutante.

Se introduce así una historia en la que no tenemos superhéroes de Marvel, sino que los protagonistas son sus mutantes. Hubo quien se sintió ligeramente perdido en este punto, puesto que no terminó de comprender la diferencia entre un superhéroe y un mutante. Mientras que los primeros adquieren poderes por agentes externos, los segundos son una especie de evolución de los humanos; hay mutantes de diferentes generaciones, aunque esto no es algo en lo que se ahonde profundamente en la serie.

David se vuelve el absoluto protagonista desde el primer episodio, pero siempre acompañado de Syd, una joven mutante que tiene también un potencial increíble y que poco a poco se va dejando ver. Cuidado si no habéis visto la primera temporada completa, puesto que en esta crítica, al estar hablando de la segunda temporada, seguramente encontréis más de un spoiler de la primera.

Pese a una estructura narrativa bastante confusa, y pese a un juego entre lo real y lo irreal que hacía prácticamente imposible distinguir una cosa de la otra, lo cierto es que la primera temporada fue un éxito rotundo. Se puede calificar, sin lugar a dudas, como una excelente presentación de Amahl Farouk, también conocido como el Rey Sombra. El Rey Sombra es una entidad de energía casi incorruptible, capaz de poseer a todos los humanos que se les antoje; fue derrotado por el padre de David, y de ahí que este tenga una obsesión por tratar de poseer al protagonista de la serie. Mas al final de la primera temporada, David consigue librarse del Rey Sombra... A costa de contagiar a otro de los protagonistas, a Oliver Bird, el marido de Melanie Bird. Y justo en este punto terminó la primera temporada, dejándonos a todos con la miel en los labios.

Retomamos la historia con más fuerza

Esta segunda temporada continúa teniendo los mismos protagonistas, así como el mismo equipo técnico, y es algo que se nota de forma positiva desde prácticamente el principio. Porque todo continúa con lo que ya dejamos atrás en la primera temporada aunque, en esta ocasión, David es más fuerte y se encuentra mucho más capacitado de lo que nunca lo había estado.

El Rey Sombra anda libremente por ahí, y a su paso va extendiendo una especie de virus mental que parece capaz de aniquilar a toda la población. David debe ahora encargarse de buscarle y acabar con él, para así liberar a la humanidad de la carga que plantea. Mas, poco a poco, va descubriendo que quizás no es tan fácil como podría haber imaginado.

El primer episodio es un planteamiento perfecto de lo que nos esperará durante los nueve restantes: emoción, intensidad, saltos en el tiempo, luchas, unos efectos especiales sobrecogedores y la posibilidad de, a la par, ir viviendo un amor casi adolescente entre dos de los protagonistas. Marvel y FX están haciendo una labor estupenda, creando una serie que nada tiene que envidiar a las que ahora mismo se encuentran entre las más queridas por el público. Este primer episodio dura prácticamente una hora, pero da la sensación de que el tiempo volara gracias al elenco y a la increíble ambientación que tiene 'Legión'.

Ha habido algunos críticos, en Estados Unidos, que han tenido la oportunidad de ver ya la serie al completo. Según ellos, la nueva temporada es exactamente igual que la anterior, aunque avanzando en la trama. Estamos ante una serie que podríamos considerar incluso experimental, que nos permite entrar en la mente de uno de los mutantes más poderosos del mundo. Si bien es cierto que esto hace complicado el seguir el hilo en según qué momentos, hay las suficientes aclaraciones como para que cualquiera que quiera pueda llegar a entender la serie.

Hay quien ha querido puntualizar que es algo más débil que la primera temporada, pero aún así la consideran prácticamente al mismo nivel; y hay quien ha señalado, directamente, que es una "perfecta ilusión: puede ser increíble, pero es rara vez impenetrable". No puede haber una descripción mejor, para ser fieles a la verdad y a la serie en sí misma.

Dan Stevens: mejor mutante que Bestia

Uno de los puntos fuertes de la serie continúa siendo el hecho de que Dan Stevens sea el protagonista. El año pasado ya pudimos verle en otros papeles tan importantes como el de Bestia, en la producción de Disney; y si bien ahí estuvo impecable, como David Haller es algo incluso superior. Su mirada es capaz de transmitir el auténtico desconcierto, a la par que una fiereza increíble. Haller es un hombre que se siente perdido, que se ha visto toda su vida atormentado por una enfermedad que al final acabó siendo un simple parásito del que consiguió deshacerse. Y, pese a todo, se sigue sintiendo en cierto modo atado a ese parásito. Sabe que tiene una conexión especial con él, y que solo en sus manos está el acabar con este mal.

Todo esto es capaz de transmitirlo Stevens con tan solo una mirada, y es algo que, como espectadores, debemos valorar ampliamente. Junto a él, el resto del elenco es lo suficientemente bueno como para conseguir que el público se abstraiga durante la hora completa que dura el episodio. No hay necesidad, ni ganas, de mirar el móvil en ningún momento, o de desconectar de la serie para hacer otra cosa. Y, al finalizar, queda una especie de sensación de vacío.

Por otra parte, los efectos especiales, el color, el sonido y la calidad técnica en general siguen siendo casi de otro mundo. Hay pocas series que tengan una calidad tal y consigan, al mismo tiempo, no tapar la trama con tanto efecto. No son una máscara, sino un potenciador.

La segunda temporada de 'Legión' promete ser, de nuevo, de sobresaliente. Noah Hawley, el creador de la serie, está demostrando ser un auténtico genio de la pequeña pantalla con todo lo que está haciendo. Esperemos que en los próximos episodios consigan mantenerse a la altura de nuestras expectativas, y continúen seduciéndonos de esa forma tan característica. Como apreciación personal, he de señalar que pocas series han conseguido maravillarme tanto y a tantos niveles.