Crítica 'La Niebla' de Netflix: cuando el terror nace del propio ser humano

Como ya sabéis, suelo andar más por la sección de videojuegos aquí en Zonared. Actualidad por aquí, retro por allá... Digamos que toco un poco de todo. Pero os confesaré un secreto: la culpa de que el género del terror en consolas sea uno de mis favoritos la tiene el cine. Y bien podríamos decir que personajes como Stephen King ayudaron en su día a que un niño curioso pero también asustadizo, disfrutase y a su vez sufriese con algunas de las historias más fascinantes que jamás se han contado. Es el caso de 'El Resplandor', que todos conocemos sí. Pero también de otras muchas obras del genial escritor que han llegado a la gran pantalla. Y de entre todas ellas, hay una que me cautivó especialmente: 'The Mist', o también conocida como 'La Niebla'. Y no hablo solo del film de 2007, dirigido por Frank Darabont, sino también de la película de 1980, de la mano del mismísimo John Carpenter. En ellas, se contaba una historia de terror capaz de jugar con lo explícito y también con lo psicológico, pero sobre todo, se contaba una historia que se podía percibir real más allá de los elementos fantásticos de los que hacía gala.

¿A qué tenemos miedo realmente?

Porque esa fue, y sigue siendo una de las grandezas de aquella obra frente a otras de su género: la capacidad de hacernos creer que, salvo los monstruos en sí mismos, o más allá de los fenómenos paranormales, el ser humano actuaría de aquella misma forma ante acontecimientos parecidos. La prueba de que no es necesario meter zombies de por medio para crear una película o una serie que trate un mundo "apocalíptico" de un modo mucho más auténtico, terrorífico y apasionante. Porque nunca sabes qué puede hacer la niebla contigo. Si te dejará marchar, si provocará la aparición de tus peores miedos, o si tomará forma con una aberración capaz de pararte el corazón nada más verla. Es por todo eso y mucho más, que cuando vi 'La Niebla' en Netflix, mientras estaba buscando quién sabe qué, casi di un salto del sillón. ¿De verdad acababan de crear una serie basada en todo aquello? Efectivamente así era, y yo me disponía a rememorar aquellos viejos tiempos...

En total, 10 episodios que mezclan de forma muy interesante tanto el libro, como las dos películas. Solo que aportando también algo de cosecha propia para crear una producción que, si bien puede gustar más o menos en función de vuestros gustos, sabe rendir homenaje a la obra en la que se basa. En ciertas cosas es mejor (no en muchas), y en otras es peor (tampoco en tantas como se ha dicho), pero en todo momento te mantiene atrapado con los mismos estandartes que hicieron famosa la película: la intriga constante, los interrogantes que te asaltan, los personajes que se vuelven locos, y por supuesto los fenómenos más extraños que trae una niebla que, vete a saber de dónde ha salido. Todo eso está presente en la serie, y además lo enfoca de un modo algo distinto a lo que habíamos visto hasta ahora.

Los personajes y su evidente papel

Empezando por los personajes, que son uno de los elementos clave de la serie frente de la película. Porque, en esta ocasión, sus creadores se aseguran de que los conozcamos bien, y de que podamos intentar predecir cómo actuarán ante todo tipo de situaciones. Sí, al principio la serie se encarga de presentar a los más importantes, e incluso puede que se tome demasiado tiempo en aspectos que al fin y al cabo no serán importantes para el grueso del arco argumental. Pero acaba sirviendo para que nos encariñemos u odiemos más a todo el elenco de protagonistas que se cruzarán e interactuarán en momentos críticos. Y eso se agradece mucho cuando los giros de guión, que son más constantes de lo que parece, nos dan sorpresas que ni siquiera nosotros hubiéramos imaginado.

Muchos no dejan de ser tópicos y arquetipos de héroes, villanos, polis frustrados o curas con más secretos de la cuenta, pero lo importante no es tanto el contexto que suponen, sino la sensación de que evolucionan, de que sorprenden y de que tanto si duran más o duran menos, van a tener su momento "estrella". Porque sí, amigos, evidentemente hay muertes, hay traiciones, hay locos, y hay héroes. Pero lo mejor es que, con alguna que otra excepción, aquí no hay ningún bueno y tampoco hay ningún malo. La serie juega constantemente con el espectador para hacerle creer lo que ella quiere, y los papeles se pueden tornar en cualquier momento. Puede que la niebla esté jugando incluso con el espectador...

La niebla, que todo lo separa

Si habéis visto la película, bien sabréis que tiene un claro protagonista aparte de la temida niebla que envuelve todo el pueblo: el centro comercial. Un sitio lógico para esconderse cuando la niebla empieza a tener presencia en todos lados. No solo porque ahí es donde se encuentra un mayor número de gente en aquel momento, sino porque todos los que están fuera, saben que ahí quizás se encuentren con sus seres amados. Por no hablar de la posibilidad de encontrar comida, ropa... Pues bien, la serie no es ninguna excepción. Solo que generará tres frentes abiertos al mismo tiempo, cuyos finales acabarán, como no, entrelazados de forma magistral. Estará el centro comercial, donde se formarán distintos grupos, y en el que se llegarán a regir leyes y normas con consecuencias graves para quienes no las acaten, estará un grupo formado por el protagonista, el cual vivirá toda una aventura en busca de su mujer y su hija, y estará también la iglesia. La cual merece un punto y aparte en esta crítica.

Y la razón es muy sencilla: supone uno de los puntos fuertes de la serie, y un gran elemento de cosecha propia. Si en el centro comercial es donde sentimos más emociones, por recordarnos constantemente a la película, y por disfrutar, en su estilo más puro, del miedo de las personas a algo desconocido y de los actos que pueden realizar ante ese miedo o ante la falta de nutrición, en la iglesia las cosas se ponen aún más negras. Porque además de tocar esa parte de la psicología y el comportamiento humano, también mezcla todo eso con la religión. ¿Qué pasaría si en un momento de desesperación encontramos personajes fanáticos? ¿Y si se forman dos grupos entre los que creen en Dios y los que creen en algo peor, o por lo menos distinto a él? Aquí entran en juego dos de los personajes más memorables de la serie, y se viven escenas realmente impactantes.

¿Qué es la niebla?

Lo que me lleva, irremediablemente, a hablar de la propia niebla. ¿Qué es? ¿De dónde proviene? ¿Por qué ataca a unos y a otros no? ¿Por qué tiene tantas formas distintas de atacar o de manifestarse? Pues aunque muchas de esas preguntas llegan a tener indicios de respuesta en la serie, cabe decir que es uno de los puntos que menos me ha gustado con respecto a la película (o por supuesto al libro). Sí, veremos escenas grotescas; sí, aparecerá algún ser diabólico; sí, seremos testigos de como el ejército sabe algo al respecto; y sí, habrá personajes que hablarán sobre su posible naturaleza. Pero la sensación al final es de que la película trataba el tema de una forma más explícita. Se centraba menos en los personajes, sus historias y por supuesto la psicología humana, para dar un mayor protagonismo a los fenómenos paranormales, los seres sobrenaturales o las preguntas sobre qué los estaba atacando.

Mucho ojo. Esto no implica que la niebla no tenga protagonismo en la serie, o que nos quede una sensación de vacío. Sino, simplemente, que los que estén esperando una sucesión de muertes, una tras otra, o los que quieran terminar la temporada con todas las incógnitas resueltas, van a encontrarse algo ligeramente distinto. Quizás el motivo sea que la siguiente temporada se centre más en ello, y de hecho el final de la primera deja el camino muy allanado para que así sea. Pero imaginamos que el hecho de que la realicen o no, va a depender del éxito que esta tenga, y que por lo tanto no está al 100% asegurada.

Una base muy sólida

Al final, la sensación que nos deja es muy clara: han creado una base realmente sólida, con personajes bien construidos y que pueden dar mucho de sí, capaz de convertir a 'La niebla' en algo más que un argumento cerrado. El problema es que si al final acabara aquí, sí estaríamos hablando de una historia inacabada, y de un producto muy inferior a los que conocíamos hasta hoy. Si por lo contrario continúa, tiene la posibilidad de crear una serie mítica. De todas formas, y aún con esa pregunta en el aire, mi recomendación es sencilla: si te consideras fan de la obra, o si simplemente te gusta el terror o un buen thriller, es imprescindible que la disfrutes y la puedas valorar por ti mismo. No te defraudará. Si por lo contrario esperas un terror más directo, quizá debas buscar en otro sitio (¿'It'?), pues la propuesta que sus creadores han puesto encima de la mesa podría nublar tus expectativas. Nunca mejor dicho.