El 29 de Diciembre 2017 | 09:35
No he visto oportuno comenzar esta crítica de otra forma que confesándome. He de admitir que, cuando vi por primera vez el cartel de la película de 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' me prometí a mí misma que no iría a verla. Y me engañé total y completamente.
Lo primero que pude observar es que todos los chicos iban vestidos totalmente listos para la acción, mientras que la única chica que había llevaba una ropa muy sexualizada; es el tipo de ropa que nadie querría usar para perderse por la jungla, con la que obviamente se busca despertar el interés del público masculino. Eso me echó para atrás desde el primer momento, puesto que prejuzgué la película basándome en un vestuario. Y, aunque es cierto que el vestuario está muy sexualizado, esto tiene un "motivo" que no se puede ver a simple vista.
Posteriormente, pensé que sería imposible que me gustara porque igualar la primera película de 'Jumanji' era algo totalmente fuera de su alcance. ¿Cómo iban siquiera a alcanzar lo mucho que esa película marcó las infancias de todos los que la vimos? ¡No podía ser! Caí en eso que siempre había criticado, y me dejé llevar por el factor nostalgia a la hora de criticar una película a la que ni siquiera le había dado una oportunidad.
Mas cuando finalmente se estrenó, hará una semana, decidí que quizás ir a verla no sería una mala idea. Fui acompañando a gente que sí que quería verla, y fui justo el día del estreno. No esperaba absolutamente nada de ella, puesto que pensaba que sería una decepción en toda regla. Y cuál fue mi sorpresa al ver que los minutos se me pasaban y, poco a poco, la idea me parecía cada vez mejor; no solo me gustaba el planteamiento de la película, sino que también conseguí reírme mucho. Fueron casi dos horas de entretenimiento en la que no sentí, ni por un solo momento, que me estuviera aburriendo. ¡Disfruté muchísimo! De verdad, no os imagináis hasta qué punto esto llegó a sorprenderme.
Quizás fue porque no esperaba nada, quizás porque creía que me iba a encontrar algo mucho peor... La conclusión a la que llegué fue que no se debe juzgar un libro por su portada, ni una película por su póster. Algo que debería haber sabido hace mucho tiempo, pero que no fue hasta la semana pasada que comprendí plenamente. Y, tras haberme explicado, paso por fin a la crítica.
Esta vez, nosotros vamos a Jumanji
'Jumanji: bienvenidos a la jungla' comienza, como siempre, con un joven encontrando el juego de Jumanji, y los típicos tambores sonando. No obstante, ya no nos encontramos en el mismo año que en la película original, y las cosas ya no funcionan así. Ya nadie juega a juegos de mesa, y Jumanji acaba desechado en un rincón. Y es que el chico que se encuentra el juego prefiere optar por la videoconsola.
Pero el juego es capaz de adaptarse a su entorno y, a la mañana siguiente, Jumanji se ha transformado en un videojuego. ¡Adaptarse o morir, dicen! Y Jumanji prefiere adaptarse a morir, y es justo lo que hace. De esta forma, obtiene a su primer jugador, que acaba perdido en la jungla hasta que nuestros cuatro protagonistas finalmente deciden comenzar a jugar. Con este planteamiento comienza una película que promete diversión y entretenimiento a raudales, y que, sin lugar a dudas, consigue darlo.
Pasan veinte años hasta que, por fin, cuatro adolescentes encuentran Jumanji y deciden jugar. Es entonces cuando aparecen en medio de la jungla, y ven cómo sus físicos han cambiado completamente y ahora son los avatares que habían elegido. Esto les hace sentirse muy desconcertados en un primer momento, pero no debemos olvidar que son jóvenes que están acostumbrados a los videojuegos y no tardan en comprender cómo funciona todo en Jumanji. ¡Y comienza el juego!
La diferencia fundamental entre este Jumanji y el que nosotros ya conocíamos, de haberlo visto en la película original, es que son dos conceptos de juego totalmente distintos. No hay dados, no hay casillas; hay distintos niveles, como en todos los videojuegos, y deben ir superándose uno a uno. Además, los personajes que se van encontrando en Jumanji les ayudarán a superar las pruebas, siempre y cuando hagan las preguntas acertadas.
Hay millares de trampas que pueden acabar costándole la vida, y solo disponen de tres vidas cada uno, algo que les hará sentirse bajo presión en más de una ocasión. Y es que este juego tiene un nivel de dificultad bastante alto, y deben saber perfectamente que cada paso en falso que den puede costarles muy caro. Descubrirán la importancia de trabajar en equipo, del esfuerzo, de la empatía. Se verán a sí mismos como no se han visto nunca y, justo así, será como más aprenderán a conocerse.
Un elenco excepcional
La película es lo suficientemente divertida como para que se pasen las dos horas rápidamente, pero si a eso le sumamos que el trabajo de los actores es increíble, obtenemos como resultado un film que merece la pena ver en el cine. La frescura de Dwayne Johnson, el desgarbo de Jack Black, la inocencia de Karen Gillan y la simpatía de Kevin Hart harán que el espectador consiga empatizar con absolutamente todos ellos, y acabe cogiéndoles cariño, pese a lo diferentes que son entre sí. ¡Y eso sin contar con la actuación estrella de Nick Jonas, al que llevábamos mucho sin ver en la gran pantalla!
Los escenarios son, además, totalmente creíbles. Los animales que van apareciendo, las situaciones a las que los protagonistas tendrán que hacer frente, todo parece protagonizar de verdad un videojuego. Y eso hace que el espectador se pueda meter fácilmente en la película, sin necesidad de pensar demasiado. Porque eso es lo que 'Jumanji: bienvenidos a la jungla' pretende: entretener, divertir a toda la familia sin que estos tengan que esforzase.
El hecho de que en lugar de ser un juego de mesa sea un videojuego no es para nada inverosímil, sino que es uno de los puntos fuertes de la película. Si el mundo va cambiando, ¿por qué no va a hacerlo Jumanji? No obstante, sí que hay una diferencia fundamental entre esta película y la primera: esta es mucho más fresca, mucho menos dramática. No te mantiene en tensión constante durante tanto tiempo, no da miedo en algunas escenas. Da la sensación, en todo momento, de que el final debe ser bueno sí o sí, y eso hace que te despreocupes considerablemente. Esto no es algo malo en sí mismo, pero sí es algo a tener en cuenta.
Es una película de acción y comedia que se puede disfrutar con los más pequeños de la casa, y en la que las risas están aseguradas. Si nos basamos en el factor nostalgia a la hora de juzgarla (algo que casi hice, por desgracia), sí que perdería muchos puntos. Pero hemos de tener en cuenta que es una nueva versión de Jumanji, mucho más moderna, más adaptada a nuestro contexto actual, y no una película que pretenda suplantar a la original. Debemos dejar a un lado lo mucho que pudo habernos marcado la original, y centrarnos en ver lo que tenemos ante nosotros, puesto que solo así seremos capaces de disfrutarla.
Personalmente, me alegro mucho de no haberla prejuzgado. De haberme decidido a ir al cine a verla, y haber podido juzgar tras haberla disfrutado. Porque solo así se pueden juzgar realmente las películas. ¡Y esta no merece menos de un notable!
Lo mejor:
- Su frescura.
- Una película muy entretenida.
- Un elenco muy bien elegido.
Lo peor:
- Tiene poco que ver con la original.
- Banda sonora pasable.