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Crítica 'Fe de etarras': La nueva controvertida comedia de Netflix

No podría haber un mejor día que el 12 de octubre para estrenar esta sátira con una producción de Netflix.

Por Celeste Romero 13 de Octubre 2017 | 19:51

El 12 de octubre se celebra la Fiesta Nacional de España. No podrían haber escogido otro día más adecuado para estrenar 'Fe de etarras'. No soy la mayor amante de este país, de hecho lo aborrezco por momentos pero al ver por primera vez el tráiler de esta película, pensé... ¿a quién se le ha ocurrido? Un tema tan serio como ETA no puede ser tomado en tono de comedia nunca... ¿o sí? Parémonos a pensar. Christopher Morris nos presentó en 'Four Lions' una sátira sobre terroristas islámicos patosos dispuestos a atentar en Londres. Como es comprensible, esta cinta generó una gran controversia allá por 2010 y nos hizo plantearnos una pregunta, ¿hasta cuándo el humor negro llega a ser inadmisible? Algunos piensan que siempre lo es, en mi opinión, hasta que se hace de forma casposa. Todo cuanto hacemos recae en el modo de hacerlo, 'Fe de etarras' consigue realizar una sátira hacia la organización terrorista nacionalista vasca de una manera inteligente, sensible y humana.

 

Una trama muy interesante

Año 2010, un calor infernal sobre la capital del país. Un peculiar y disfuncional comando de ETA se atrinchera en un piso franco a la espera de recibir una llamada, que parece que nunca llega, para pasar a la acción. Mientras tanto, la Selección Española de fútbol va avanzando triunfalmente en el Mundial de Sudáfrica y todo el mundo lo celebra a su alrededor. Un enclave perfecto para situar a un comando de este calibre. Todo el mundo a su alrededor celebra la victoria del equipo nacional, todos salvo este piso franco, situado en un edificio cualquiera, de una calle cualquiera de la bulliciosa ciudad Madrileña.

Humor y tensión

Un punto positivo de esta cinta es, sin duda su humor. Al pensar en cine español de comedia, solemos pensar en cuerpos femeninos desnudos, sumados a un vulgar vocabulario. Esta película, en este aspecto es totalmente distinta. Presentado un humor inteligente y medido al milímetro. Gracias al personaje de Julián López, que actúa como el desahogo cómico cuando las cosas se ponen demasiado tensas. Y es que, no sólo se mueven por momentos de humor, si no que también hay escenas de tensión perfectamente hiladas con la comedia. Un ejemplo claro de esto es el prólogo del filme, si no conoces la película y la ves sin conocer nada de ella, jurarías por esta escena que se trata de un drama o, incluso, una historia policial. Diálogos muy bien cuidados. Una sátira, perfectamente hilada que trata con suma delicadeza un tema tan controvertido, como es el de ETA. Sin duda, una gran labor por parte de sus guionistas, Diego San José y Borja Cobeaga.

 

Chistes previsibles en algunos momentos

Algo negativo puede ser que aburra. He oído comentarios de varios espectadores tachándola de aburrida, puesto que las bromas no tienen lugar a lo largo de toda la historia y en momentos la cinta se hace cuesta arriba. Por momentos quieres que Julián López salga y haga su chiste de turno, para romper con esa cotidianidad. Los chistes pueden no ser efectivos con todo el mundo, en mi caso sí lo fueron, pero he de admitir que algunos gags sonaron forzados o previsibles.

 

Un gran elenco actoral

Como protagonistas de esta historia tenemos a Javier Cámara, Julián López, Miren Ibarguren y Gorka Otxoa. Todos estos actores ejercen bien su papel, pero sin duda son Javier y Julián quienes salvan la película. Tanto la subtrama de Javier, como el humor absurdo de Julián, dejarán claro que ambos son los que desarrollan la película y mezclarán las escenas de humor y tensión que he mencionado en el párrafo de arriba. También podremos ver a Ramón Barea, Tina Sáinz y Luis Bermejo. Con apenas tres o cuatro personajes, se hace una representación muy clara de una sociedad española, la vecina entrometida, el vecino cuñado, los vecinos inmigrantes... Una sociedad unida gracias a las múltiples victorias de la Selección Española en el famoso Mundial de Sudáfrica. Ya que hablamos de este acontecimiento deportivo que marcó a todo un país, hay que mencionar que la mayoría de los chistes y gags recaen en este concepto y puede que llegue a cansar a muchos. Pero sin duda, es curioso ver a un etarra con un gorro y una bufanda de España, para qué engañarnos.

 

Algunos planos interesantes

La mayor parte de la película transcurre en este famoso piso franco. Una vivienda que parece sacada de 'Cuéntame'. Una casa agobiante, que es un claro reflejo de la presión a la que están sometidos su protagonistas, sobre todo el personaje de Miren Ibarguren. La fotografía de la película cumple, no es el mejor trabajo que verás en tu vida cinéfila, pero tampoco espanta. Hay algunos planos muy interesantes, sobre todos los protagonizados pro Javier Cámara. La música actúa acorde al relato, pero tampoco sobresale, no es algo que querrás escuchar al terminar de ver la película.

 

Publicidad que dio de qué hablar

Si sueles andar por las redes sociales, habrás visto que la llamativa publicidad de esta cinta dio mucho de qué hablar. Y es que, el tema que trata es el principal atractivo de la película. Es una historia original, pocas veces vistas en el séptimo arte y, pese a que no logran desarrollarla a la perfección, resulta ser una cinta de lo más satisfactoria. Gracias a su humor inteligente y sus grandes actuaciones. Algo digno de nombrar es que en ningún momento se habla o menciona sobre las vidas que ETA se ha cobrado a lo largo de su trayectoria. Esto es quizás, otra forma de tratar el tema sobre el respeto absoluto. Y es que, como hemos visto con 'Fe de etarras', es posible ver una historia de humor negro desde el respeto y sin dañar a nadie. Sin duda, es una película que merece la pena ser vista. No pensarás que has perdido el tiempo y, seguro que al terminarla, pensarás que tanto su publicidad como todas las malas críticas que le han caído (sobre todo por espectadores que ni siquiera se han dignado a verla), son exageradas.