Sin duda alguna, Quentin Tarantino es uno de los directores más queridos de los últimos años y una de las razones es porque es fiel a su estilo. Aunque cambie la temática o escriba historias de diferente forma, siempre pondrá todo su empeño en mostrarnos lo que realmente le hace único. Dicho estilo ha conseguido formarlo en nueve excelentes películas, a cada cual más querida. Cierto es que algunas de ellas son de una calidad superior a otras pero todas cuentan con ese toque Tarantino que tanto nos enamora. El director causa sensación cada vez que una de sus cintas es estrena y no es para menos.
Personajes recordables
Este año tenemos nuestra ración de Quentin con 'Érase una vez... en Hollywood' con un elenco envidiable. Nos encontramos en los años 60 y conoceremos la historia de Rick Dalton, un famoso actor que no está pasando su mejor momento y su doble de acción Cliff Booth. A todo esto hay que sumarle la mudanza del matrimonio más famoso del momento a la casa de al lado de Rick, el formado por Roman Polanski y Sharon Tate. Entre una cosa y otra, podremos apreciar la Hollywood de la época y disfrutar del día a día de estos dos encantadores personajes.
Un elenco protagonista excepcional
Lo que más consigue llamar la atención al ver el precioso póster de la película es su trío protagonista. Y es que sin duda, este será el punto más importante y el que más gustará a la mayoría de los espectadores. Podemos ver a un Leonardo Dicaprio sublime, como nos tiene acostumbrados. Desde hace unos años nos dimos cuenta de que estamos ante uno de los mejores actores de la historia del cine, al menos, uno de los que más trabajan y más cariño ponen en cada uno de los personajes a los que interpreta. Esta ocasión no iba a ser menos y es que estamos ante una gran actuación de Leonardo, nos creemos a Rick y sentimos lo que él llega, es decir, nos transmite todo con sólo un gesto. En cuanto a la otra parte protagonista, podemos decir que más de lo mismo sin llegar al nivel de Dicaprio. Brad Pitt se queda con el papel molón, el que más risas conseguirá sacarnos pero también el más misterio. Nos ha encantado ese misterio que envuelve a Cliff, no sabemos nada de su pasado, salvo por alguna que otra pincelada y nos encanta imaginar cómo habrá sido su vida. En cuanto a la otra gran baza de la cinta, Margot Robbie demostró no ser sólo un rostro bonito con películas como 'Yo, Tonya' y ahora no iba a ser menos, regalándonos un gran homenaje a la querida Sharon Tate.
Momentos inconexos
Estos actores no tendrían nada si no fuera porque el gran trabajo de Tarantino en el guión. Lo mejor de esta historia es sus personajes, quienes están muy bien escritos y desarrollados, nos preocupamos por ellos pero, sobre todo, nos los creemos. Hablando del guión, quizás la historia peca de ser un tanto inconexa, no dejamos de ver escenas que poco o nada tienen que ver con la historia principal. Momentos que hacen preguntarnos, ''¿Qué camino pretende tomar con esto?'', notamos la trama como un batiburrillo de anécdotas infinitamente divertidas que no llegan a ninguna parte. Toda esta parte meramente negativa se salva gracias al último tramo de la cinta. Nos encontramos un final apoteósico que hace que merezca toda la espera. Como sabemos la cinta tiene una duración de casi tres horas, pese a ser de lo más entretenida en su mayoría, en ocasiones cuenta con escenas que pueden llegar a aburrirnos. Todo esto será recompensado con el increíble final que hemos mencionado anteriormente y es que con sólo eso, ya merece la pena comprar la entrada en la taquilla del cine.
Técnicamente envidiable
Que el nombre de Tarantino aparezca en un cartel es símbolo de calidad. Y es que los cinéfilos más técnicos también disfrutarán mucho esta cinta. Nos encontraremos con planos de gran calidad, algunos más llamativos que otros, pero todos con el estilo propio del cineasta, sin olvidarnos nunca de los pies desnudos que tanto ama. El montaje es una locura, en el buen sentido de la palabra, la cinta irá como la seda y no se hará pesada gracias a esta parte técnica. La banda sonora se basa en canciones de la época que no hacen más que ensalzar las imágenes que estamos viendo en la gran pantalla. Algo que llamará nuestra atención es el excelente trabajo de producción y la puesta de escena. Cada detalle cuenta, desde el mínimo objeto en una esquina, hasta lo más obvio a la vista, estará situado perfectamente en la época. Los decorados y escenarios resultan bonitos a la vista, por no hablar del vestuario, otro gran punto, jugando con colores llamativos y estilos de la época que quedan perfectos con la extravagancia que se vivía en los 60 en la ciudad de las estrellas.
De lo mejor del año
En resumen, podemos afirmar que nos encontramos con la mejor película de lo que llevamos de año, pese a tener algún que otro fallo. Hay que mencionar que este año no hemos visto grandes cintas y se agradece que una de las mejores sea una historia totalmente original en un industria que está saturada de remakes y segundas partes. Posee algún que otro fallo en su guión, pero lo sabe compensar con grandes y recordables personajes y un final que será muy difícil de olvidar. El elenco protagonista está de Óscar, cosa que no nos extrañaría si se diese el caso el próximo mes de febrero. Estéticamente es una delicia y cuenta con un aspecto técnico envidiable. Sin duda, Tarantino ha conseguido hacer un buen homenaje a este arte que tanto amamos. Pese a todo, se trata de una película tan personal que puede que no guste al público general, a esto hay que sumarle sus 165 minutos, que pueden echar para atrás a más de uno. No es la mejor cinta del director, pero sí de lo mejorcito del año.