Una nueva serie de animación ha llegado este mes de agosto al cartel de Netflix. Y no hablamos de cualquier producción, sino de la nueva obra de Matt Groening, el creador de 'Los Simpson', una de las serie más famosas de la historia de la televisión. A pesar de la calidad indiscutible de la familia de Springfield, no es menos cierto que las últimas temporadas han ido decayendo y la crítica ha sido bastante dura con esta bajada de calidad de la serie.
Con '(Des)encanto' Groening tenía la posibilidad de volver a demostrar su popularidad, sobre todo después de la finalización de 'Futurama' y el vago devenir de los últimos años de 'Los Simpson' que os hemos comentado. La realidad es que esta producción vuelve a dejar algunas dudas bajo el implacable peso de dos series que han hecho mella en los espectadores durante más de dos décadas.
Un reino y una princesa nada corrientes
La primera temporada de '(Des)encanto' nos presenta la figura de la princesa Tiabeanie del reino de Utopía. A pesar de que en un primer momento pudiera parecer que hablamos de la típica historia de cuentos de hadas, nada más lejos de la realidad. Tiabeanie no es la princesa que se espera de una historia de Disney, le gusta emborracharse, las peleas, el juego, que nadie le diga lo que tiene que hacer, y ser libre para vivir su propio destino. La trama de la serie comienza cuando su padre le obliga a casarse con el hijo del rey de un reino vecino, y es ahí cuando la princesa se niega a tener que vivir el resto de su vida como una esposa y madre fiel.
Ante tal noticia, y el desencanto de ésta, surge la figura de Luci, un demonio que le muestra siempre su lado más negativo. Luci siempre será esa voz de su conciencia que le dirá que incumpla las reglas y sea ese alma rebelde que Tiabeanie desear ser.
Al mismo tiempo que se está preparando esta boda real en Utopía, en el reino de los Elfos hay un miembro de la comunidad que no quiere seguir las tradiciones marcadas, como Tiabeanie. Este reino se caracteriza por la amabilidad, la sonrisa, la felicidad y por comer golosinas. Elfo, no se complicaron mucho a la hora de poner nombre al personaje, no quiere esa vida de relax y confort y marcha al mundo real en busca de aventuras, no sin antes hacerle un "trabajito" a la hija del rey del Reino Elfo.
Tras una serie de acontecimientos, estos tres personajes se encuentran y es cuando comienza la historia de '(Des)encanto'. A pesar de que no estamos ante un guión de gran complejidad, los primeros episodios se hacen demasiado lentos, incluso pudiendo afirmar que la primera mitad de la temporada podría echar a más de uno para atrás.
Lo que sí es relevante, a diferencia de las dos obras anteriores de Groening, es que '(Des)encanto' sigue una trama argumental, es decir, que aparte de tener un contexto general de los protagonistas, los hechos de los capítulos se relacionan entre si, ofreciendo un producto más acorde a las series actuales que esos episodios que poco o nada tienen que ver como vemos en 'Los Simpson'.
Después de la primera mitad de la temporada, la serie comienza a ganar enteros, finalizando de forma muy acertada y dejando un buen sabor de boca para nuevos capítulos en el futuro. El gran problema es que no todo el mundo llegará a terminarla. Nosotros os recomendamos que le deis una oportunidad porque al final la serie entretiene.
El gran peso de '(Des)encanto' lo tiene este trío tan peculiar. Los protagonistas van evolucionando de forma positiva tras el devenir de los episodios. Por ejemplo, Elfo comienza siendo muy ingenuo, a pesar de las innumerables traspiés que va sufriendo. A medida que avanza la serie, se va convirtiendo en un personaje mucho más atrevido y que no dudará en hacer cualquier cosa para ayudar a sus dos amigos.
Luci, el demonio, destaca de forma muy positiva, siendo inevitable la comparación con Bender de 'Futurama'. Estamos ante ese rebelde, que le da igual todo y que nos sacará más de una sonrisas con sus comentarios ácidos y su humor negro.
El peso del recuerdo
Una vez comienzas a ver '(Des)encanto', y más sabiendo de donde viene, es inevitable compararla con sus hermanas mayores. Pero esto es un error. La serie está un nivel más bajo que 'Futurama' y que la buena época de 'Los Simpson', ¿es por esto que podríamos catalogarla como una mala serie? Para nada.
Para ver '(Des)encanto' hay que ir con la cabeza libre de comparaciones, como si fuera una producción ajena a Groening. Hay muchas pinceladas del creador, muchas cosas nos recordarán a sus dos series más afamadas. Pero esta producción de Netflix está un escalón por debajo de ésta, pero la realidad es que la gran mayoría de las series de animación en la actualidad lo están, estamos hablando de dos producciones icónicas de la historia de la televisión.
Teniendo esto claro, lo cierto es que '(Des)encanto' busca ofrecer una crítica de la sociedad actual, como todas las creaciones de Groening, pero su humor no llega a ser tan rebelde como se hubiera esperado. Cierto que hay momentos que te levantan una sonrisa, pero en el contexto general no se ve esa fuerte carga que hubiéramos deseado. Algunas de estas bromas e ironías son demasiado obvias, por lo que no llegan a sorprender al espectador como se hubiera esperado de Matt Groening.
Lo que sí tendremos son grandes referencias a diferentes series de la actualidad, tales como 'Juego de Tronos, 'Vikings', o las propias 'Futurama' y 'Los Simpson'. Tampoco falta el análisis de la actualidad del mundo en esta obra medieval, por lo que siempre se estará hablando de algo que tiene referencia con nuestro día a día.
Conclusión
'(Des)encanto' llega al plantel de series de animación de Netflix como la gran apuesta de este mes de agosto y del verano. Lo cierto es que no es la mejor producción de esta índole que podremos encontrar en esta plataforma audiovisual. A la serie le cuesta arrancar y se hace lenta por momentos, pero con el transcurso de los capítulos va evolucionando y se convierte en una apuesta entretenida. El gran problema es que viene de donde viene, y tiene un peso demasiado alto sobre sus espaldas.
Lo que podría ser un beneficio para su popularidad, se convierte en uno de sus mayores problemas, dando como resultado el inevitable pensamiento de que Matt Groening poco más destacable puede dar a la industria del entretenimiento. A pesar de todo, '(Des)encanto' es una serie que merece la pena ver, que contiene una crítica a la sociedad algo menos profunda que otras producciones, pero que debéis darle una oportunidad.
Como consejo, os recomendamos que la serie la veáis en versión original, ya que muchas de las bromas o chascarrillos se pierden tras la localización de la serie al castellano, lo que hace que baje de calidad frente al doblaje original. Por todo esto, os animamos a que disfrutéis de la serie con la mente clara y limpia de recuerdos del pasado, ya que será una gran opción para pasar estos últimos y calurosos días del verano.