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Crítica 'Damnation', en Netflix: El revólver del cura revolucionario

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Crítica 'Damnation', en Netflix: El revólver del cura revolucionario

Por Xose Llosa

El 5 de Febrero 2018 | 12:41

'Damnation' se acaba de estrenar en Netflix. Un predicador cristiano agita las conciencias obreras de granjeros huelguistas.

El ritmo incansable de Netflix lleva a estrenar al mismo tiempo 'Altered Carbon' y 'Damnation'. A la espera de que en Zonared nos sumerjamos en la primera, llega la hora de adentrarse en 'Damnation'. Producida por Netflix y Universal, 10 episodios componen la primera temporada de esta serie de época. Como explica el guión, "el marxismo europeo" dejó las principales revueltas y revoluciones a lo largo de Europa y América Latina durante el Siglo XX. Sin embargo, mucho menos explorado a ojos del Viejo Continente está el movimiento obrero en terreno Norteamericano. Ahí nos quiere llevar la historia de Tony Tost. A la Gran Depresión de Estados Unidos, un pequeño pueblo de Iowa en el que un predicador y su esposa espolean las huelgas de los granjeros de la zona.

Damnation

La Gran Depresión del 29 es un tema que ha vuelto a ser conversación fuera de las facultades de ciencias sociales. Los paralelismos con la crisis de 2008 han invocado el análisis cíclico del sistema económico, renovando el interés sobre el crack de los años 30. Los suicidios son una de las imágenes célebres de aquel entonces, cuando el desplome financiero empujó a los grandes corredores de bolsa a dejar su vida caer de los altos edificios de las urbes. Esa es la estampa del 29. Sin embargo, 'Damnation' se aleja de esas grandes ciudades, para acercar la vivencia de los más humildes. El precio de venta del trigo y la leche desplomado ha empobrecido notablemente la vida rural, y los campesinos se comienzan a unir en pequeñas comunidades de obreros. Mientras tanto, la visión compasiva para con los magnates de las finanzas suicidándose de pura desesperación, en 'Damnation' da paso la visión de los grandes bancos como verdaderos villanos de esta historia. En cuanto la economía se comienza a recomponer, la especulación se convierte en deporte nacional, aprovechando la necesidad para hacer negocio. Quizá esto nos suene también reciente. Ante la mirada impasible de unas autoridades solo preocupadas de su statu quo, la huelga se traza como enfrentamiento abierto entre granjeros, banqueros y pistoleros contratados por el banco.

Más acción que revolución

Una contextualización, para una serie que aprovecha el conflicto obrero como marco. Sin embargo, lejos de un ánimo histórico o documental, lo que dibuja Tony Tost es una narración de aventuras y acción en forma de thriller cargado de cliffhanger. No se trata de la profundidad que David Simon, 'The Wire', podría haber aportado a un marco como este; sino que tiene que ver más con las dosis de acción que Steven Knight imprime en la también imprescindible 'Peaky Blinders'.

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Entre tiroteos en las plazas de los pueblos, el destello del alzacuellos de Seth Davenport (Killian Scott) resulta hipnótico. La genialidad de aliar la huelga de los campesinos con la Biblia de un predicador que cataliza la lucha es un atractivo incuestionable para la trama. Un punto de acidez que despierta automáticamente la curiosidad. Sobre la figura del predicador y su esposa, Amelia Davenport (Sarah Jones), gira la intriga sobre la verdadera identidad del matrimonio, su origen, pasado, sus pecados... y a fin de cuentas el núcleo de la historia. Sin conocer el origen y veracidad de su desempeño, durante toda la temporada el hilo de su pasado se va desenmarañando capítulo a capítulo. Sin embargo, el empeño con levantar expectación sobre el pasado del pastor hace que, una vez descubierto, se de un doble efecto: en primer lugar, quizá lo que esconde el pasado de Seth no es tan llamativo como se puede anticipar; en segundo punto, comienza a tomar demasiado protagonismo en la trama.

La huelga de granjeros, que arranca como elemento principal de protagonismo, pronto se convierte en un mero marco para narrar la historia del predicador. Todo comienza a estar sospechosamente conectado con su persona, conectado en mucha profundidad, hasta tal punto que toda la revuelta y sus consecuencias giran en torno a este hombre. Un forastero en Iowa. Este rasgo lo comparte con los Peaky Blinders, donde no queda duda que cada estornudo en Inglaterra sucede por y para los Shelby. Este efecto, que resta credibilidad a la serie de Tost, hace de 'Damnation' un espectáculo cargado de luces artificiales en el que es imposible aburrirse. No es hasta el momento en el que se apaga el televisor cuando se comienza a reflexionar sobre lo predecible de la vida de los granjeros; sobre los giros imposibles, y sobre una historia donde, a pesar de que nadie es lo parece, la línea entre buenos y malos está dibujada de una manera demasiado gruesa.

Damnation

Los protagonistas

Con el trío protagonista formado por Killian Scott, Logan Marshall-Green y Sarah Jones se presenta una nueva remesa de rostros para la televisión americana, que deberían ser habituales de ahora en adelante. 'Damnation' es una serie alojada en el cajón "de culto", pero lo suficientemente apta para gustar a todo tipo de públicos, que las caras de estos tres actores, muy jóvenes, se deberían hacer rápidamente reconocibles. En particular, Sarah Jones, la esposa del predicador, y Logan Marshall-Green, el pistolero "rompehuelgas", dejan las dos actuaciones más interesantes. El protagonista, el predicador Davenport, dispone una actuación muy correcta de Killian Scott. No obstante, el papel de Scott quizá esté peor escrito al de su esposa: menos dado al matiz, y más recio y predecible en todo momento. Quizá ingenuo en algunos instantes. Más profundo, sin embargo, es el papel dispuesto para Bessie Louvin (Chasten Harmon). Chasten Harmon saca adelante con lucidez la historia de una prostituta negra en un pueblo racista, con una vida que sirve para señalar con saña la doble moral impresa en las comunidades más rabiosamente conservadoras, como esta.

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Conclusión

'Damnation' se queda a medio camino entre la profundidad de un 'The Deuce' y la simpleza de 'Elementary'. Una serie que perfectamente se puede encuadrar en la edad de oro de las series de culto, y que no pude más que devorar en apenas un par de días en Netflix. Con 'Godless' el western vuelve a tener cabida en nuestra memoria a corto plazo, y pese a que 'Damnation' nos arrastra hasta los años 30', todavía queda mucho de la cultura del pistolerismo en el Iowa rural que representa. Lo más interesante de la ficción, sin duda, es ese contexto de revueltas obreras en Estados Unidos. Los poderes norteamericanos, temerosos del levantamiento bolchevique asocian "el orden" y "el progreso" al capitalismo financiero. Como contexto para contar historias es un momento privilegiado, porque también fue un periodo de inestabilidad perfecto para que la reivindicación de huelguistas con aspiraciones transformadoras para el mundo. Sin embargo, un paso más allá de este marco, 'Damnation' es una serie de acción trepidante, aunque algo predecible.

7,0

Lo mejor:

- El contexto de las huelgas obreras en Estados Unidos no está tan repasado en cine y televisión.

- Acción y cliffhangers por doquier.

Lo peor:

- Todos los acontecimientos acaban dirigiendo de una forma u otra hasta el protagonismo, el guión hace piruetas en este camino implicando que la serie pierda credulidad.

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