El 2 de January 2018 | 13:55
Hay películas que, desde que empiezan, nos dejan con la sensación de haberlas visto ya en otro momento. Tenemos la constante sensación de que ya hemos vivido eso que estamos viendo en ese momento; como si la película fuera una imitación de otra, o algo por el estilo. Es una sensación bastante incómoda, pero que Will Smith suele conseguir despertar con casi todos sus films. Quizás tiene algo que ver que su forma de actuar, los personajes a los que suele dar vida, están bastante relacionados entre sí.
Y es que viendo 'Bright', es imposible no recordarle haciendo de "policía" en 'Men in Black'. De nuevo, es el encargado de guardar el orden en una sociedad donde los humanos deben convivir con multitud de razas, totalmente distintas y que guardan poco en común. Excepto unas ganas inmensas de continuar sobreviviendo, de llevar las vidas que siempre habían deseado.
Aunque no solo te recuerda a 'Men in Black'. Eso de que los protagonistas sean tanto humanos como elfos y orcos... Hace que se te pase por la cabeza más de una vez 'El Señor de los Anillos'. No tiene nada que ver con esta, sin embargo, sino que es más una sensación que el espectador percibe. Pero aquí los orcos no son malvados, y los elfos no son tan buenos y puros como pudiéramos pensar en un primer momento.
'Bright' coge todo lo que nos resulta similar de otros géneros, de películas que ya hemos visto, y lo aúna en una película, creando algo totalmente distinto. Porque en esta ocasión no hay policía especializada en tratar con otras especies, sino que es la Policía estadounidense habitual; además, no todas las especies conviven con la misma paz que deberíamos esperar, pero para nada es como en 'El Señor de los Anillos'. Los orcos no guardan ningún tipo de similitud con los orcos de Mordor.
Aún así, pese a todas las reminiscencias que nos trae, 'Bright' consigue sorprender y llevar al espectador a un mundo diferente, un mundo completamente nuevo.
Will Smith haciendo, una vez más, de Will Smith
'Bright' nos cuenta la historia de un mundo donde conviven, todo lo pacíficamente posible, elfos, humanos, orcos, hadas, magos y enanos. Dentro de toda esta mezcla está Ward, interpretado por Will Smith, un agente de policía que recibe la dudosa oportunidad de acompañar al primer orco policía del mundo. Y es que la policía, así como el mundo en general, ha sido bastante cruel con los orcos; los menosprecian, los maltratan por ser de otra especie. Algo que no sucede, ni mucho menos, con los elfos.
Nick, el orco que acompaña a Ward, lo tiene complicado por distintas cosas. Primero, por ser un orco en un mundo dominado por humanos y elfos; segundo, por tratar de ser policía siendo orco, puesto que ni la policía le quiere entre sus filas ni los orcos quieren que uno de los suyos sea policía (puesto que forma parte del cuerpo que les ataca directamente). Justo en ese momento, en el que la situación parece incapaz de empeorar, Ward y Nick reciben una llamada de urgencias. Y cuando van a ver de qué se trata, descubren que están ante una Bright (es decir, una maga o hechicera) que dispone de una varita mágica, algo que se considera un arma de destrucción masiva.
Así comienza una intensa y emocionante historia que oculta, en su interior, una fuerte crítica social y una gran moraleja. Es una buena película policíaca, porque consigue que el espectador se pregunte constantemente contra quién están luchando realmente los policías; además, es una buena película de fantasía. Es especialmente interesante ver cómo la fantasía y lo policiaco se entremezclan de esta forma, creando algo que no habíamos visto desde 'Men in Black'.
Luego está Will Smith que, como siempre, acaba haciendo de Will Smith. Esto no es algo malo o negativo en sí mismo, y depende mucho de la opinión que cada uno tenga sobre lo que el actor haga; es decir, si te gusta cómo actúa Smith, seguramente disfrutarás con su actuación en esta película. Como siempre, él es el más inteligente, el más valiente, el más capaz, el que debe salvar el mundo o no habrá ningún tipo de alternativa. Smith es siempre tan intenso que, seguramente, ya os estéis imaginando a la perfección todas las caras que posteriormente veréis en 'Bright' (si es que no la habéis visto ya.
No es una película que pueda ser considerada una obra de arte, pero sí es una buena película, con la que pasar un rato entretenido y desconectar. Además, lo positivo que tiene es que, al ser de Netflix, la podréis ver desde vuestra casa, sin necesidad de ir al cine; si os aburre, siempre podéis pausarla y dejarla para otro momento sin que eso os suponga un malgasto de dinero.
Una película con crítica social
Personalmente, he de admitir que las películas que más consiguen llamarme la atención son aquellas que, además de entretener, nos ponen a los espectadores entre la espada y la pared y nos obligan a decidir. Y es que, además de la problemática que se nos presenta claramente, que tiene que ver con los Bright y la posible vuelta de un Señor Oscuro, hay mucho más.
Vemos un país donde la desigualdad es más que evidente. Los orcos son el escalafón más bajo de la sociedad, son tratados como una minoría de la que se puede abusar, a la que se puede culpar de todo; los tiroteos hacia orcos por parte de la policía, pese a no haber ningún tipo de motivo, se dan día sí y día también. Por otro lado están los elfos, que son los privilegiados, los que obtienen un trato mucho más positivo únicamente por haber nacido elfos.
'Bright' hace, de esta forma, una comparación con lo que sucede actualmente en Estados Unidos. Los orcos representan a las minorías afroamericanas, esas que son tratadas con desprecio; los elfos, por su parte, son "el privilegio blanco". El choque cultural que encontramos tan abiertamente en esta película no es más que una representación de lo que se puede vivir en Estados Unidos, pese a que haya quien defienda que el racismo es algo del pasado; nada más lejos de la realidad. Nuestra sociedad, así como la sociedad estadounidense, continúa siendo racista, pese a que no haya ninguna lógica que nos empuje a serlo.
Los orcos esperan a ese Señor Oscuro que llegue y cambie completamente su situación, que les permite ser libres de nuevo; ese agente externo que haga que la situación de aquellos que se ven estigmatizados cambie por completo. Nick es una figura fundamental en todo este aspecto, y es que él decidió apartarse de su cultura, por doloroso que pudiera resultarle, y tratar de insertarse en la sociedad esforzándose; aún así, no recibió más que palos por parte de la sociedad, al menos en un primer momento. Nadie debería culparle por querer volver a sus clanes, sus grupos cerrados.
'Bright' es una película ligera, en la que muchas veces puedes llegar a sentirte algo perdido porque se te da demasiado contexto en muy poco tiempo, pero que sin duda cumple con lo que promete. Entretiene, te permite pasar dos horas bastante divertidas, y consigue que muestres curiosidad por todo aquello que rodea a Nick y Ward. Así pues, una película recomendable para un sábado noche o un domingo tarde.
Lo mejor:
- Entretenida.
- Buen ritmo.
Lo peor:
- Falta contexto a veces.