JOKER

Crítica 'Batman: La broma asesina', dejad los clásicos en paz

Un tiro desafortunado en la película de animación de Batman: La broma asesina', que no logra guardar rastro de la obra que pretenden adaptar.

Por Xose Llosa 11 de Agosto 2016 | 16:11

Es curioso que con apenas unos días de diferencia DC vuelque en la pantalla dos aportaciones tan relevantes como 'Escuadrón Suicida' y 'Batman: La broma asesina'. La de David Ayer es una llegada con sus luces y con sus sombras, que como es habitual genera debate entre los aficionados, y de la que ya escribimos la crítica hace un par de días. Sin embargo, las cintas de animación de DC son, de alguna manera, el orgullo de la casa de Batman. Lo que parece que a la compañía se le viene resistiendo en la gran pantalla, daba la sensación de que lo tenían ganado en el cine doméstico con sus adaptaciones de animación. Pero ya puedo adelantar, que el ejercicio de Brian Azzarello al guión y Sam Liu a la dirección no está a la altura.

'La broma asesina', junto a 'El Caballero Oscuro' y 'Año Uno' pueden ser consideradas las historias fundacionales del 'Batman' que hoy día conocemos. Los personajes de cómics viven hasta la eternidad -siempre que vendan-; la muestra es que el Capitán América está celebrando su 75 aniversario y Bruce Wayne vigila la noche desde hace 77 años. Los tiempos cambian, con los lectores, los gustos y las modas, por lo que es necesaria una conste renovación. Cada cierto número de años los más grandes personajes encuentran un punto de corte para reconvertir su esencia a los tiempos, para adaptar su rol y encontrar manera de continuar protagonizando historias atractivas. En este sentido, el Joker, hoy personaje emblema de DC, le debe muchísimo a La broma asesina, igual que Batman. Hay quien piensa que Alan Moore es un dios en la tierra. Yo soy uno de ellos.

Un clásico

La novela gráfica de Moore y Bolland es una pieza histórica. Una obra tan perfecta que sea acerca a la simetría, y cada viñeta en sus apenas 50 páginas páginas está pensada y medida hasta lo enfermizo. No es una novela de mamporros, aunque tristemente en la adaptación se convierte en una película de mamporros, sino que se trata de una obra sobre la psicología de ambos personajes, del villano y del justiciero. Moore lleva estas dos etiquetas hasta el límite de lo ridículo, y logra desdibujar la connotación de villano y la de justiciero que ambas se mimetizan. Moore quiere juguetear con esa línea entre lo bueno y lo malo con la que también se contonea en Watchmen. El final de La broma asesina, y sigo hablando de la novela gráfica, se mantiene en la película de animación, y ese es motivo para respirar aliviado. Puedo decir de la película que entretenida, pese a que no me parece en absoluto acertada. Si hubiesen cambiado el final de Batman y el Joker estaría rabioso, la verdad.

Sin embargo, el lector más ávido se habrá dado cuenta de que 50 páginas de cómic son muy pocas para crear una película de una hora y cuarto, y aquí estriba el primero de los problemas que existen en la cinta de animación de 'Batman: La broma asesina'.

La historia de La broma asesina de Moore y Bolland gira en torno a los orígenes del Joker, a través de flashbacks narra cómo se alcanza la locura del personaje, y a la vez arrastra una vez más a Batman a una encerrona. En la película animada esta historia ocupa aproximadamente la mitad del metraje, mientras que el resto se centra en Barbara Gordon, hija del detective Gordon, cuando actuaba como Batgirl. De esta forma lo que Azzarello y Liu incluyen en la animación de La broma asesina son dos historias en una, que evidentemente guardan muchísima conexión: descubrimos mucho sobre el Joker, pero también partes cruciales sobre el personaje de Bárbara. Sobre el papel esto suena francamente bien, pero en la práctica la conexión entre ambas tramas es inexistente. Los acontecimientos que se narran en la primera mitad de la película, protagonizada por Batman y Batgirl, y centrada en la tensa relación de ambos personajes, no guardan continuidad sobre los acontecimientos de la segunda mitad, donde se desarrolla lo que es propiamente La broma asesina del Joker. Existe un nexo, claro, pero no una continuidad en la trama, de tal forma que aparecen personajes drásticamente que drásticamente desaparecen, y se desarrollan acontecimientos que no esconden ninguna clase de interés. Habiendo cosas increíbles que contar sobre Barbara Gordon, que es, sin duda, un personaje crucial en el universo de Batman, el uso último que tiene aquí es mero relleno para poder hablar de la "película" de La broma asesina, y no de un "simple" corto.

Hay algo que sí se percibe en toda la cinta, al menos en toda la parte que corresponde a la historia de Moore, y es que Azzarello y Liu son plenamente conscientes de la importancia del material que están adaptando. Prácticamente encontramos una adaptación 1:1 respecto a la novela gráfica, y que haya afrontado así el proyecto es un experimento muy interesante, ya que al generar un resultado tan pobre muestra de manera inequívoca que cine y cómic son entidades completamente diferentes. De alguna manera, ver La broma asesina en movimiento genera una sensación de artificialidad en el producto que pierde, por el medio, la esencia de lo que se está narrando.

El lenguaje de la adaptación

Siempre me ha molestado particularmente el esnobismo de los pesados recalcitrantes de las adaptaciones. Aquellos lectores que se acercan al cine a ver adaptaciones de sus novelas favoritas con el prejuicio cargado y dispuesto para disparar. El cine y la literatura, por suerte, también son ámbitos diferentes, lenguajes diferentes y requieren de recursos diferentes. Una adaptación milimétrica rara vez encuentra interés, y uno de los logros más grandes y menos reconocidos son los premios de guión adaptado, ya que para firmar una adaptación fiel y a la vez interesante hay que ser una persona más talentosa de lo que parece. La broma asesina es ejemplo viviente: han querido proponer una réplica tan certera de las viñetas en su película, que la película es hueca. Queriendo ser lo más respetuosos posible con el cómic original, han perpetrado el mayor atentado sobre él.

La muestra del interés sobre la adaptación de La broma asesina está en la tremenda expectación que ha levantado, y el buen ritmo comercial que ha logrado en las salas norteamericanas -en España sólo ha llegado al cine doméstico-. Era fácil prever que esta adaptación iba a tener muchísimo más impacto que otras adaptaciones de animación previas, por lo que hubiese sido también interesante una producción de mayor calibre, ya que la calidad de la animación no hace justicia al acabado del cómic. Sí me parece imponente, y es sin duda el mejor punto de la cinta, el doblaje original que tiene el proyecto. En particular, ya es algo icónico, la interpretación que Mark Hamill logra con el Joker es estremecedora (os dejo un vídeo de Star Wars Celebration para ver a Hamill en acción), así como la profunda voz de Kevin Conroy para Batman. La banda sonora también me se descubre como uno de los mejores puntos de la película.

Una oportunidad perdida

No puedo esconder, y creo que no queda oculto para nadie que esté leyendo la crítica, que La broma asesina de Moore y Bolland es uno de mis cómics favoritos. Creo que es absolutamente redondo se enfoque por donde se enfoque, y sabía de antemano que era muy difícil lograr una película de animación que me convenciera. Soy consciente de ello. Pero, incluso si trato de abstraerme de la novela y mirar la película por separado, creo que no está a la altura. Le falta coherencia entre las diferentes tramas que desarrolla, y no logra poner el acento en los puntos cruciales de la historia que está contando. Buena parte de la trama del Joker, como decía, se desarrolla en base a flashbacks en los que cuenta el origen del personaje. La manera en la que se ha intercalado el flashback con el presente es muy torpe, y cuando la respiración del espectador se debería entrecortar por los acontecimientos, la película lo representa de una forma gruesa y desordenada eliminando cualquier rastro trascendente. En general me parece un tiro desafortunado, una aproximación pobre a una historia grandilocuente. Me entristece pensar que haya gente que vaya a descubrir La broma asesina a través de esta película en lugar de en su formato original.