QUEMANDO RUEDA

Crítica 'Baby Driver': Cuando un buen montaje hace de tu película una genialidad

Edgar Wright vuelve a dirigir una cinta de calidad donde el montaje y el cast es de lo mejor del año.

Por Celeste Romero 17 de Julio 2017 | 12:10

Como es normal, todos los años hay cintas que sobresalen por encima de otras. Llevamos siete meses de 2017 y ya podemos rellenar una lista muy decente de estrenos de gran calidad. A principio de año soñábamos mientras veíamos 'La ciudad de las estrellas (La La Land)', llorábamos con 'Logan' y nos sorprendíamos viendo 'Déjame Salir'. A esta lista de cintas, habría que incluir otra. 'Baby Driver' ha llegado para quedarse en nuestros corazones a ritmo de buena música y derrapes por doquier.

El señor Edgar Wright

Probablemente, Edgar Wright se trate del director favorito de muchos. Y es comprensible. El tipo tiene un talento innato para hacernos reír y a la vez maravillarnos haciendo una cinta de calidad. Todos recordamos la increíble 'Trilogía Cornetto' formada por las cintas de comedia 'Zombies Party', 'Arma Fatal' y 'Bienvenidos al fin del mundo' con Simon Pegg y Nick Frost como protagonistas de estas locas historias. Por si estas tres grandes películas te supieran a poco, también tiene un su currículum una increíble adaptación de la novela gráfica homónima 'Scott Pilgrim contra el mundo', una experiencia comiquera única, sin duda. Cuatro años desde su último estreno, este 2017 nos ha traído su última cinta, 'Baby Driver', que cuenta con un toque distinto a lo que nos tenía acostumbrados, sin perder nunca su estilo propio que tanto nos gusta.

Historia vista en varias ocasiones, pero contada de manera espectacular

Baby es un joven y talentoso conductor especializado en fugas, pero depende del ritmo de su banda sonora personal para ser el mejor en lo suyo. Cuando conoce a la chica de sus sueños, Baby ve una oportunidad de abandonar su vida criminal y realizar una huida limpia. Pero después de ser forzado a trabajar para un jefe de una banda criminal, deberá dar la cara cuando un golpe malogrado amenaza su vida, su amor y su libertad. Vale que esta historia nos la han contado cientos de veces, pero lo importante no es la historia, si no la forma de contarla. 'Baby Driver' nos engancha desde el minuto uno y no nos suelta hasta que aparecen los créditos. Es cierto, que en la segunda parte de la cinta, pierde fuelle y es posible que en algunos momentos te aburras, pero no pasa nada, Edgar te vuelve a levantar de la butaca con escenas increíblemente bien dirigidas. No importa que estés viendo otra vez la historia del ''chico malo que conoce a chica buena'', te lo estás pasando pipa y en definitiva, ese cliché se te olvida por completo.

La genialidad de su montaje

Una de las mejores cualidades de la cinta, es sin duda su montaje. Probablemente hayas visto multitud de reportajes alabando este apartado de la cinta, y es que no es para menos. Es impresionante ver cómo encaja cada movimiento, cada choque, cada disparo con el ritmo de la música que estás escuchando. Trabajo para este mundo y he visto muchas veces sesiones de montaje, y créeme si te digo que la labor del montaje es una de las más complicadas en el séptimo arte. Un increíble aplauso al equipo de montaje por este trabajo y, por mi parte, espero que al menos esta cinta esté en la próxima edición de los Premios Oscar nominada a esta categoría.

Un casting de lo más acertado

Otra de las grandes virtudes de esta película es su cast. Más de una persona es probable que se haya acercado a ver esta cinta por su llamativo cartel y las personas que aparecen en él. Grandes talentos como Kevin Spacey, Jon Hamm o Jamie Foxx. Este trío de ases ya sabía que harían bien su trabajo, no espero menos de ellos. Pero el que más me sorprendió, para bien, es sin duda el protagonista de la cinta. Es la primera vez que veo una película de Ansel Elgort y estoy segura de que veremos a este chaval en muchas ocasiones a lo largo de los años. Ansel y Lily James tienen una química espectacular. Es cierto que no tienen muchas escenas juntos, pese a que la trama gire en torno a ellos, pero cuando ambos están en el mismo plano, podemos notar esa gran y bonita química. Algo que creo que debe ser mencionado es el temido doblaje. Es cierto que el doblaje de Spacey o Foxx, por ejemplo, es el mismo que hemos escuchado en otras películas de estos actores, pero hay uno en concreto que me chirriaba cada vez que lo escuchaba. Eiza González es probablemente un atractivo para ver la película, interpreta un papel muy molón, pero por desgracia un mal doblaje hizo que no me creyera su personaje del todo. Culpa mía por no verla en versión original, quizás.

Saldrás bailando de la sala de cine

Vamos al punto más importante de la película. La música. El protagonista necesita escuchar música constantemente (por razones que se explican en la cinta), es por esto que Edgar Wright incluye una playlist de lo más impresionante. Canciones de The Jon Spencer Blues Explosion, The Beach Boys, The Champs, Blur o los increíbles Queen, harán que, en cuanto salgas de la sala, vayas derecho a spotify a escuchar estos temazos. Temazos que no tienen nada que envidiar al sonado playlist de 'Guardianes de la Galaxia'.

Estética de lo más molona

Todos hemos visto los póster de esta película. Seguro que quieres alguno en tu habitación. Y no es para menos. La cinta posee una estética única. Ya sea por el color de los coches o los vestuarios, las vistosas paredes de la ciudad o los llamativos ipods del protagonista. Esta cinta es un auténtico deleite visual, es por esto que te imploro a que la veas en una gran pantalla de cine. Unas escenas de acción muy molonas y motivantes que harán que saltes de la butaca en más de una ocasión.

Hablando en plata, que vayas ya a verla

En resumen, 'Baby Driver' es una de las cintas del año que no puedes perderte por nada del mundo. Seguro que al salir de la sala de cine irás pensando en su genial banda sonora e intentarás cuadrar tus movimientos al ritmo de la música.