El 23 de November 2017 | 23:50
Tras once capítulos, y más de dos meses en emisión, 'American Horror Story' ha cerrado finalmente su séptima temporada, 'Cult'. El final, en sí mismo, ha sido tan extraño como lo ha sido toda la temporada; intenso, rápido, como si todo se hubiera precipitado en un último momento. Y con la angustiosa sensación de que nada ha terminado, sino que ha comenzado de nuevo. Atención: esta crítica contiene spoilers de la última temporada de 'American Horror Story'.
Dejamos a Kai Anderson, nuestro líder divino, en la cárcel, traicionado por Ally, cuya única motivación real había sido la venganza y, por encima de todo, recuperar a su hijo. Pese a que Ally no se encontraba estable emocionalmente, fue capaz de sobreponerse a todo para trabajar con el FBI y entregar a Kai; eso sí, por el camino decidió tomarse su propia venganza y acabar con Ivy, aunque eso es algo de lo que no informó a la policía.
Pero el hecho de que Kai esté en la cárcel no le hace sentirse paralizado, ni mucho menos. Lo que hemos podido sacar en conclusión de esta temporada es que en el momento en el que una persona tiene carisma y don para controlar a las masas, hay que tener cuidado con ella; porque independientemente de donde estuviera, Kai conseguía engatusar a absolutamente todos los que se encontraban a su alrededor. Y, si no a todos, sí a los suficientes como para mantener la situación bajo control. En la cárcel no iba a ser menos; poco tardó en decidirse a actuar, escapando para llevar a cabo su venganza.
No obstante, el tiro le sale por la culata. No contaba con que, durante ese tiempo, Ally también se había convertido, a su vez, en una especie de líder divina, seguida por una gran cantidad de mujeres debido al símbolo que representaba. Ella simbolizaba la fuerza, la lucha contra el patriarcado, contra la misoginia; y eso no es algo que deba tomarse a broma. Porque, por mucho que Kai (al igual que una gran cantidad de hombres reales) crea, la unión de las mujeres es igual de peligrosa que la unión de los hombres. La sororidad es el arma de las mujeres en un mundo tan patriarcal como es el nuestro; Ally lo sabe, y no duda ni en segundo en ponerse en marcha.
¿Un final a la altura?
He de ser sincera: esperaba algo más como final. Aunque es cierto que estoy acostumbrada a que los últimos episodios de 'American Horror Story' acaben flojeando ampliamente. Es como si los guionistas no supieran cómo cerrar de la mejor forma, como si la historia se le hubiera ido de las manos y no tuvieran la más remota idea de cómo acabarla. Mas no es algo que pase solo en esta temporada, sino algo que pasa en prácticamente todas, a mi parecer.
En este caso, era difícil conseguir que Kai saliera de la cárcel y llevara a cabo su venganza, pero era creíble. No obstante, el hecho de que Ally acabara hablando con la carcelera que dejó salir a Kai... ¿Cómo explicamos eso? ¿Con un flashback de apenas quince segundos, y ya está? ¿Cómo llegó Ally a la carcelera, cómo la convenció? La única respuesta posible es que estamos ante otro líder, tal y como la última escena de la serie nos indica. Aunque, en este caso, una líder feminista.
El final ha sido, bajo mi punto de vista, muy precipitado. Esas últimas escenas, tan presurosas, dan la sensación de haberlo hecho todo más rápido de la cuenta. Es un final justo, y no hubiera esperado que Kai hubiera acabado de otra manera, pero aún así me cuesta creer que todo se haya desarrollado con esa rapidez.
Un punto a favor de la serie es el personaje de Ally: una mujer que, de verdad, sirve como símbolo de la lucha feminista dentro de un contexto determinado. Ally no se amilana ante ningún hombre, y si bien comenzó siendo una persona inestable, sabe sacar fuerzas de flaqueza y enfrentarse a absolutamente todos sus enemigos. Ally tiene un objetivo, y no para hasta que lo consigue; eso le hace darse cuenta de su propia fuerza, le hace comprender que sí es una persona válida, mucho más de lo que ha creído hasta el momento. Y es gracias a eso que consigue todo lo que se propone. Aunque aquí entra en juego mi primera duda respecto a la personalidad de Ally. ¿Creerá ahora, ella, que es la siguiente líder divina? ¿O mantendrá intacta su cordura? Porque, después de todo lo que ha pasado, es complicado pensar que se mantiene cuerda.
Una trama aceptable para una temporada pasable
La temporada comenzó suave, cogió un buen ritmo y, por desgracia, al final lo ha perdido todo. La historia en sí parece demasiado perturbada incluso para lo que solemos ver en 'American Horror Story'; un demente que consigue engatusar a todos los que va encontrando a su paso, y los convence para que hagan lo que él quiere, con un único objetivo en mente: la conquista mundial. Si bien es cierto que al principio se trató de hacer una similitud entre lo que había pasado con Donald Trump y la locura de Kai, la sensación final es de pérdida absoluta de control.
Personalmente, he de señalar que esta temporada no pasará a estar entre mis favoritas de 'American Horror Story'. Los elementos sobrenaturales, esos que tanto enganchan en otras temporadas, en esta ni siquiera han aparecido; han sido los humanos los protagonistas de todo. Y si bien esto tiene sus puntos positivos, para mí tiene muchos más negativos.
Lo mejor de la temporada ha sido, sin lugar a dudas, el papel protagonista de Evan Peters, que ha demostrado, una vez más, que merece un lugar especial en todas las temporadas de la serie. Porque ha sido gracias a él que la serie ha tenido significado, y ya no solo por el personaje al que daba vida, sino por su interpretación. Ha sido el único capaz de hacernos vibrar en el asiento, de sentir miedo, angustia y pena al mismo tiempo; el único al que deseábamos muerto casi tanto como vivo. Y eso es algo que no cualquiera consigue. La fuerza de este actor ha sido clave para 'Cult', no solo como Kai Anderson sino como eje conductor de la historia en sí mismo.
No podemos olvidar, tampoco, a Sarah Paulson. Ally ha sido, junto a Kai, personaje estrella esta temporada. Aunque durante los primeros episodios nos taladrara los oídos con sus punzantes gritos, lo cierto es que Ally fue cobrando fuerza capítulo a capítulo, y ha acabado siendo todo un descubrimiento. También ha habido actrices, como Billie Lourd, que pese a haber cobrado menos protagonismo, han hecho un excelente trabajo. No podemos quejarnos del elenco de la serie, pese a que tengamos mucho que decir sobre la extraña trama de esta temporada.
Ahora nos tocará esperar hasta que lancen la siguiente temporada, de la que aún no sabemos prácticamente nada. A nivel personal, he de señalar que espero que no tenga nada que ver con la temática de 'Cult'; preferiría que volviera a los orígenes, que consiguiera dar algo más de miedo y algo menos de angustia. Si bien es cierto que un líder divino puede ser muy preocupante, y puede traernos reminiscencias de la realidad, no hay nada como un payaso asesino para dar miedo de verdad.
Lo mejor:
- Evan Peters como protagonista.
- Tensión constante.
Lo peor:
- Cambios en el ritmo.
- Final apresurado.