El 11 de Abril 2017 | 23:35
El 31 de marzo, hace algo más de una semana, Netflix lanzó una nueva serie que ya ha conseguido hacerse con el corazón de muchos espectadores: '13 Reasons Why', o 'Por trece razones' en español. La acogida que esta serie ha tenido ha sido increíble; en unos cuantos días, las redes sociales ya estaban llenas de GIFs de la serie, de fotografías de los personajes, de fragmentos de los diálogos. Ha despertado una increíble sensación en el público, sobre todo entre los más jóvenes, que la han devorado en apenas días.
La serie se basa en un libro homónimo escrito por Jay Asher, que consiguió en su día ser bestseller en Nueva York. La adaptación ha sido realizada por Brian Yorkey que, además, es también uno de los showrunners de la serie, junto con Diana Son. Uno de los detalles que ha favorecido que esta serie se hiciera tan famosa desde el principio es que entre sus productores ejecutivos se encontraba la famosa actriz y cantante Selena Gómez. Todo lo que Selena toca suele convertirse en oro, sobre todo por la cantidad de seguidores que la joven tiene, y en este caso no ha sido menos. No obstante, hay que admitir que el mérito no es todo suyo: la serie ya prometía desde el principio.
Fue en 2011 cuando Universal Studios adquirió todos los derechos cinematográficos de la novela, que fue publicada en 2007. En ese momento, se esperaba que Selena Gómez tuviera el papel protagonista, el de Hannah Baker; pero algo tuvo que pasar, porque Gómez decidió que no sería actriz esta vez, sino que prefería quedarse como productora ejecutiva, dejando así el papel de Hannah a Katherine Langford.
Han pasado ya seis años desde ese primer momento, y la serie no solo ha cogido forma, sino que ya ha sido emitida al completo (tal y como Netflix suele hacer, subió todos los capítulos a la vez). Como hemos señalado, no ha pasado desapercibida: se ha convertido en una de las series más vistas de Netflix, justo por detrás de 'Stranger Things'. Pero, ¿es para tanto? ¿Realmente es una serie tan buena?
Una serie de misterio muy bien estructurada
Antes de decidir si queréis enfrentaros a '13 Reasons Why', quizás debáis saber que estamos hablando de una serie de misterio cuyos temas principales son el acoso escolar, los abusos sexuales, la depresión y el suicidio. Todo está tratado con tacto, aunque lo cierto es que es una serie muy explícita; no obstante, el misterio es la clave fundamental de toda la serie en sí.
'13 Reasons Why' la protagoniza Hannah Baker (Katherine Langford), una adolescente que no supo ver otra alternativa y acabó suicidándose, tratando de escapar así de todos sus problemas. Pero antes de suicidarse grabó trece cintas, señalando así los trece culpables de su muerte, las trece personas que, queriendo o no, habían aportado su grano de arena para favorecer que ella se precipitara hacia el suicidio. En el primer capítulo, Clay Jensen (Dylan Minnette) recibe las cintas, uno de sus mejores amigos. Y comienza la historia.
La serie se encuentra dividida en trece capítulos, uno por cada cinta grabada; como podréis imaginar, Clay va escuchando una cinta por episodio. Esta forma de narrar la historia es tan novedosa como interesante, puesto que se puede ver cómo el carácter de Clay, su ánimo, va cambiando poco a poco conforme va escuchando las confesiones de Hannah. Sus ganas de llegar a su cinta (puesto que solo reciben las cintas aquellos que forman parte de ellas) son cada vez más y más fuertes, pero también el temor que siente hacia lo que pudo haberle hecho a Hannah.
Sin entrar en más detalles, para no hacer ningún tipo de spoiler por si aún no habéis visto la serie, lo que sí hay que señalar es que la serie se va desarrollando in crescendo. Cada capítulo os dejará con más ganas de continuar que el anterior. Se puede ir viendo cómo la vida de Hannah se precipita hacia el vacío con cada aporte de sus compañeros. Hannah se siente sola, perdida, abandonada, y no encuentra refugio en ningún lado; ni siquiera sus amigos son capaces de ver que si situación está empeorando a pasos agigantados. Sus padres están demasiado ocupados, sus amigos creen que es una dramática, y cada cual está tan absorto en sus propios problemas que nadie es capaz de tenderle una mano a la joven.
La culpabilidad, el eje de la serie
Al ir escuchando las cintas, al ir viendo cada uno de ellos cómo podría haber evitado la muerte de su compañera, poco a poco la culpabilidad les va invadiendo. En este punto, es curioso ver cómo cada persona reacciona de una forma a la culpabilidad (algunos ni siquiera reaccionan), cómo afrontan sus problemas de maneras tan distintas. Y todas las formas de sentir son igualmente válidas; dependen mucho de cómo sea el carácter de la persona, de cuál haya sido su entorno, de cómo haya sido educada. Aún así, habrá personajes que, independientemente de lo que hayan hecho, conseguirán despertar vuestra ternura y vuestra compasión. No esperéis que os pase con todos.
Pese a que la serie es bastante corta, se ve claramente la evolución de los personajes. En el caso de Hannah, al ir esta contando su historia en las cintas, se puede ver cómo pasa de ser una chica estable a perderse a sí misma. Hay actos desencadenantes, cómo, por ejemplo, el acoso que sufría por parte de sus compañeros; un acoso que pasaba desapercibido por no ser físico. El acoso escolar es una de las lacras de nuestra sociedad, algo que lleva a muchos jóvenes a dejar el instituto, a auto-lesionarse e, incluso, a suicidarse. Comprender la importancia de tener un entorno saludable es vital para que esto no suceda. La serie pretende, pues, concienciar sobre esto: una broma puede acabar desembocando en algo mucho más tóxico, en algo mucho más lesivo. Lo que empieza como un chiste puede hacerle mucho daño alguien, más del que se pueda imaginar.
Porque las palabras también hacen daño, así como el ignorar los problemas de los demás. Hannah sufría y, por desgracia, no obtuvo respuesta cuando trató de pedir ayuda. Eso es lo que acabó llevándola a suicidarse. Aunque alguien no se suicida solo por sentirse solo; se suicida por sentirse deprimido, solo, por no saber cómo enfrentarse a los días siguientes. Por sentirse completamente desolado, por creer que es la única salida posible. Hannah es tan solo una muestra de algo que pasa diariamente.
Escenas explícitas que podrían dañar sensibilidades
Aunque la serie está pensada para ser vista por un público adolescente, lo cierto es que hay algunos capítulos que contienen escenas demasiado explícitas. Hay violaciones que se ven de forma muy clara, auto-lesiones, palizas y violencia, además de un suicidio muy explícito. Los productores de la serie han explicado que lo consideraban necesario para así poder concienciar a todos aquellos que vean '13 Reasons Why', pero, aún así, es cierto que no es una serie para todo el mundo.
Pese a estas escenas tan explícitas, y que pueden dañar según qué sensibilidades, '13 Reasons Why' tiene algo muy positivo: sí es capaz de hacer llegar al espectador un mensaje, de hacerle sentir empatía hacia los personajes principales, de hacerle llegar un mensaje muy claro. El acoso escolar, los abusos sexuales, el slut-shaming (o culpabilizar a las chicas de su propia sexualidad) o la depresión son problemas que continúan vigentes, y que pueden presentarse en cualquier momento. Como adultos, hay que educar a los más jóvenes: y, como jóvenes, hay que tener cuidado con todo lo que se hace y se dice. No sabemos si esa persona a la que le decimos "gorda" de broma puede estar sufriendo algún tipo de trastorno alimentario, no sabemos si el chico de las zapatillas rotas estará pasando hambre.
Una serie que, quizás, sí que se está sobrevalorando ligeramente, y que poco tiene que ver con 'My Mad Fat Diary', serie antigua con la que se está comparando mucho; pero, pese a todo, es una serie que merece la pena ver, sobre todo por el mensaje que oculta. Además, el elenco de actores os hará olvidar esos pequeños despistes de guión tan propios de una serie adolescente.
Lo mejor:
- Elenco de actores.
- Interés sobre el tema.
- Concienciación sobre problemas del día a día.
Lo peor:
- Escenas explícitas.