UNO MÁS

'Bodycount', disparo a discreción fácil y sin alicientes

El FPS de Codemasters presenta amplios escenarios pero con una jugabilidad demasiado básica, una campaña bastante corta y un multijugador poco variado.

Por Jesús Agudo 7 de Septiembre 2011 | 13:00

Es evidente que ninguna compañía va a desaprovechar la oportunidad de subirse al carro de la moda de turno y sacar beneficios solamente por pertenecer a un género en concreto. También es evidente sólo con esa frase que nos vamos a centrar en un FPS. ¿Otro más? Como toda tendencia, siempre tiene que haber relleno.

'Bodycount' no se puede considerar de otra manera que la consecuencia de seguir al rebaño. Codemasters quiere emular a 'Call of Duty', incluso se llegó a considerar a este título el sucesor de esa saga, pero muy a su pesar quedará en un simple intento por culpa de realizar un juego tremendamente básico dentro de un género tan extendido.

Para empezar la historia no aporta nada nuevo sino todo lo contrario, parece la más básica de los últimos tiempos. Somos soldados de The Network, una compañía que quiere salvar el mundo porque "alguien tiene que hacerlo". Sin más profundidad, nos damos cuenta de que el proceso de desarrollo no pasó mucho tiempo ideando la ambientación del modo campaña.

Éste comienza en una región de África donde luchan dos facciones. Ambas nos querrán ver muertos, así que la distinción entre buenos y malos no es muy clara. Los eternos tiempos de carga nos dejan entrever que podríamos hacer un recorrido por el mundo salvando regiones, lo que le otorgaría mucha variedad. Pero pronto descubrimos que la campaña principal no solo es corta, sino básica.

Enemigos suicidas

Es lo mismo que le ocurre a la jugabilidad. En vez de intentar suponer un reto o algo más original, este FPS puede sortearse fácilmente con la vieja técnica del disparo a discreción. Ni sigilo ni estrategia, la clave radica en no dejar de disparar. Una horda de enemigos será el mayor de nuestros problemas, pero como suele ocurrir, cantidad no es lo mismo que calidad.

La IA de nuestros contrincantes es bastante lenta, siempre tendremos un rato para disparar antes de que "se den cuenta" de nuestra presencia. El problema se nos planteará con el gran número de metralletas apuntándonos a la vez, pero no debería suponer un reto para prácticamente nadie.

La precisión no es tampoco una prioridad. Los combates se vuelven más interesantes gracias a las recompensas por aniquilar a nuestros enemigos de forma especial, como disparos a la cabeza o muertes cuando estamos gravemente heridos. El pero de este modo es la poca necesidad de apuntar. No necesitaremos grandes cálculos para acertar a la cabeza, y serán bastante numerosos los disparos especiales hechos por casualidad.

Existe también un sistema de apoyos como el chute de adrenalina que en el modo campaña serán un poco secundarios, pero merecerán la pena en los multijugador. Además, los usuarios caídos dejarán caer esas mejoras, lo que creará una mayor competitividad.

Algo necesario para crearnos algo de interés en las batallas online, ya que un simple modo combate de hasta 12 jugadores o por equipos en cuatro escenarios no es suficiente para realmente suponer un aliciente en el juego. Para darle mayor dificultad se limita, tanto el modo multijugador como la campaña, a poder llevar dos armas en nuestro arsenal, a pesar de ir consiguiendo más. Tendremos hasta pistolas con silenciador, pero seguirá imperando la lluvia de disparos para ir avanzando.

Escenarios trabajados

El gran punto a favor son los escenarios, amplios, semidestruíbles y ricos en detalles. La gran cantidad de enemigos desperdigada por las localizaciones llenas de vegetación, edificios y bidones que explotar suma esa dificultad necesaria para no acabar siendo un juego de niños. Sorprende que, con lo trabajados que están los escenarios, no luzcan más al tener unos gráficos muy mejorables.

Puede parecer que 'Bodycount' haya resultado un juego poco entretenido, pero no es así. A pesar de los puntos mejorables no evita que podamos sacarle un rato ameno mientras disparamos en todas direcciones, pero tampoco han conseguido un título por el que merezca la pena estar horas y horas sentado delante del televisor.

Cuando la historia no llama la atención y seguimos la voz de la narradora como autómatas, el consuelo que nos queda es la posibilidad de disfrutar con un FPS que no nos suponga un desafío mental y físico, y dentro de la ingente cantidad de juegos similares, puede ser una buena elección para los no acostumbrados a su manejo.