El 14 de Octubre 2014 | 08:40
Es evidente que llegará el día en que PlayStation 3 sea abandonada definitivamente, pero si hay un género que sigue no solo sobreviviendo, sino dando aún unos bastantes buenos productos, es el JRPG. 'Ar Nosurge: Ode to an Unborn Star' es un juego que aunque no vaya a llegar al nivel de popularidad, sobre todo respecto al público mayoritario, al que podrán llegar otros como 'Persona 5' o 'Tales of Zestiria', tiene unos cuantos elementos realmente peculiares que lo disintinguen de los grandes y le dan mucha personalidad propia.
Una historia por parejas
'Ar Nosurge' sigue la saga de 'Ciel Nosurge' (PS Vita) y 'Ar Tonelico', y aunque haya casos en que no sea así, en este es casi imprescindible tener un mínimo conocimiento del contexto de la trama, porque su complejidad y el hecho de encontrarse totalmente en un inglés bastante denso hará que no resulte nada difícil perdernos entre tanto personaje, concepto, etc... Esta nos cuenta como en el planeta Ra Ciela han convivido durante mucho tiempo humanos y Genoms, una especie de espíritus, hasta que un misterioso ritual rompió ese equilibrio. Más tarde, los humanos, en busca de nuevos planetas para colonizar, se encontraron con una raza extraterrestre conocida como los Sharl, totalmente hostiles, y que utilizan la "magia musical", que años más tarde, algunos humanos serán capaces de dominar.
Dos de esos humanos, o humanas, mejor dicho, son las protagonistas de 'Ar Nosurge', Cas y Erthes, que acompañadas por dos protectores, Delta e Ion, forman las dos parejas controlables a lo largo del juego, aunque estrictamente manejaremos a los chicos. Esto nos lleva a la interactuación entre cada uno de los miembros de ambas parejas, con una ventana en la parte inferior derecha a través de la cual podremos pedir consejo o simplemente entablar conversación con la fémina. Otra de las peculiaridades de este aspecto es la posibilidad de intercalar entre ambas parejas, aunque no es algo totalmente libre. Es decir, muchas veces obligados por la trama, y otras tantas por el tener que equilibrar a los personajes, se convierte en un sistema no del todo aprovechado, pero sí original.
A la hora de explorar mazmorras, 'Ar Nosurge' no inventa nada nuevo, es más, la cámara fija resultará una molestia más de una vez, ya que no siempre nos muestra la perspectiva más adecuada. Pero como en casi todos los aspectos, este juego presenta algo que llama la atención, como es la presencia de una barra que nos indica la probabilidad de encontrarnos con enemigos, encontrando un término medio entre los siempre molestos combates aleatorios y los enemigos visibles, tal vez el sistema más adecuado. Una vez limpiada una zona, podremos explorar con total tranquilidad, aunque no es algo que esté especialmente aprovechado.
Un sistema de combate profundo y complejo
Algo en lo que los JRPG se están esforzando últimamente por evolucionar, y es de agradecer, es el sistema de combate, pasando de los estrictos turnos de los 'Final Fantasy' o 'Dragon Quest' clásicos, a propuestas más dinámicas como las de los 'Tales of', o con elementos tácticos. 'Ar Nosurge' no es una excepción, aunque han ido un paso más allá. Tal vez demasiado más allá, y es que si bien los nos encontraremos con enfrentamientos planteados de manera compleja, el tedioso tutorial inicial, y una vez más, el idioma, no ayudan en absoluto a hacer de él algo fácilmente domable.
En 'Ar Nosurge' no peleamos estrictamente con los enemigos que aparecen en pantalla, sino que son oleadas a las que habrá que ir despachando, por turnos, eso sí, pero con el dinamismo que ofrece la posibilidad de utilizar tres botones para tres ataques diferentes, uno básico y dos más potentes, cuyo uso está muy limitado. El protagonista masculino, que es quien lleva la voz cantante, es inmortal, con lo que su objetivo no solo es atacar a los enemigos, sino también proteger a la chica en una especie de minijuego consistente en pulsar el botón adecuado en el momento del ataque rival. El uso de este botón de defensa también está limitado, con lo que conviene saber cuándo usarlo, especialmente en combates contra jefes finales rodeados de otros enemigos menores.
Mientras nosotros nos ocupamos de los enemigos, nuestra compañera femenina recargará su "Song Magic", un ataque poderosísimo. Evidentemente, es la vida de la chica lo que determina el final de la partida, ya que como comentaba antes, el protagonista masculino no morirá en ningún caso. A todas esas peculiaridades hay que sumar otras como la existencia de la barra Burst, que aumenta o disminuye conforme usemos con acierto (o no) el aspecto defensivo, o la barra Harmo, que provocará otro ataque especialmente poderoso, y que también dependerá de nuestra habilidad.
En resumen, se trata de un sistema de combate muy completo, pero tremendamente hostil con el jugador no solo novato, sino también "no experto" en el género.
Sin embargo, combatir no es la única manera de evolucionar a nuestros personajes o equipo. Por una parte, tenemos el Genometrics, que es mediante el cual obtendremos nuevas formas de magia. Se trata de una especie de sincronización entre cada personaje de la pareja, en el que el componente masculino indaga en el corazón de la chica, descubriendo todos sus secretos y su pasado, teniendo en cuenta cuatro tipos de comportamiento respecto a los demás miembros del grupo: extroversión, introversión, masoquismo y sadismo. Este sistema se presenta en forma de mapa en el que tras elegir destino seremos testigos de una escena en la cual habrá que tomar una decisión entre dos disponibles, a cambio de puntos conseguidos a través de batallas, por ejemplo. Lamentablemente, esto, que a priori pudiera parecer interesante, se limita a un sucesión de ensayo-error, ya que si no tomamos la decisión correcta, siempre podremos volver para elegir la contraria, eso sí, tras ver de nuevo la escena al completo.
Y por otra parte está la síntesis de items, desarrollada a través de una pequeña escena de baile de los protagonistas, con mucho sentido del humor y rayando la vegüenza, aunque no desluce con las intenciones generales del juego.
Aspectos técnicos
Llegamos a uno de los puntos más escabrosos de todo el juego. Evidentemente, hay que ser consciente del presupuesto que manejan estos proyectos, con lo que la exigencia tiene que estar en su punto justo. Así, en lo referente al diseño, nos encontramos a unos personajes principales excelentemente creados, con un toque cell shading y mucha personalidad, lo contrario que los NPC, carentes de la misma, incluso siendo muchos de ellos perfectamente clónicos. Los escenarios ya presentan un acabado bastante más pobre, estando prácticamente semivacíos, sin detalle, y con unas texturas mediocres, casi de generaciones aún anteriores a la de PlayStation 3. Además, la mencionada cámara fija no ayuda en absoluto a que este apartado luzca un poco mejor.
En el aspecto sonoro escucharemos un gran trabajo en lo referente a la banda sonora, con temas pegadizos, pero bien compuestos y adaptados a la acción (o falta de ella), además de una buena interpretación en el doblaje, aunque como es habitual en el género, un poco sobreactuada. En inglés, por supuesto, así como los diálogos.
En conclusión
Las sensaciones que me ha producido 'Ar Nosurge: Ode to an Unborn Star' son similares a las que me produjo en su momento, salvando las distancias, 'Deadly Premonition'. Es decir, un juego repleto de ideas originales, incluso geniales, pero encerrado en la forma de un título pobre técnicamente y con una jugabilidad nada agradecida con el jugador medio. Por ello, su compra puede ser recomendada al fan y experto del género, con ciertos conocimientos de los antecedentes de la saga y con un nivel de inglés tirando a medio-alto. Para los demás, más vale que cuenten la paciencia entre alguna de sus virtudes como ser humano...
Lo mejor:
- Un montón de peculiaridades que le dan mucha personalidad. - Apartado sonoro bastante notable. - Diseño de los personajes principales fabuloso. - Un sistema de combate muy profundo...
Lo peor:
- ... aunque nada sencillo de comprender. - Apartado gráfico pobre en general. - Completamente en un inglés bastante complejo. - Necesita de demasiados condicionantes para disfrutarse, busca un público muy específico.