El 21 de Junio 2013 | 17:52
Día 1
He decidido mudarme, otra vez. Se podría decir que mi experiencia como viajero está protagonizada por distintas vidas que he tenido en distintos pueblos, todos ellos muy coloridos y más completos que el anterior. En mi primera aventura en Nintendo 64 no salí de Japón porque tenía miedo de que fuera del continente no me quisiesen, y como curiosidad, el pueblo estaba tan atrasado que tenía que introducir el día y la hora cada vez que salía de casa. Afortunadamente, tuve una segunda aventura, esta vez en la Gamecube, y no tenía que introducir la hora cada vez que salía de casa y salí de Japón, y para sorpresa de muchos, les gusté. Puede que sea porque mi vida es sencilla, colorida, alegre y sin complicaciones, pero hay muchos que se han unido a este tipo de vida.
Después de GameCube, pasé por la Nintendo DS con Animal Crossing: Wild World, y demostré que mi estilo de vida es perfecto para la portátil. Podría ir a cualquier sitio y si tenía un momento libre podía disfrutarlo con mis vecinos. Luego, pasé por la Nintendo Wii con 'Animal Crossing: Let's go the City', que pese a ser una buena vida, la falta de novedades hizo que me aburriese un poco. Quizás fue la falta de portabilidad lo que le quitase la magia a esta vida, pero me gustaba aún así. Ahora, mi nueva aventura es con 'Animal Crossing New Leaf' para Nintendo 3DS.
La vida empieza siendo igual que las anteriores: empiezo en un tren y un gato me pregunta por mí, cómo me llamo, a dónde voy... Es agradable ese gato, y me gustaría poder verle más como en los viejos tiempos. Sin embargo, esta vez mi vida ha dado un giro de 180 grados: como quien no quiere la cosa, me han nombrado alcalde de este pueblo, el cual no conozco absolutamente de nada. Dijeron que el alcalde venía justo en ese tren, pero es extraño, solo he bajado yo. No he podido negarme por mucho que insistiesen, y ante mi llegada, me hicieron plantar un árbol para conmemorarla, que esperan que traiga más novedades a este pueblo, el cual se ve anclado en el pasado y totalmente vacío. Para no darles una decepción, hago como que soy el alcalde. En mi primer día no me piden nada más allá de conocer a los vecinos y los distintos lugares: el museo completamente vacío, la tienda, el centro de reciclaje, la oficina de correos y la tienda de moda. Tras esto, me fui a la inmobiliaria para que instalasen mi casa, y el mapache dependiente mientras tanto me puso una tienda de campaña provisional. Creo que mi nueva vida va a ser más emocionante que las anteriores.
Día 2
Me despierto y veo que la tienda de campaña en la que dormí ahora es una casa hecha y derecha. Ante el aburrimiento, me dirijo al ayuntamiento y la secretaria Canela me dice que oficialmente aún no soy alcalde y que tengo que ganarme la confianza de los vecinos para poder oficializarlo. Hago lo típico que haría cualquier aspirante a político para ganarse la confianza de los ciudadanos antes de subir al poder: capturo bichos, pesco peces y desentierro fósiles para donarlos al museo, y de paso vendo los que me sobran parra conseguir algo de dinero para pagar la deuda que tengo sobre mi casa y para comprar muebles para decorar mi casa y de paso una camiseta nueva, que no quiero que crean que soy un alcalde sin sentido para la moda.
También he quitado hierbajos que salen de la noche a la mañana y he hecho favores a los vecinos, los cuales no parecen muy listos y sus conversaciones son típicas de niños de cinco años, pero pese a mis más de veinte años y pelo en pecho, me entretienen y creo que hay alguno al que le tengo bastante aprecio.
Día 5
Ya soy oficialmente el alcalde de este pueblo. Mi secretaria ya me ha comentado lo que puedo hacer como alcalde: mandar enmiendas y hacer nuevos proyectos municipales para mejorar el pueblo. Las enmiendas son pocas pero me interesan mucho: hacer que mi pueblo madrugue por si mi vida se realiza por la mañana, que trasnochen si quiero disfrutar de ella hasta la madrugada, que tengan dinero y así pueda conseguir más para pagar mis deudas y financiar los proyectos municipales aunque eso implique que los precios suban debido a la inflación, o que mi pueblo sea más bonito con más flores y vecinos vigilando que no haya hierbajos.
Los proyectos municipales empiezan siendo trivialidades como una boca de incendios o un reloj, a veces hasta me daría palo que se celebre una inauguración por algo tan banal como un banco, pero parece que a los vecinos les gusta, y me entretiene ganar dinero para mejorar mi pueblo.
Día 6
Comienza el día, hoy tengo pensado pasarlo pescan...
Día 6, ahora sí
Parece que he tenido un problema al empezar el día y se me acabó la batería. En mis anteriores visitas a pueblos he tenido que aceptar los sermones de un topo al que no le gusta que salgamos sin registrar lo que hemos hecho, pero nos ha dicho que solamente pasará una vez si no construimos el Centro de Reseteos, porque lo retiraron al dar mucho miedo a los niños y recibir numerosas quejas de los padres. Volviendo a mi vida como alcalde, he visto que la tienda se expande y estará cerrada por reformas. Me gusta que cada vez se hagan más grandes y el pueblo avance. Antes no era más que un simple aldeano más, pero ahora siento que realmente formo parte del pueblo y hago que avance día tras días.
Ya he terminado dos proyectos municipales con éxito y saldado mi deuda, pero ese mapache insiste en que haga más reformas en mi casa, que visto lo visto, no estaría de más dado que me gusta coleccionar los muebles y premios que consigo con las galletas de la suerte de la tienda, todos ellos basados en famosas series de Nintendo como 'Mario', Pikmin, 'The Legend of Zelda' y 'Metroid', aunque me gustaría que hubiese más como por ejemplo 'Earthbound' o 'Sin and Punishment', por decir dos de mis series fetiche.
También he pasado por una isla donde siempre es verano, y eso hace que aparezcan bichos y peces raros que luego puedo vender a buen precio, y eso será invertido en mi pueblo. De paso también vi que tenían juegos, con lo que la próxima vez que pueda estar con algunos amigos, les aviso para que juguemos juntos, pues todos ganamos.
Día 20
Casi tres semanas aquí y ya ha habido un cambio de mes. Con él vienen nuevos bichos y peces que capturar y así mejorar la colección del museo, que falta le hace. Me acuerdo de que una vez traté de donar un cuadro que vendía un zorro, pero resultó ser falso, con lo que la próxima vez iré con la ayuda de un experto como en ese programa de una casa de empeños regentada por un calvo y su familia. Han pasado muchas cosas: con mis amigos he traficado con frutas que no consigo en este pueblo para así conseguir más dinero, hemos pescado, hemos hablado de nuestros vecinos anteriores y actuales, hemos ido a la isla para esos juegos y ha sido de lo más divertido que hemos jugado nunca, posiblemente porque son fáciles y directos y consiguen que tengamos una sonrisa en los labios.
Hice unas fotos de mis aventuras y las he podido subir a Tumblr, Facebook y Twitter directamente sin hacer virguerías con la tarjeta SD desde el navegador de mi consola, y sí, uso la consola para sacar fotos de mis aventuras, ¿pasa algo? Además, una de las cosas que me anima a seguir es la música de fondo del pueblo. Es tranquila y me embriaga y consigue hacer que mi estancia en el pueblo sea mucho más llevadera y alegre, que es una de las razones por las que sigo este estilo de vida.
Día 40
Realmente estoy disfrutando de esta nueva vida. Se han ido vecinos y han venido otros, el lugar de acampada trae a gente particular y con la que es agradable estar al ser gente nueva. He abierto la cafetería, donde alguna vez he trabajado a tiempo parcial. Me sorprende que esta vez los vecinos se pasen por las tiendas a mirar cosas y hasta les puedo dar consejos, porque antes yo era el único que iba a ellas. Hoy ha venido un nuevo vecino humano, y aunque se lo pase bien, le da pena no ser alcalde, con lo que no creo que él disfrute tanto como estoy haciendo yo al no poder decidir cómo avanza el pueblo en el que convivimos.
En estos días he aprovechado para hacerme amigo de la eriza de la tienda de moda, y parece que le gusto y he conseguido que traiga su máquina de coser. Según ella, lee y crea códigos QR para compartirlos con todo el mundo. Como no soy muy bueno diseñando, he buscado por internet sitios dedicados o gente que pone esporádicamente esos códigos y he conseguido hacerme camisetas de por ejemplo, cazador de titanes de la serie 'Ataque a los Titanes', la camiseta de Ness de 'Earthbound' o el vestido de Asuka de 'Neon Genesis Evangelion' entre muchas otras cosas que no vería en la tienda de moda normalmente, pero gracias a la comunidad altruista puedo disfrutar.
Día 45
Hoy ha habido un concurso de caza de bichos en el pueblo y gané gracias a mi mariposa alas Brooke. Me gusta que haya cosas como estas porque así no noto que todos los días son iguales. Le dan mucha variedad a mi vida aunque me gustaría que hubiese más, aunque si sucediesen cada día, dejarían de ser especiales.
Una cosa que me sigue sorprendiendo es que pese a tener deudas con ese mapache, no me ponga límites. Me gusta eso de que me dejen total libertad dentro de unos límites, y por eso, pese a que esta nueva vida no suponga ni un reto, me gusta. Me hace sentirme relajado y disfrutar de lo que voy consiguiendo poco a poco con mi esfuerzo y el de mis vecinos.
Día 365
Llevo ya un año en ese pueblo, y es increíble lo que he conseguido hacer. Ahora tenemos policía, tres puentes para cruzar el río, cafetería, centro de reseteos, un club para bailar por la noches conseguido a base de firmas, una peluquería, el museo está ahora completo, una zapatería, la tienda ahora es un centro comercial de tres plantas con muebles y moda... Nadie diría que lo he conseguido yo solamente en un año, y eso que algún día no he podido pasarme, pero igualmente he disfrutado mucho siendo alcalde y lo seguiré siendo. Ahora me queda disfrutar de todo lo que he conseguido, que sin duda no lo podría haber hecho sin mis vecinos que por el mero hecho de estar ahí, me motivasen a hacer un pueblo más bonito.
Lo mejor:
La ambientación sencilla, alegre y amigable del juego que nos hace querer vivir para siempre en él. Tiene mucho, mucho contenido.
Lo peor:
El mundo podría estar algo más vivo. Nos absorbe demasiado tiempo para jugar a otros juegos.