WII U

Análisis 'Year Walk' Wii U - Imprescindible

Uno de los mejores juegos que he jugado este año. No debería pasar desapercibido.

Por Xose Llosa 1 de Octubre 2015 | 17:28

En el E3 2014 de Nintendo Miyamoto se presentó ante nosotros con un plan claro: mostrar las capacidades de Wii U y cómo determinados juegos sólo son posibles en la sobremesa asimétrica de Nintendo. Fruto de ese empeño salían proyectos como 'Kirby y el Pincel Arcoíris' o el recientemente pospuesto 'Star Fox Zero'. Sin embargo, hay ocasiones en las que los desarrolladores indie, con lo mínimo, logran transmitir una idea de manera muy clara. 'Year Walk' es un juego perfecto para mostrar la interacción particular que ofrece una Wii U con su Gamepad.

'Year Walk' es un juego que pasó por Windows, Mac e iOS a lo largo de los últimos dos años. Un desarrollo basado en Unity que firma un pequeño equipo equipo sueco llamado Simogo. Un desarrollo, que al igual que otros como 'Montague's Mount' -aquel escocés y de una calidad mucho más pobre que 'Year Walk'-, bebe de la cultura y mitología local de sus creadores. 'Year Walk' es un juego que está envuelto en la tradición sueca, que a un españolito de a pie le pilla muy lejos, pero que guarda un halo de misterio y fantasía que la convierte en un contexto muy fácil del que quedar prendado. Esta aventura gráfica point-and-clic en primera persona, eso no lo había dicho todavía, presenta un acabado artístico minimalista y cuidado que se vincula en una simbiosis casi rítmica a ese cuadro sobrenatural que quiere dibujar.

El referente más inmediato y evidente para comprender qué es 'Year Walk' lo tenemos que buscar de manera irrefrenable en 'Hotel Dusk: Room 215'. Aquel título de Taisuke Kanasaki, luego llegó una secuela bajo el nombre de 'Last Window', lograba en Nintendo DS lo mismo que 'Year Walk' en Wii U. El juego de Nintendo DS también era una aventura gráfica en la que se aprovechaban las funciones de doble pantalla que caracterizaba a la Double Screen de Nintendo. También, en esto hay otro paralelismo con 'Year Walk', 'Hotel Dusk' tenía un acabado artístico en tonos muy sobrios.

El uso del Gamepad

¿Cómo aprovecha 'Year Walk' las capacidades de Wii U? La idea de Simogo fue en su día darle una vuelta de tuerca más al género point-and-click. El otrora género estrella de los ordenadores, tras años de destierro ha vuelto para reinventarse en nuestro tiempo a través de Kickstarter, las pantallas táctiles de los teléfonos, nuevas apuestas narrativas, y no cabe duda que Nintendo con su 3DS y Wii U también ha tenido que ver. En este caso el juego se desarrolla en primera persona y los escenarios son planos pero interconectados en diferentes capas de profundidad. De tal forma que cada en cada escenario nos podemos mover a izquierda y derecha para interactuar con elementos y personajes, pero en ciertos puntos existe una puerta o zona de paso a una nueva instancia adelantada o que ya habíamos dejado atrás. De esta forma, aunque el desarrollo del juego es en plano, genera una sensación de progreso para nuestro viaje muy interesante. Es una manera novedosa, clara y esquemática de conectar instancias que funciona muy bien. En la pantalla del televisor tenemos nuestra escena, y en el mando toda la hoja de ruta.

La ambientación bien comprendida

Al final hay que decir lo evidente, que este es un juego reflexivo y pausado, un título de esos con los que te puedes sentar una tarde de sábado con un café a descubrir una historia interesante. Hay mucha documentación por leer, elementos de conectar, y para eso la pantalla del gamepad es nuestra aliada. Ahí encontraremos el mapa, la documentación y una libreta de notas para rellenar con nuestras apreciaciones o dibujar puzles. En conjunto, una manera obvia, coherente, pero no muy explotada de aprovechar el Gamepad. He jugado mucho en Wii U, un porcentaje muy alto del catálogo, pero pocas veces he visto un uso tan natural del mando como en este caso. Ha sido un estudio indie con un juego pre-Wii U, pero Nintendo debería haber convertido este 'Year Walk' en baluarte de su tecnología.

Dice la Wikipedia que 2013, cuando este juego salió originalmente en móviles, Simogo estaba compuesto de dos personas. El mundo de los videojuegos ha visto una revolución, porque parece increíble que un par de personas puedan en buena medida firmar un juego como este, cuidado en todos sus aspectos: a nivel jugable es original y coherente, a nivel visual increíble y a nivel sonoro sabe transmitir la soledad que te esperas del mundo rural sueco cubierto de nieve. El único inconveniente que puedo encontrar es con el ritmo; es una aventura gráfica clásica, no un paseo interactivo a lo 'The Walking Dead', por lo que es un producto claramente destinado a un público muy concreto. Sin embargo, es uno de los juegos que me ha enamorado en lo que llevamos de 2015, tanto por ambientación, como por su historia, pero sobre todo por el talento que se desprende de toda la idea que proponen. En ocasiones, lo más simple es lo que mejor termina por funcionar. Este es un caso.