'Metroid', 'Castlevania', 'Mega Man'... nombres que los desarrolladores treintañeros tienen grabados a fuego en su bagaje. Juegos que llevan siendo clonados de manera continuada desde el mismísimo día que llegaron a las tiendas. Juegos que marcaron época, y que los creadores indie siguen tomando como referente una y otra vez. 'Xeodrifter' se salta sin miramientos un par de décadas de desarrollo de videojuegos y hace un 'Metroid' como se hubiese hecho en tiempos de los 8 o los 16 bits. Esta es su intención, esta es su premisa, y sobre todo este es su atractivo. Ahora bien, el debate moral entre la copia y el homenaje siempre se alza en lucha encarnizada en mi conciencia cuando me enfrento a un juego como este.
Renegade Kid y la herencia Nintendo
Renegade Kid es un estudio que conocen muy bien los aficionados a las consolas Nintendo. Desde hace mucho el equipo de Jools Watsham es uno de los que más alegría le saben dar a la eShop. Está claro que es uno de esos estudios cercanos a Nintendo, que se busca las habichuelas en PlayStation (analizamos la versión de PS4) y en Steam. Es evidente la admiración por 'Metroid' y lo cercano del estudio de la saga. En nuestro viaje espacial la nave que nos sirve de vehículo hace crack y tenemos la obligación, como Samus, de explorar peligrosos y recónditos planetas alienígenas.
Cada planeta es un laberinto bidimensional cargado de amenazas y obstáculos. Sin instrucciones, sin un orden lineal, con el backtracking como mecánica que se ríe abiertamente del tutorial, 'Xeodrifter', igual que en su día 'Metroid', nos enfrenta a la soledad del espacio desconocido. Sin instrucciones, sin recursos y sin comunicación, el ensayo error es nuestra única herramienta válida. Elegimos uno de los escenarios disponibles e intentamos llegar lo más lejos posible, cuando nos encontremos con un obstáculo infranqueable necesitamos buscar una habilidad que nos permita superarlo. Por ejemplo, al principio del juego no podemos bucear, por lo que tenemos que buscar entre los planetas la habilidad que nos permita sumergirnos. Entonces tenemos una nueva herramienta para reexplorar los escenarios y descubrir nuevas áreas, encontrar nuevas habilidad y volver a reexplorar los escenarios de nuevo para continuar avanzando... es decir, esto es un 'Metroid' de desarrollo 2D con gráficos de estética retro.
Enorme pero muy poco ambicioso
'Xeodrifter' es un gran juego, un juego enorme: divertido, desafiante, inteligente, adictivo... un juego al que un fan de 'Metroid' no se puede resistir ni por un instante. Sin embargo, me enfurece. Es una fórmula muy cómoda, insultantemente cómoda. Logra profundidad en sus mecánicas a medida que añade nuevas herramientas a nuestra colección de habilidades, y se convierte en un juego complejo tanto en dificultad -tiene una dificultad bastante endiablada, pero el sistema de checkpoints hace que no sea frustrante- como en diseño. Prácticamente todo lo que hace lo hace razonablemente bien,pero ser tan insultantemente conservador con la fórmula 'Metroid', tan abiertamente inspirado hasta extremos poco lícitos, y además gráficamente tan poco ambicioso, lo convierten en un juego que sin pena ni gloria no aporta nada. Es un 'Metroid' hueco, sin el carisma que la saga de Samus logra albergar, seguramente en buena medida gracias a un bagaje de décadas del que 'Xeodrifter' se trata de apoderarse con pocos méritos propios.
En lo técnico también me desconcierta. El juego originalmente fue desarrollado para la eShop de Nintendo 3DS, plataforma en la que puede tener cabida un título estéticamente como este, pero con el salto a PlayStation 4 rechina mucho más de lo deseable. La estética de acabado píxel tiene toda la intención de acogerse a lo retro, pero a estas alturas cada día es más difícil de tolerar. Junto a esto, detalles feos como que el texto que aparece en pantalla cuando se recoge un nuevo ítem -"mira la pantalla inferior para equipar"- son la prueba definitiva de mi sospecha: la adaptación a PlayStation 4 es completamente directa, no ha habido ambición alguna de explotar el hardware de la sobremesa más allá del nivel que se intentó exprimir con la versión original en Nintendo 3DS.
Sólo una máquina del tiempo
Al final el análisis parece el de un descerebrado. Recomiendo este juego, pero única y exclusivamente si eres un fan de los 'Metroid' clásicos con ganas de meterte en una máquina del tiempo. Más allá de esto el juego no aporta nada que no estuviese ya sobre la mesa hace un par de décadas, y eso a estas alturas me parece algo a criticar. 'Ori and the Blind Forest' también es heredero directo de ese género que se hemos terminado llamando metroidvania, y sin ser el juego de Moon un título que me haga particular ilusión, es evidente al jugar dónde está su herencia, pero también evidente el ánimo del estudio por ofrecer su propia interpretación con no pocas aportaciones. Renegade Kid ha ido a lo fácil, haciéndolo muy bien, pero siguiendo el guión al pie de la letra.