Ahora que han pasado ya tantas horas desde que inicié mi partida de 'Xenoblade Chronicles X' me siento abrumado por la cantidad de cosas que he hecho y cómo he ido sumergiéndome en un mundo que pocas veces en mi vida con videojuegos de esta escala había sentido. Son muchos los calificativos que podrían servir para definir la última obra de Monolith Soft., también otros tantos los que sirven para demostrar qué no es este episodio y en qué se diferencia con respecto a la obra original de Wii, pero creo que lo más correcto es definir esta obra como lo que es y no poner sobre la mesa lo que podría haber sido.
'Xenoblade Chronicles X' se adivinaba como uno de los motivos por los que merece la pena comprar una Wii U. Y vaya si lo es.
Un título trascendental
Hablar de un videojuego perfecto es algo demasiado ambicioso, incluso para Tetsuya Takahasi -productor y director del título-, quien nos ha deleitado con profundas entrevistas durante estos últimos meses en los que la sinceridad ha estado siempre en su rostro. El mundo de Mira es gigante, inmenso, vivo; el señor Takahasi aseguraba que "Construir el mundo es algo muy importante para mí al ponerme a hacer videojuegos, y es algo que lleva bastante tiempo. En pos de de que te sientas casi como si estuvieras viviendo en este mundo, tienes que pasar allí al menos unas 20 o 30 horas".
Y tanto que necesitas decenas de horas para entender qué es realmente este videojuego, porque no es para todos los públicos; sin embargo, cualquier fan del género del rol no debería dejar pasar la oportunidad de experimentar este producto, hecho con tanto cariño y empeño que hacen del largo lustro de desarrollo que les ha llevado haya merecido totalmente la pena.
Al poco de comenzar nos damos cuenta que las inspiraciones para dar color y forma a 'Xenoblade Chronicles X' son muchas, incluyendo los antecedentes de la saga; pero también hay muchos resquicios del rol occidental. Si jugaste en su momento 'Xenbolade Chronicles', seguramente te preguntes si sería posible alargar más esa epicidad y grandilocuencia con que cuenta ese título. El tiempo pondrá a cada cual en su sitio, pero me atrevería a decir que va a haber una gran fragmentación de opiniones entre aquellos que defiendan al uno y al otro, porque esta aventura es mucho más grande, aunque menos memorable argumentalmente; es más ambiciosa, pero menos sorprendente; es más, pero quizá no llena tanto.
Demasiadas preguntas y pocas respuestas inicialmente
Durante mis primeras 20 horas de aventura estuve ojiplático, sin saber muy bien si verdaderamente estaba avanzando en balde o si verdaderamente los miedos que tenía al principio iban a cumplirse, lo cual me iba a hacer dejar el mando antes de lo esperado. Monolith no se anda con chiquitas y nos avanza una historia bastante seria, con un panorama indeseable en el que tenemos que introducirnos en un mundo inexplorado, pero al principio hace falta algo más donde apoyarnos. Se dan por hecho demasiadas cosas y no todo el mundo va a hacer la vista gorda con esta forma de plantear la introducción, una lección autodidacta donde eres tú, jugador, quien tiene que tomar los mandos de absolutamente todo y sobrevivir en este salvaje y a la vez anónimo conjunto de ciudades y entornos.
Xenoblade Chronicles X' es un juego que necesita que pongas mucho de tu parte, te pide paciencia en todo momento y te escribe mensajes que debes ser capaz de identificar: lo mejor está por llegar. Creo que no voy errado si digo que todos aquellos que lleven ya por lo menos 40 horas y hayan conseguido su primer Skell (sí, las enormes criaturas Mecha que aparecen en los tráileres y carátulas del juego), están disfrutando ahora mucho más que hace cinco horas; del mismo modo, en ese momento ya lo pasaban mejor que cinco horas antes, y así sucesivamente.
Esa constante sensación de progreso, aprendizaje y poder que sentimos a los mandos es algo que solamente había sentido antes con 'Xenoblade Chronicles'. El problema es que aquí el planeta Mira se come a un argumento que personalmente me ha llamado muy poco, porque vale que tenga algún que otro giro de guion inesperado, pero lo interesante empieza a aparecer tarde y la forma de contarte la historia está mal estructurada, con un ritmo en ocasiones lento y otras veces con prisa.
A eso hay que añadir la excesiva cantidad de información que aparece en pantalla durante las batallas; por suerte en el menú de opciones podemos quitar cosas, pero no son puntos que jueguen a favor de aquellos que llegan aquí de nuevas. Y es que hay pocas cosas que reprochar a 'Xenoblade Chronicles X' antes de rendirnos a sus pies y empezar a hablar con superlativos, ya que la exploración puede ser una perdición para muchos que tengan el suficiente tiempo libre para conocer todo el enorme mapa de Mira. Es sensacional la forma de interpretar esta naturaleza, la variedad de entornos que hay y esa manera tan inteligente de hacerte entender que no es un territorio plano, sino que el eje vertical complementa al horizontal.
Si miras el mapa desde una vista periférica no estás viendo el cien por cien del mismo, ya que habrá veces en que una enorme montaña esconda en la cima una vía de paso para acceder a una cascada en la que podrás apoyarte para conseguir un objeto inalcanzable de otra manera. Vas a perderte sin darte cuenta pero vas a seguir dando pasos hacia delante sin dejar migas de pan en el camino, y eso es maravilloso.
Lo mejor de todo es que mires el contador de horas y te resulten pocas: quieres más. Terminas llegando a una nueva localización y se abre ante ti algo completamente nuevo; como eres más fuerte que antes, sigues adelante. Pero claro, es un título muy exigente, para nada fácil, que no solo no te da explicaciones sino que te castiga cuando no estás a la altura; te da pocas oportunidades. No es un videojuego para todo el mundo.
Cómpralo
Al final, con tanto tiempo invertido, me he dado cuenta que estamos ante uno de los títulos más grandes jamás hechos en los últimos años no solo cuantitativamente sino también cualitativamente, porque es una obra inteligente, que se cree a sí misma y demuestra hasta en el mínimo detalle que Monolith sabía donde se metía y quería mejorar todo lo visto en el pasado. Gráficamente es un portento, no has podido ver algo igual en una consola de Nintendo antes.
Los rostros son feos, algunos horribles por su hieratismo, pero el mundo es tan bello y con tanta vida que el poder de la contemplación te va a abrazar continuamente. El tempo está muy bien medido; no vas a estar haciendo sidequest continuamente solamente porque necesitas subir de nivel urgentemente, sino que vas viendo que si cumples con lo que la obra te pide no te va a hacer falta más que disfrutar. Tarda en arrancar, insisto, y su historia no es demasiado buena, aunque el resultado global es mayor que la suma de sus partes. Voces magníficas, traducción muy notable... Los valores de producción son intachables.
Monolith Soft. firma aquí posiblemente su mejor obra en términos generales, una compra obligada para cualquier poseedor de Wii U que tenga ganas de vivir algo grande con muchas horas por delante. 'Xenoblade Chronicles X' llama a las puertas de los mejores de su generación, de su época, y será recordado como lo que es realmente: un JRPG que no piensa solo en el público nipón sino en cualquier amante del género, un ejercicio de fanservice hecho con cariño, con cabeza y tesón. Grandioso, profundo, descomunal y amante del trabajo bien finalizado. Bravo.