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Análisis 'Worms W.M.D.' para Nintendo Switch: gusanos en guerra

PURA DIVERSIÓN

Análisis 'Worms W.M.D.' para Nintendo Switch: gusanos en guerra

Por Rodrigo Aliende

El 26 de Noviembre 2017 | 16:08

Team 17 desembarca por primera vez en Nintendo Switch con la versión definitiva de 'Worms W.M.D.'.

La saga 'Worms' tiene una larga historia y es bastante querida entre los jugadores gracias a su peculiar sentido del humor y a su divertida jugabilidad para disfrutar en compañía y, para qué engañarnos, también tiene parte de culpa la nostalgia. 'Worms W.M.D.' salió el año pasado para PC, PS4 y Xbox One y ahora que ya está Nintendo Switch en el mercado, Team 17 ha adaptado su juego para la consola híbrida, y es que 'Worms' es un ejemplo ideal de por qué hay ciertos juegos que funcionan mucho mejor en Switch, adaptándose muy bien a su concepto y aprovechando sus características.

El entrenamiento es el primer paso para aquellos que hace mucho que no jueguen a un 'Worms', ya que es esencial conocer para qué sirve cada arma y cómo funciona. Dentro de este apartado también hay unas misiones Pro, en la que se pone a prueba al jugador con el uso de ciertas herramientas y se demuestra que pueden llegar a ser bastante complejas de usar en condiciones.

Worms

Listo para ir a la guerra, gusano

La campaña está compuesta por un total de treinta misiones, las cuales tienen un objetivo principal y otros tantos secundarios, que hace que la duración del juego se alargue bastante para los que quieran completarlo al 100%. Las primeras misiones dan la sensación de ser un tutorial encubierto, no hay mucha complicación en completarlas ni en conseguir los objetivos secundarios. Aun así, no está de más tener un poco más de tiempo para hacerse con los controles y ver cómo funciona la inteligencia artificial enemiga.

El diseño de los escenarios permite ver en cada misión cómo los desarrolladores han pensado que se debería afrontar, al menos a grandes rasgos: un tanque aquí, un puesto de francotirador allá, unos barriles explosivos aquí, unas minas allá. No hay un selector de dificultad, sino que es el jugador el que debe buscar nuevas formas de abordar las situaciones, imponerse sus propios desafíos. Los objetivos secundarios funcionan muy bien a este respecto. Hay otras misiones que abrazamos su resolución planteada por lo espectacular que es, como dar una pasada con un helicóptero sobre una decena de gusanos rodeados de barriles.

La dificultad va incrementando poco a poco: comenzamos las misiones con menos unidades que el enemigo o estos tienen un armamento muy superior al nuestro. La inteligencia artificial tiene algunos momentos estúpidos, pero en líneas generales cumple sobradamente. Los gusanos se quedan parados y cambian de armas como si estuvieran pensando realmente, esta imitación de un humano es un poco cansina. Por otro lado, siempre tienen un as en la manga y se les ocurren estrategias complicadas, que intentan llevar a cabo, y algunas veces salen bien y otras veces mal, para nuestro beneficio, por supuesto.

Worms

Pura estrategia

El componente estratégico en 'Worms W.M.D.' es realmente importante, más de lo que a primera vista se puede apreciar. El crafteo también ha llegado al mundo de los gusanos en guerra. Con algunos elementos que encontramos por el escenario o con los que obtenemos al desmantelar objetos nuestros, podemos crear nuevas, lo que amplía mucho las posibilidades. Incluso durante el turno del enemigo se puede craftear, lo cual da bastante ventaja si uno es rápido con los menús.

La inclusión de los vehículos es otro factor a tener en cuenta. Aunque pueda parecer que tienen un gran poder destructivo, no son suficientes para darle una victoria inmediata al bando que se haga con un tanque o un mecha. Es más, tan sólo con acercarnos y pulsar un botón ya echamos al que esté montado en ese vehículo y queda completamente desprotegido. Las tornas cambian muy fácilmente en 'Worms' en cualquier momento.

El control en general es posiblemente el fallo más grave de esta entrega y de toda la saga, que parece que ya sea una seña de identidad. Los gusanos pueden arrastrarse por casi cualquier superficie relativamente inclinada. Lo malo viene cuando hay que saltar y nos chocamos constantemente contra muros o techos. Esto tiene aún más incidencia dentro de los edificios, que, no nos olvidemos, es importante explorarlos porque suelen esconder cajas con materiales y armas.

La versión de Switch se consolida como la más completa gracias a añadidos como la campaña de 'Liberation' o el modo 'Fuerte'. Los que prefieran jugar solos tienen contenido para jugar durante muchas horas, pero evidentemente 'Worms' no se puede comprender al completo sin analizar su parte multijugador.

Worms

La portabilidad y la posibilidad de pasarse el mando entre varios lo hace ideal para partidas entre amigos. Sí es cierto que tiene el inconveniente que la pantalla de la consola se antoja pequeña, ya que muchas veces es necesario abrir el zoom mucho para ver el escenario y la posición de aliados y enemigos con más claridad y es demasiado pequeño. En cuanto al multijugador online, ofrece tanto partidas igualadas de uno contra uno (la tensión de este modo no es apta para los que padezcan del corazón) como no igualadas, aunque desgraciadamente, no tiene la posibilidad de crear salas privadas ni invitar amigos. Un fallo considerable en este apartado.

'Worms' no necesita hacer grandes técnicos, por lo que se han centrado en la dirección artística y es que todos los escenarios son realmente bonitos, con un estilo con personalidad propia. Vale la pena acercar la cámara y ver el grado de detalle que tienen. El juego se mueve con total fluidez y sólo necesita una breve pantalla de carga antes de cada misión.

Conclusiones

La gran belleza de 'Worms W.M.D.' –y de la saga en general, podemos decir- es que, debajo de una apariencia poco seria y divertida, se encuentra un juego de acción y estrategia realmente bueno y trabajado. El título obliga al jugador a conocer perfectamente cómo funciona cada arma (que no son pocas) para tener éxito. La última entrega de Team 17 se puede disfrutar tanto en solitario como en compañía y se convierte en una elección ideal para Switch, con esas partidas cortas para jugar en cualquier sitio.

8,0

Lo mejor:

- Su componente estratégico.

- La variedad de armas.

- La dirección artística.

Lo peor:

- El control.

- La falta de opciones en el juego online.

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