Análisis 'World of Warriors' para PS4, samuráis y gladiadores cabezones

Las fronteras entre plataformas están cada vez más y más difuminadas. En los principios, había títulos y géneros que no se podían concebir fuera de un tipo de consola u otra. Ahora, estos géneros se reinventan de forma que puedan llegar a donde quieran y adaptar sus mecánicas clásicas, mientras por el camino muchos jugadores chapados a la antigua se quejan de que "así no se juegan a las aventuras gráficas". El caso de 'World of Warriors' no es una cuestión de género, sino de plataforma. Dar el salto de dispositivos móviles a consola de sobremesa podría parecer hace unos años descabellado, pero ahora es lo más normal.

De móviles a consola

'World of Warriors' salió en Android en 2014 como un juego de combates por turnos. En su paso a PlayStation 4, se han dejado atrás los turnos y se ha convertido en un brawler multijugador de manual. Sus orígenes definen sus niveles de ambición y sus pretensiones y también algunas de sus mecánicas que puedan resultar chocantes en consola.

El sistema de combate es tan sencillo y directo como el resto del juego. Se limita a dos ataques simples, uno especial y defensa y evasiones, y uno de ellos también se utiliza para recoger objetos, lo que lo hace a veces algo complicado. Por suerte, la acción no es excesivamente rápida ni frenética, más bien lo contrario. Los golpes son pesados y la acción se centra más en medir nuestras fuerzas para no agotar la barra de resistencia, contraatacar y utilizar los elementos fuertes y débiles correctamente. Tiene un punto de inteligencia, pero una vez el jugador lo asimila, se convierte en algo muy directo y sin complicaciones.

Hay ciertas mecánicas heredades de los móviles que resultan un poco extrañas de ver en una consola, como, por ejemplo, la compra de los héroes. Con los cristales que ganamos con las victorias desbloqueamos nuevos guerreros, que aparecen de cajas de botín, por lo que no seleccionamos cuál queremos. No es que haya grandes diferencias entre ellos, pero resulta raro no poder elegir qué personaje nuevo queremos comprar.

La versión para móviles contaba con casi 140 héroes, todos ellos inspirados en guerreros históricos como los gladiadores romanos o los samuráis japoneses. En el port a consola se ha reducido hasta 40 el número total de personajes controlables, lo que resulta chocante teniendo en cuenta que la versión original era un free-to-play. El aspecto de todos, con esas cabezas grandes y cuerpos pequeños y el estilo cartoonish, deja claro que está destinado a un público más joven. Lo mismo ocurre con los escenarios, muy coloridos y con suficientes elementos para no sentirse vacíos.

La moneda in-game que conseguimos con cada victoria es bastante abundante, dejando atrás así el modelo freemium de la versión móvil. Las gemas que vamos recolectando nos permiten comprar nuevos guerreros. La subida de niveles se produce automáticamente y nuestro personaje va ganando puntos para sus características sin necesidad de preocuparnos. Una vez más, se nota el estilo de juego casual y sin ningún tipo de pretensiones más allá de echar un par de partidas con amigos.

'World of Warriors' tiene un modo para un jugador, el cual puede jugarse acompañado por amigos de manera online. No se desarrolla ninguna historia ni tiene ningún tipo de interés adicional aparte de la diversión que proporcionan los combates. Estos consisten en dos rondas en las que hay que acabar con todos los adversarios sin perder la vida. El modo Torneo funciona de la misma forma, una sucesión de combates en el que al final sólo queda uno.

El valor de uso de 'World of Warriors' parece estar limitado a las partidas entre amigos en casa. Su sencillo sistema de combate lo hace muy accesible y no requiere ninguna habilidad especial ni ser muy ducho en el género. Sus mecánicas son directas y, en menos de dos minutos, se puede comenzar a jugar.

Conclusiones

Como decíamos, 'World of Warriors' es un juego que se ve lastrado por sus orígenes en los móviles. Algunos elementos se han adaptado correctamente y otros no tanto, aunque, al fin y al cabo, no hay nada que haga palidecer excesivamente el conjunto. El sistema es sencillo y directo, sin ningún tipo de complejidad, ni de contenido por encima del mínimo exigible. El título se verá reducido a sesiones de juego en familia o entre amigos sin muchas pretensiones.