El 25 de Octubre 2016 | 06:44
A lo largo de sus 30 años de historia, 'Final Fantasy' ha contado con numerosos spin-offs que nos han permitido disfrutar de su vasto universo a través de distintas experiencias de juego. Desde la aparición en Game Boy del mítico Mystic Quest -que más tarde pasaría a ser una serie independiente conocida como Seiken Densetsu o Mana-, hemos podido ser testigos de cómo la franquicia ha coqueteado con distintos géneros del videojuego, como pueden ser la estrategia, la acción e incluso las carreras arcade. 'World of Final Fantasy' es el último spin-off que nos llega de la mano de Square-Enix, un título que, pese a mantener el tradicional sistema de combates por turnos, ofrece un concepto totalmente nuevo en Final Fantasy: la dedicación a la captura, evolución y combate del bestiario propio de su universo, así como la incorporación de otras criaturas totalmente originales. Este planteamiento viene arropado por un apartado gráfico muy cuidado y unos diseños de personajes realmente adorables y carismáticos cuya meta es la de conquistar a los veteranos fans de Final Fantasy, pero sobre todo atraer a las generaciones más jóvenes y darles la oportunidad de adentrarse en la franquicia.
Esta vez no todo es Nomura
En esta ocasión, Square-Enix se sirve de la compañía Tose, veterana compañera de fatigas, para coproducir este proyecto que está disponible para PlayStation 4 -versión que aquí analizamos- y para PS Vita. Puede que la veterana compañía Tose no os resulte familiar con tan solo mencionarla, pero lleva en activo desde hace más de 35 años, demostrando su buen hacer con juegos como 'Shin Megami Tensei: Devil Summoner: Soul Hackers', 'Final Fantasy XIII', 'Resident Evil Revelations' o 'Dragon Quest Monsters: Joker 2'. En cuanto a personalidades involucradas en el proyecto tenemos al director y guionista Hiroki Chiba, que fue director de evento en 'Final Fantasy VIII' y además trabajó en 'Dirge of Cerberus: Final Fantasy VII', al ilustrador Yasuhisa Izumisawa, autor del diseño de los "pezquecos" -personajes de aspecto SD- y gran influencia a la hora de diseñar el sistema de torres de personajes para el sistema de batalla, al ilustre compositor Masashi Hamauzu, que compuso la banda sonora de la trilogía 'Final Fantasy XIII', y al mismísimo y aclamado Tetsuya Nomura, quien en este caso aporta los diseños para los personajes de aspecto humano -en este juego conocidos como kolosos-.
El trabajo de Nomura tan solo está ligado a una sección del apartado artístico, pero su influencia durante los primeros compases del juego es innegable, con unos protagonistas que, al igual que Sora en 'Kingdom Hearts', caían desde el cielo en una escena inicial metafórica y desconcertante. Estos personajes son Lann y Reynn, dos hermanos gemelos que viven su vida normal regentando una cafetería hasta que se les presenta una misteriosa joven de pelo canoso, llamada Enna Kros, que les indicará cuál es su destino. Recurso habitual del género JRPG, ambos hermanos padecen de amnesia, la cual padecen desde que les fueron retirados sus mirages, unas criaturas a las que iban ligados sus recuerdos. Y para recuperar estos recuerdos, así como descubrir la identidad de sus padres, deberán viajar al mundo de Grymoire, tierra de los adorables pezquecos, para atrapar a cuantos más mirages sea posible.
Esta es tan solo la primera imagen que obtenemos de la historia, pues poco a poco iremos siendo testigos de cómo esta va madurando y tomando forma hasta dar con la verdadera premisa. Aún así las escenas de diálogo casi siempre son presentadas en tono humorístico, casando a la perfección con el aspecto desenfadado del diseño de los pezquecos. El humor al que se recurre recuerda bastante a un manzai adaptado tanto a audiencias más jóvenes como al público occidental. Vendría a ser como el dúo de cómicos que solemos conocer en España, donde uno de los actores suele interpretar el papel de cabeza de chorlito -en este caso Lann- mientras que el otro juega un papel de persona madura y centrada -Reynn- a la vez que sirve de hilo conductor. Como resultado, seremos testigos de situaciones muy divertidas y amenas.
Deleite para la vista
En pocas palabras, 'World of Final Fantasy' es impresionante a nivel visual. Pasear por ciudades como Colina Nonarboleda o Cornelia es una completa delicia para los ojos, ya no solo por el nivel de detalle de los escenarios y elementos presentes en el mismo, sino también por el efecto de desenfoque que se aplica a los fondos y logra aportar una experiencia de juego casi cinematográfica. Los modelos y texturas de los personajes están muy trabajados, ofreciendo un nivel que está muy por encima de lo que se suele ver en juegos de estética adorable. Mención especial para ambos protagonistas, cuyas expresiones faciales, miradas y gestos son extremadamente naturales.
Pero no todo el monte es orégano, y si bien casi todo el juego es una maravilla, también es cierto que hay mazmorras como el Cañón Dragontino que son un cúmulo de polígonos poco elaborados y hierbajos sin volumen.
Invocando a los héroes de la fantasía
El mundo de Grymoire está repleto de personajes y criaturas originales, pero también da cobijo a héroes y heroínas del universo Final Fantasy que presumen de un adorable aspecto SD. Durante el progreso de la aventura, a la par que los protagonistas van recuperando poco a poco su memoria, iremos reencontrándonos con recreaciones azucaradas de aquellos escenarios, momentos y personajes de la franquicia que han dejado una huella en los fans. Pero estos momentos no se limitan únicamente a sacar a relucir a los iconos más populares, como puedan ser el Guerrero de la Luz, Cloud Strife o Lightning, también cobrarán gran protagonismo figuras inesperadas como la Princesa Sara del primer 'Final Fantasy' o Quistis Trepe de la octava entrega. La presencia de estos personajes secundarios enriquece la experiencia de juego al evitar que el diálogo acabe siendo un monólogo entre héroe y protagonistas y permitir introducir situaciones que, quizás no sean del todo relevantes para el avance de la historia, pero que ayudan a realzar el carisma que desprende un juego que en todo momento busca esbozar una sonrisa en el jugador.
Además de formar parte de la historia, una serie de héroes pueden convertirse en invocaciones a las que Reynn y Lann pueden recurrir durante el combate. A estos héroes que entran en batalla para realizar una acción se les conoce como protectores y cada uno de ellos cuenta con una acción exclusiva. Por ejemplo, Tifa realiza un ataque que ignora la defensa del enemigo a la vez que sube el ataque de los aliados. Eso sí, para poder invocarlos será necesario consumir mínimo una esfera de protector, que se va rellenando hasta un máximo de tres veces durante los combates.
Torre de koloso y pezquecos
Uno de los apartados más importantes y llamativos del juego es el sistema de combate, no solo por lo obvio de ser uno de los pilares fundamentales del género, sino porque además incorpora una serie de novedades que resultan interesantes y atractivas tanto a nivel práctico como a nivel estético. Al clásico sistema de Batalla en Tiempo Continuo, introducido por primera vez en la franquicia con 'Final Fantasy IV', se le añaden ideas muy refrescantes.
Tanto en sus formas de koloso como de pezqueco, Lann y Reynn pueden colocarse en la cabeza hasta dos mirages de menor tamaño para realizar una formación de torre. Esta formación permite aumentar los atributos, otorgar resistencias y debilidades elementales e incluso utilizar ciertas habilidades, fortaleciendo de este modo a los protagonistas. Toda ventaja tiene su coste, pues existe la posibilidad de perder el equilibrio después de recibir varios golpes, provocando que todos los integrantes de la misma caigan y queden aturdidos durante un tiempo.
Los héroes no serán los únicos que puedan sacar provecho de estas formaciones estratégicas, ya que los enemigos también podrán organizarse en torres para complicarnos algún que otro combate.
Si Lann y Reynn se convierten en pezquecos, podrán subirse a lomos de los mirages de tamaño L, e incluso podrán utilizar a algunos como montura en las mazmorras. También existen poderosos megamirages de tamaño XL que, debido a su enorme tamaño, se recurre a ellos a modo de invocación, pagando eso sí un coste elevado de puntos de acción -reservados a las las habilidades y hechizos- y provocando la retirada temporal del resto de criaturas aliadas.
Esta fórmula basada en apilar criaturas y personajes unos encima de otros resulta bastante atractiva en la práctica, pues las configuraciones posibles dan mucho juego y aportan variedad, siendo una alternativa bastante imaginativa y con mayor carisma que el clásico equipamiento de armas, accesorios y armaduras. Eso sí, se echa en falta una mayor cantidad de personajes humanos activos en batalla, ya que en ocasiones echo en falta la presencia de al menos una torre adicional.
Hazte con todos
Las habilidades que tomamos prestadas de nuestros adorables compañeros son aprendidas por estos en los tableros mirágicos, una especie de árbol de habilidades y mejoras de atributos similar a lo visto en 'Final Fantasy XIII'. Cumpliendo una serie de requisitos -normalmente alcanzar cierto nivel- también se puede lograr que estos realicen una transfiguración, que es como en World of Final Fantasy se denomina a la evolución.
El sistema de captura de mirages es realmente sencillo y ameno. A diferencia de franquicias como Pokémon, donde es necesario debilitar a la criatura y utilizar un objeto consumible llamado Pokéball, en 'World of Final Fantasy' tan solo será necesario toparse una vez con una de las criaturas en combate. Una vez hecho esto, se recibirá automáticamente un prisma que nos permitirá capturarlo siempre y cuando se cumplan una serie de condiciones que pueden ser descubiertas utilizando la magia Libra. Por ejemplo, los Moguris requieren que les cures de algún modo, mientras que los Boms necesitan que los ataques con magia, objeto o ataque elemental de fuego. Aparte de esto, Lann y Reynn también pueden aprender habilidades mediante la equipación de miralitos.
Unas mazmorras que limitan la exploración
El talón de Aquiles de 'World of Final Fantasy' reside en el diseño de las mazmorras. Son, en general, un cúmulo de pequeños y estrechos mapas segmentados que pueden llegar a agobiar. Jugar largas sesiones encadenando mazmorras acaba siendo realmente agotador, aunque también es cierto que los divertidos y amenos diálogos que los protagonistas suelen mantener mientras las recorren ayudan un poco a soportar tanta linealidad y restricción a la hora de explorar.
'World of Final Fantasy' también cuenta con contenido adicional que se va desbloqueando de manera gradual conforme se progresa en la historia. Eso sí, gran parte de este contenido gira en torno a los combates. Dos ejemplos los tenemos en el Coliseo que regenta un Tomberi para que luchemos contra mirages formidables, así como la Habitación de la chica sin nombre, donde se nos permite conocer divertidas historias adicionales protagonizadas por los protectores. En el dormitorio de Lann y Reynn también se ocultan una serie de minijuegos que se desbloquearán llegados a cierto punto de la partida.
Excelente trabajo de traducción y localización
La música del veterano compositor Masashi Hamauzu logra encajar a la perfección con todos y cada uno de los territorios que conforman Grymoire. Sin embargo, pese al magnífico trabajo realizado, ninguna de sus canciones para este trabajo me ha dejado huella. Echo en falta alguna canción como Blinded by Light, de 'Final Fantasy XIII', que sea capaz de empujarte a detener detener un momento el combate para poder escuchar la canción con mayor atención y acaba grabándose a fuego en la memoria.
Con las voces Square-Enix nos la ha vuelto a liar. Si bien se incluye opción en el menú para elegir tanto audio en japonés como en inglés, lo cierto es que ahora mismo tan solo es funcional la opción de doblaje en inglés, habiéndose confirmado que la opción japo esa nos llegará mediante DLC gratuito. Respecto a los textos en castellano, estos llegan en perfecto castellano con una labor de traducción y adaptación sobresaliente.
'World of Final Fantasy' es el pequeño regalo con el que Square-Enix nos deleita antes de que 'Final Fantasy XV' llegue por fin a las tiendas. Se toma prestada la fórmula del "Hazte con todos" y, lejos de intentar repetirla, se aportan nuevas ideas que son adaptadas al universo 'Final Fantasy'. Buen ejemplo de ello es el peculiar y simpático sistema de combate basado en la formación de torres de personajes y mirages como útil sustituto al equipamiento de armas y armaduras. Que no te engañe su aspecto aparentemente adorable e infantil, se trata de un juego con un potencial tremendo, muy atractivo tanto a nivel visual como a nivel jugable, y que ofrece contenido más allá de la captura de mirages. Una aventura donde el humor está siempre presente y, pese a que las mazmorras son demasiado estrechas y agobiantes -no hay realmente libertad para explorar-, la sensación general que deja finalmente es de gran satisfacción. Un tributo por todo lo grande al 30 aniversario de Final Fantasy que, ojalá, acabe como 'Kingdom Hearts': como una franquicia propia.
ESTE ANÁLISIS SE HA REALIZADO EN BASE A LA VERSIÓN DE PS4
Lo mejor:
-Apartado visual impresionante durante la mayor parte de la aventura gracias a los elaborados escenarios y lo expresivos y naturales que son sus protagonistas -Un sistema de combate que combina el tradicional sistema de combate con nuevas ideas complementarias al sistema de captura de mirages -La historia tarda en arrancar, pero logra atrapar -
Lo peor:
-Las mazmorras son estrechas y agobiantes, sin opción a exploración alguna -Que las voces en japonés no se incluyan en disco y queden relegadas a un DLC, eso sí, gratuito -Se echan en falta más personajes humanos como aliados en combate -Si bien el apartado musical es fantástico, no está a la altura de otros trabajos de Masashi Hamauzu