Hay veces en las que tu destino se cruza con una franquicia que te atrapa por sorpresa. Estás tan acostumbrado al género y lo que la industria tiene para ofrecer que, si una saga de juegos no te suena, debe ser porque tampoco es para tanto. ¿Una o dos entregas? Eso puede pasar perfectamente. ¿Una saga con cuatro videojuegos a sus espaldas? Roza lo imposible.
Pero ahí estaba yo con el anuncio del cercano lanzamiento en consolas de 'WitchSpring R'. Al investigar sobre este adorable juego sobre una brujita niña descubrí que era un remake desde cero de la primera entrega. La saga se compone por una gran historia contada a través de cuatro entregas. Y todo ello en un RPG cuco y adorable con toques de 'Atelier'.
No podía ser para tanto, pensé, así que busqué opiniones de la versión de PC lanzada ya en 2023. La inmensa mayoría de reseñas positivas me dejó anonadado. Algunas eran muy crípticas y bromeaban sobre la protagonista, pero todas alcanzaban un número considerable de horas jugadas y parecían adorar el juego. Seguí siendo escéptico cuando inicié nueva partida en el juego. Lo admito: se ha ganado mi corazón.
Mi mundo por una tarta de fresa
Pieberry es una brujita muy joven con sólo una fijación en la vida: las tartas. Le gustan tanto que se puso a sí misma ese nombre cuando un día se encontró sola en un bosque solitario. No tiene ni idea de cómo elaborarlas, ni tampoco tiene intención de aprender a hacerlo: al fin y al cabo, su fuente de dulces suele aparecer de vez en cuando por sí sola. Soldados de algún lugar desconocido vienen a llamar a su puerta algunos días con la excusa de una caza de brujas. Le da igual esa parte, lo importante es saquear sus cuerpos tras derrotarles para robarles sus tartas.
En las primeras horas no parece que la historia se vaya a complicar mucho más. Roba tartas, mejora tus hechizos y descubre alguna nueva localización. Este es un RPG cotidiano y cozy al principio, como la superficie de mermelada de un pastel. Pero cuando rompes esa capa ves que casi todo tu postre consiste en algo más delicioso y contundente que eso. La trama de 'WitchSpring R' está repleta de aventuras, giros y epicidad. Sus momentos más tiernos se abren camino al corazón, y los emocionalmente más fuertes no contienen sus golpes. Dejar escapar una lágrima con algunas de sus escenas es natural.
En buena medida es gracias a sus personajes. Pieberry es una protagonista encantadora que se deja querer por su estoicidad, sus ideas de bombera y su absoluta obsesión por las tartas. Los amigos que hace por el camino son fantásticos, como su pájaro de mal carácter Black Joe o la misteriosa ex bruja Anna. Sus personalidades y características parecen simples, pero la profundidad que adquieren a través de la campaña es amplia y llena de carices.
Al alcance de nuestra varita
En el plano jugable 'WitchSpring R' empieza con un loop bastante básico para ser un RPG. Se nos invita a aventurarnos fuera de nuestra casa para recopilar ingredientes, sea tomándolos del suelo o derrotando enemigos. Con ellos después podemos ir a nuestro caldero y crear objetos con recetas ya aprendidas, reforzando así nuestras capacidades en combate, nuestro equipo o reforzando estadísticas de forma permanente. Tras eso nos vamos a dormir y ya al día siguiente repetiremos el proceso, cada vez ampliando un poco las zonas que podemos recorrer.
Durante el primer capítulo esta fórmula apenas cambia, pero cuando entramos en un número sustancioso de horas toma la forma de un título más tradicional. El mundo se expande frente a nosotros y, con él, la trama avanza mucho más enfocada. Es una introducción lenta y extraña por acomodarnos a un estilo de jugabilidad en vez de a un marco argumental, por lo que con las primeras sesiones quizás no estéis convencidos sobre cómo os encaja el título frente a otros referentes.
Por desgracia este formato no sólo afecta a nuestra percepción del loop. La dificultad está totalmente desmedida: los primeros combates son difíciles y complicados, los cuales exigirán lo mejor de Pieberry y de sus habilidades como bruja. No representa en absoluto lo que es el futuro, porque en cuanto avanzamos de capítulo nada en todo el título vuelve a tener el mismo nivel de exigencia. Quizás sea porque nos acostumbramos al nivel de estadísticas y equipo que se espera de nosotros, pero raro será que un combate nos dé problemas de nuevo. Es una escala poco medida que podría haber sido más ajustada en este remake.
A cambio se nos da variadas formas de superar los desafíos que se no plantean por delante. Tenemos mascotas para coleccionar, objetos de combate que fabricar y utilizar a nuestro antojo, e incluso podemos recolectar armas secretas que se consiguen mediante interacciones secretas con el mapa. No tenemos que regirnos estrictamente a la magia para salir de apuros; y aunque lo hagamos, esta también es muy personalizable con diferentes estilos de ataque, conservación de puntos de magia, estrategias para recuperar vitalidad o áreas de daño para arrasar a distintas clases de enemigos. Aprender un nuevo hechizo siempre es emocionante porque nos da la oportunidad de expresarnos de una forma distinta en batalla.
El futuro de 'WitchSpring'
'WitchSpring R' es un título muy sólido por sí solo y lleno de contenido. Se trata de un RPG más bien corto de apenas 20-25 horas su campaña principal, a las cuales podemos sumar otras diez horas si vamos a por el contenido adicional y sus jefes opcionales. Hay mucho terreno para cubrir en este apartado, y el propio desarrollo nos anima a experimentar con los mapas que ya hemos visitado para descubrir más secretos. Utilizando mascotas u objetos en espacios concretos quizá descubramos cosas que se escapaban a nuestro conocimiento antes.
Aun con todo, esta primera entrega nos deja con hambre de más tras completarlo. Es sólo el primer capítulo de una saga que ya está conformada por cuatro videojuegos, y se nota. Muchas referencias son hacia futuros juegos, un detalle que se hace muy evidente pese a no estar familiarizado con la franquicia. Pero por ahora nos tendremos que quedar con hambre de más. Sólo ''WitchSpring 3: Refine' está disponible en PC y Nintendo Switch, ni siquiera para plataformas PlayStation. Si queremos jugar al resto nos toca pasar por Android e iOS.
Por suerte es probable que este no sea el único juego que veamos en plataformas de gaming. En el momento de publicación de este artículo 'WitchSpring R' ha superado un récord de ventas y ha recaudado cinco millones de dólares. Es un gran logro para una desarrolladora independiente coreana y tal vez indique que no se han terminado los remakes de la saga, o que una hipotética quinta entrega no salga simultáneamente para consolas además de móviles. Por ahora sólo podemos soñar.
Conclusiones
Pocos juegos hay como 'WitchSpring R'. Tiene personalidad, es encantador y se hace un hueco entre los RPG más destacados de la última década. No es un juego perfecto y los años se notan en su base como remake, pero lo que hace bien es suficiente como para convertirse en un favorito inmediato para muchos. Tras pasar por esta primera entrega estoy deseoso de saltar a 'WitchSpring 3: Refine', y sólo espero que veamos más en los próximos años. Si amas el género te mereces darle una oportunidad a la buena de Pieberry.