Hoy en día, cuando los videojuegos están más que asentados en el formato digital, hacerse con un buen SSD portátil puede ser clave si tenemos varios dispositivos en los que jugar o si queremos llevarnos juegos y partidas guardadas fuera de casa sin problemas. Es por esto que hemos agradecido poder probar durante unas semanas el nuevo SSD portátil WD_Black P40 del fabricante Western Digital.
Resistente y portátil
Este pequeño dispositivo de almacenamiento pensado para caber en cualquier bolsillo puede que ser más que suficiente si necesitas llevarte tus partidas fuera de casa o si simplemente buscas aligerar la carga de tus discos con una solución diferente. Este modelo de SSD portátil viene en formatos de 500 GB, 1 TB y 2 TB.
En nuestro caso hemos estado probando y jugando con la versión de 1 TB en PC, pues a pesar de ser compatible con consolas de nueva generación, estas cuentan con unos requisitos muy específicos a la hora de usar unidades SSD compatibles. Para jugar en ordenadores es más que suficiente con los hasta 2000 MB/s que el P40 alcanza como máximo de velocidad de lectura, pero PS5 y Xbox Series X/S requieren de velocidades de lectura mayores para poder ejecutar sus juegos. Lo que si permite el SSD es jugar a títulos de PS4 y Xbox One almacenados en el disco, bien sea en esas mismas consolas o en las de actual generación.
Podremos usar el P40 en las consolas mencionadas, pero únicamente para jugar a juegos de PS4 o Xbox One; pudiendo solo almacenar juegos de las nuevas consolas sin posibilidad de ejecutarlos. Sigue resultando útil para apartar durante un tiempo juegos a la memoria portátil y pasarlos de nuevo al almacenamiento de la consola en caso de que contemos con una conexión lenta a internet.
En mi equipo mi único disco hasta la fecha era un Toshiba TR200 y ahora el P40 lo ha sustituido por completo para cualquier cosa que no sea el sistema operativo. La velocidad de lectura del disco de Western Digital es cuatro veces mayor y la capacidad de almacenamiento es el doble. El precio del P40 de 1 TB ronda los 120 euros en la web oficial de la marca, por lo que en rebajas podría encontrarse incluso por menos.
El buen rendimiento del dispositivo podría ser más que suficiente para recomendar su compra, pero la guinda la pone un diseño metálico de tono industrial muy robusto y unos laterales inferiores con iluminación RGB que podemos personalizar con el software de WD para ordenadores. Si lo conectamos a consolas no podremos personalizar estos colores, pero tendremos los tonos clásicos del RGB en movimiento para darle un extra a nuestro espacio de juego.