El 25 de Agosto 2020 | 13:00
Imaginad por un momento un mundo en el que debemos vivir encerrados. Una plaga está barriendo la humanidad de raíz y el riesgo de contagio es excesivamente alto; por nuestro propio bien y el de toda la especie debemos guardar cobijo y confiar en que los gobernantes hagan algo al respecto. Imaginad que ese mismo mundo acaba abocado al caos día tras día por la absoluta incapacidad de ningún gobierno por hacer nada al respecto, que la enfermedad es absolutamente imparable y algunas personas empiezan a restarle importancia sólo porque no se ven inmediatamente afectados y es mejor mantener la economía y el estatus quo ya conocido. Imaginad que gran parte de la raza humana se extingue por la broma.
Se me hace extraño que 'void tRrLM(); //Void Terrarium' en estos tiempos tan inciertos que corren. La historia de una plaga, la humanidad en sus últimas horas y la necesidad de guardar cobijo hablan a nivel personal demasiado hondo. Sumad a esto un robot que hace sus veces de enfermero y la enorme importancia que esa medicina, así como lo que comemos, tienen en el juego. Y la imagen principal del juego es Toriko, la última humana y esperanza de la raza entera, pega su rostro a la jaula de cristal en la que vive. Quiere vivir esa libertad, pero no puede. El futuro depende de nosotros.
Uno nunca tiene el control
La historia de 'void tRrLM(); //Void Terrarium' no nos coloca bajo el control de Toriko, última de su especie tras esta infección; representamos a Robbie, un asistente robot perdido y sin objetivo en su existencia que encuentra por puro azar a la pequeña humana. A partir de ese mismo momento su existencia pasa a cobrar sentido y dedica todos sus esfuerzos a cuidar de ella, curarla de la enfermedad que ha acabado con el mundo e incluso combatirla de raíz. Con él tiene la ayuda de varias inteligencias artificiales que se preocupan también por el bienestar de la chica y nos colocan en el camino adecuado para protegerla dándonos planos para contruirle un hogar, crear filtros y mejorarnos a nosotros mismos para hacer más fácil el camino hacia los materiales que necesitamos.
La trama avanza lenta, pero siempre en la dirección de la búsqueda del bienestar de Toriko y, tal vez, poder restaurar la raza humana al completo para asegurar el futuro del planeta. Las dudas que nos plantean las dos inteligencias artificiales que contamos de nuestro lado son un reflejo de las mismas cuestiones que algunos gobernantes se están haciendo a día de hoy por culpa de la crisis global, y muchas respuestas no son agradables. Tenemos que hacer un esfuerzo individual y global para superar este momento, y si ello significa encerrar a Toriko y hacer su vida lo más cómoda posible hasta que el peligro se haya estabilizado, que así sea: por nuestro bien y por el de la especie. Se trata de una solución temporal, al fin y al cabo, no de un encierro para el resto de la eternidad.
También podemos plantearnos que quizás lo que vive Toriko no es vida. La chica está enferma, ha mutado hasta el punto de que una seta le sale por un ojo y que estar encerrada sólo alarga su sufrimiento cuando se le podría sacar provecho de otras formas para asegurar la supervivencia de la humanidad. El propio juego está en contra de ese sacrificio individual por lo que se puede considerar un bien comunitario, como por ejemplo podría serlo querer reactivar una economía y dejar que las vidas individuales paguen el precio.
No vamos a reparar en gastos
Menos historia y más jugabilidad: ¿qué debe hacer Robbie para asegurar el bienestar de Toriko? Reunir ingredientes y planos en cada viaje que hagamos, llenándonos los bolsillos de todo lo que podamos reunir. Estos se encuentran en diferentes mazmorras con distintas plantas que debemos investigar mientras nos movemos lentamente por ellas, acabando con enemigos, esquivando trampas y aumentando nuestro nivel a cada monstruo eliminado con éxito. Un 'Mystery Dungeon' en toda regla, aunque con algunos pequeños puntos de diferencia: ser derrotados forma parte del proceso.
Ser machacados por un robot enemigo no es algo por lo que lamentarse, sino una coma en nuestro progreso. Todos los materiales que hemos recogido hasta ese momento van directos a la base y lo único de lo que debemos preocuparnos es de alimentar de vez en cuando a Toriko y que no sea con comida demasiado contaminada muy de seguido. Es algo fácil de cumplir con que prestemos un poco de atención a sus necesidades; lo complicado llega cuando debemos llegar al fondo de una mazmorra particular para cumplir con un objetivo concreto como acabar con el jefe de turno. Es aquí donde tenemos que rezar un poco.
La vida se abre camino
Cada vez que salimos de una mazmorra nuestro cuerpo es enviado al montón de chatarra y nuestros circuitos se resetean. Esto significa que siempre empezaremos cada desafío desde el nivel 1, convirtiendo nuestros viajes en una prueba frente a la que no podemos estar nunca lo suficientemente preparados. Si construimos decoración para Toriko podemos conseguir algunas mejoras permanentes, incluso concretar nuestro estilo de juego equipándonos clases especiales, pero eso no evitará el reto de empezar desde cero y tener que subir. Los enemigos se complican en cada planta, y la suerte que tengamos en encontrar los objetos que necesitamos para sobrevivir, obtener las habilidades más potentes para nuestro estilo de juego y no caer en demasiadas trampas hace que cada batalla nos pueda poner la piel de gallina.
Además de contar con la suerte tenemos que tener en cuenta la contaminación del ambiente. El mismo problema que amenaza la vida de Toriko es uno con el que nosotros debemos convivir: puede restar la potencia de algunos de nuestros objetos, o quizás aumentarla pero a cambio añadirle efectos secundarios indeseados. 'void tRrLM(); //Void Terrarium' juega además la carta de que debemos conocer a lo que nos enfrentamos, así que recoger los objetos infectados y cargar con ellos hasta el final del nivel puede recompensarnos con un aumento de materiales en el apartado de la infección gracias a la investigación que ejercemos. Es una buena manera de ayudarnos a comprender que los asistentes se ponen en riesgo y están en primera línea de fuego con estos trabajos, todo para luchar contra la infección.
Conclusiones
Es extraño cómo 'void tRrLM(); //Void Terrarium' ha llegado en el momento adecuado. Su mensaje habla muy claramente de una situación en la que podríamos vernos reflejados y con el que tenemos que reflexionar en el presente para no llegar a ello. Le encuentro más valor por su simple argumento que por sus mecánicas, siendo un título de mazmorras misteriosas con un elemento rogue like muy fuerte para convertir cada partida en algo diferente e intenso. No es muy largo, pero se trata de un viaje difícil de olvidar pese a su relleno para hacer tiempo, y al final de viaje, aunque las cosas queden en una enorme incógnita, podemos sentir que hemos hecho algo importante. Es un título de nicho muy recomendable para conocer este subgénero y, al mismo tiempo, aprender algo sobre nosotros mismos y los valores que damos a la vida, la libertad y la asistencia médica.
Lo mejor:
- Gran mensaje y reflexión sobre la actualidad.
- Mecánicas interesantes en su exploración y combate.
Lo peor:
- Muy medido por el azar para cada partida.
- El argumento avanza lentamente y nos obliga a pasar algunas veces no haciendo nada para el siguiente punto.