El 6 de Marzo 2017 | 09:39
Una más, piensas tras terminar una canción. Sólo una más y dejo el juego. ¿A quién no le ha pasado como jugador? A muchos de nosotros nos ha enganchado ese título que no nos dejaba libres, el que provocaba que antes de que nos diésemos cuenta ya fueran las dos de la madrugada y aún así no quisiéramos dejar de jugar. Porque engancha, porque pica... Porque lo disfrutas, y es para lo que estás.
Eso es 'VOEZ'. Es una maldición en forma de título digital que no puedes dejar de disfrutar por mucho que lo intentes. Su simplicidad, sus canciones relajantes a la vez que intensas no tienen piedad para nuestros sentidos. Y quizás pase de largo del rango de muchos compradores de la nueva consola Nintendo Switch, pero aquellos que le den la oportunidad descubrirán una pequeña maravilla.
Coloreemos las voces
Las mecánicas del juego no podrían resultar más sencillas: puntos rojos se acercan al borde de la pantalla, y tu objetivo es pulsarlas en el momento apropiado para recibir una puntuación conforme a cuán cerca de la línea central estaban. Sencillo y simple, fácil para que cualquiera se apunte a una partida rápida. Quienes estén acostumbrados al género rítmico con títulos como 'Osu! Tatakae! Ouendan!' o 'Theatrhythm Final Fantasy: Curtain Call' sabrán lo que les espera.
Pero este es un título más sencillo que los mencionados. Su gracia radica en eso, en unas opciones básicas y muy fáciles de captar para ofrecer un juego no intenso, sino relajante. Fuera puntos complicados, equipar habilidades o tener que vestir a un protagonista que ayude a facilitar la siguiente fase. No: 'VOEZ' lo que entrega lo enseña de forma simple y limpia, sin engaños ni artimañas. Te ofrece que te recuestes, conectes tus auriculares y te sumerjas en la música.
Esto no significa que sea un título aburrido de ver. La pantalla se llena de colores para cuadrar con el tema musical que suena, tiembla frente a distintos puntos, e incluso reacciona frente a los deslizamientos que nos solicita en debidos momentos. Hay que jugar casi como si fuera un teclado, con las dos manos sobre la consola y pidiéndonos que estemos atentos a lo que oímos y vemos. No podemos distraernos con asuntos mundanos como un fondo que se mueva, sino que debemos ver cómo la interfaz funciona en base a la música. Es sencillamente mágico.
La voz es parte de ti
Un juego musical no es nada sin sus canciones, aunque resulte obvio. Otros títulos quizás hagan uso de canciones pop famosas como 'Elite Beat Agents' o temas concretos de ciertos cantantes, caso de 'Project Diva'. ¿Cómo se defiende un juego que no cuenta con la ventaja de la familiaridad y la fama? Bueno, con la gracia de diferentes grupos musicales de Japón, Corea del Sur y Taiwán. En resumen, vas a escuchar muchas letras asiáticas y otras en inglés, a lo que hay que sumar una gran cantidad de canciones que no tienen cantante.
El resultado es más de cien temas musicales compilados en este título. No hay lugar al aburrimiento con tal cantidad de canciones, y con la joya que son muchos de ellos menos. Hay para todos los gustos y géneros, apuntando a toda clase de música asiática para poder enganchar a los atrevidos que le den una oportunidad. Excelente ejemplo es el tema principal que representa el título, 'Colorful Voice' de Night Keepers, que no deja de sonar en el menú del juego y en su sencilla introducción. Después hay maravillas como 'The Graduate' de Subaco Akimoto o 'Beyond the Horizon' de 3R2, y cada jugador será capaz de hacer su propio top de canciones favoritas sin lugar a dudas.
Llegar a probarlas todas puede ser un reto considerando la gran cantidad de temas incluidos en la obra, y al sumar que todas están disponibles en tres modos de dificultad diferentes los números se disparan. Porque quizás el modo fácil sea sencillo y relajante, y en grandes niveles el difícil también; pero el modo especial hará sudar las manos de más de uno. Los niveles de exigencia no son tan altos como en otros juegos del género, pero desde luego solicitan toda la atención y habilidad de sus usuarios.
Alas para el ruido de las voces
El argumento en esta clase de juegos nunca es el punto fuerte, y tampoco aquí brilla por su presencia. Podemos agradecer que haya cierta historia aun así: esta se desbloquea a medida que logramos reunir ciertos requisitos que nos pide el diario del juego, como lograr cierta puntuación en varias canciones de modo de dificultad. No es nada del otro mundo, pero su forma de transmitirla es bastante bonita.
Cada extracto se cuenta de distintas maneras que nosotros después debemos reunir en nuestra cabeza. Tenemos imágenes estáticas, páginas de diario, conversaciones telefónicas e incluso Twitter por el que los distintos protagonistas se expresan. Si aún no lo habéis captado, el argumento es tan sencillo como la vida de unos adolescentes que se acercan al final del último curso del instituto y la relación entre ellos. La manera de narrarlo y de cómo cuentan sus desventuras, con iconos y emoticonos incluidos, hacen que aunque no sea una historia memorable sí saque una sonrisa tonta.
Es una pena que desbloquear nuevos capítulos de su argumento sea tan condenadamente difícil, ya que los requisitos pueden llegar a ser devastadoramente exigentes. Estos piden que se cumplan en un orden muy especifico que no podemos saltarnos, y suele saltar entre dificultades sin permitir a los jugadores que se acostumbren a una curva de aprendizaje. El juego solicita en un momento un número de canciones con cierta nota en el modo fácil como para, a los dos capítulos, pedir el mismo número en el modo especial. No existe el perdón ni la manera de saltarnos este orden, por lo que lo normal tiende a ser quedarse atascado durante mucho tiempo y desbloquear los siguientes cinco episodios de golpe. Sin ningún descanso.
Apaga las voces de las musas
Este problema acerca de la obtención de nuevos trozos de la historia viene acompañado de otro realmente molesto. Se trata de los iconos, un concepto traído desde la versión de móviles del juego. Al no haber una naturaleza free to play en la versión de Nintendo Switch podemos lograr los 264 iconos existentes de forma gratuita, pero no es sencillo: debemos canjear las siluetas de un pajarito que obtendremos por cada vez que logremos un nuevo episodio del argumento. Y esto no termina de cuajar cuando caemos en la cuenta de que la obtención de iconos es absolutamente aleatoria, volviéndose toda una pesadilla para los completistas.
Y eso es todo lo que tiene el juego. Su simplicidad es una clave que acierta de lleno, pero es imposible no señalar la falta de algo más de opciones para el título, aunque fuera un modo en el que poder escuchar los temas musicales libremente, algo que encajaría con la naturaleza portátil de Switch. Porque es un título exclusivamente portátil: no se puede jugar en el modo televisión de ninguna manera. Algo lógico, por supuesto, cuando caemos en la cuenta de que necesita la pantalla táctil para ser disfrutado.
Conclusiones
Para los amantes de la música y del género rítmico esta es una compra obligatoria. 'VOEZ' destaca por su simplicidad y su gran selección de canciones, y aunque algunos de sus problemas puedan molestar un poco el resultado final no deja de ser una notable obra. La desarrolladora ha prometido que en el futuro el juego se ampliará con DLC gratuito, por lo que podría hacer de esta uno de los primeros juegos atemporales de la consola junto con 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild'. No lo dudes: dale la oportunidad que merece.
Lo mejor:
- Título sencillo y simple, sin dificultades para jugar. - Invitación a la relajación y desconexión. - Gran cantidad y variación de temas musicales. - Futuras actualizaciones vía DLC gratuito. - Notable uso de la pantalla multitáctil.
Lo peor:
- Exigencias ilógicas para desbloquear capítulos. - Naturaleza aleatoria para lograr nuevos iconos. - Pocas opciones de modos de juego y ajustes. - Sólo modo portátil.