Pocas franquicias pueden presumir de ofrecer una propuesta tan clara y concisa como la del estudio finlandés RedLynux que, una vez más, se alía con Ubisoft para ofrecernos la posibilidad de jugarnos la vida sobre una motocicleta. 'Trials Rising' es la nueva entrega de una saga incombustible. Se abre un nuevo conjunto de retos en el que superar obstáculos absurdos es más divertido, gratificante y adictivo que nunca. ¿Miedo a las motos? ¿Tenéis vértigo? ¿Os preocupa chocaros contra un muro a 120 Km/h? ¡Tranquilos! Os contamos las claves para salir airoso del desafío más surrealista que podáis imaginar.
Bailando sobre el espacio-tiempo
Como perfectamente puede intuir cualquier seguidor de la franquicia, elegir el momento y lugar adecuados es el gran secreto —y obligación— para triunfar en 'Trials Rising'. Y es que el sistema de físicas vuelva a jugar un papel fundamental en una jugabilidad a prueba de bombas. Con más y mejores circuitos que nunca, la mecánica se antoja tan sencilla como subirnos a una moto, acelerar y tratar de alcanzar la meta lo más pronto posible, porque solo así obtendremos el galardón de oro. Algo que, como podéis imaginar, no resulta nada fácil. Porque el juego nos exige algo mucho más complejo que eso de ser el más rápido; nos obliga a calcular al milímetro cada movimiento porque un salto demasiado largo, un apoyo demasiado precoz o apretar el puño pensando que por correr más llegaremos antes son los elementos que rompen la delgada línea entre el éxito y el fracaso.
Buena parte de culpa de esas cotas de exigencia la tiene RedLynux y su obsesión por diseñar circuitos capaces de asustar al mismísimo Toni Bou, el 24 veces campeón del mundo. Formas imposibles y obstáculos colocados con mala sangre, pensados para atormentarnos... y para que nos divirtamos como críos. Porque la respuesta del sistema del control es tan precisa y las físicas están tan bien recreadas que, por difícil que parezca en un primer intento, el título es justo con el jugador; si calculamos bien, podemos ser los mejores. Independientemente de lo arriesgado que se antoje saltar un abismo del que se presupone imposible salir con vida.
El diseño de niveles es fantástico y hace que, a pesar de ofrecernos más de un centenar de pistas, el juego siempre se guarde un as en la manga con el que sorprendernos una y otra vez. Porque adaptarse a los controles y tener cierto éxito superando pruebas es muy asequible, pero batir las mejores marcas o encarar los desafíos más avanzados alcanza unas cotas de dificultad muy elevadas, obligando al jugador a intentar cada reto un sinfín de veces mientras trata de aprender de sus errores.
Forjando una leyenda
Cuando uno se pone a los mandos de 'Trials Rising' y comienza a personalizar a su piloto, tarda poco en darse cuenta del abanico de posibilidades que tiene a su disposición. Y es que, como decíamos un poco más arriba, estamos ante la entrega más ambiciosa que hemos visto hasta la fecha. Como no podía ser de otra forma, el plato principal es el modo carrera, el cual nos invita a emprender un viaje alrededor del mundo —representado con un mapa del mismo— en el que nos esperan innumerables pruebas de patrocinadores, desafíos o duelos contra otros rivales.
Las pruebas principales, en las que nos enfrentamos a una carrera tradicional y la marca lograda determina el color de la medalla, se distinguen de los contratos con los patrocinadores que van apareciendo progresivamente por el mapa. En estas pruebas especiales nos encontramos con objetivos como recorrer una distancia en un tiempo determinado, realizar saltos de una altura determinada y otros elementos que aportan variedad al grueso tradicional que predomina durante la mayor parte del viaje.
El sistema de progresión se antoja un tanto previsible, pero funciona y resulta gratificante. Conforme obtenemos medallas y superamos desafíos vamos adquiriendo puntos de experiencia que nos permiten subir de nivel, algo que vemos plasmado en la apertura de nuevas zonas del mapa, así como en las cajas de botín o motos y elementos de personalización que se van desbloqueando. Tranquilos, cuando hacemos alusión a cajas de botín no lo hacemos para que os preocupéis; no es más que un aliciente que va sumando objetos cosméticos a nuestro garaje personal y en ningún momento impacta en las posibilidades de victoria, así como tampoco lo hace en los modos multijugador.
En el fondo, la progresión cumple su cometido: hacer del modo campaña algo terriblemente adictivo, que en todo momento se apoya en la exquisita jugabilidad del título. Además, no conviene olvidar el esfuerzo de RedLynux por concebir una experiencia ideal tanto para veteranos, como para nuevos pilotos gracias al acertado proceso de aprendizaje, desarrollado en pruebas diseñadas para que los que hacen sus primeros pinitos en la saga necesiten muy poco tiempo para sentirse como en casa.
Sube; aquí hay sitio para dos
Otro de los factores que hacen de 'Trials Rising' el mejor de la saga es su modo multijugador. Mejor dicho, sus modos, ya que el juego con amigos cobra más protagonista que nunca gracias tanto a la posibilidad de competir contra ellos, como de compartir una moto y lanzarnos juntos hacia lo que se ponga por delante. Sin olvidar el complejo —aunque un tanto engorroso para los menos experimentados— editor de pistas, que ofrece contenido prácticamente ilimitado. Personalmente, al bucear en los circuitos creados por la comunidad he visto de todo: pruebas con obstáculos prácticamente imposibles de salvar, entornos exóticos e incluso homenajes a otros videojuegos ¡He recorrido el Reino Champiñón en una Yoshi-moto!
El equilibrio entre jugar en solitario y disfrutar en compañía ha sido muy bien medido; por un lado, tenemos una campaña que nos lleva por más de cien pistas diferentes mientras que, por otro, la posibilidad de batir las marcas de nuestros amigos, enfrentarnos en un duelo de velocidad o compartir los circuitos creados tanto con ellos como con cualquier usuario dan lugar a un juego en el que la diversión es eterna. Y es que apenas un par de días después de su lanzamiento ya hay centenares de pistas diseñadas por jugadores cuya imaginación no parece tener límites. Da igual cuándo y cómo queramos jugar a 'Trials Rising', ya que siempre está listo para ofrecernos algo nuevo. Hasta ahora, la saga había contoneado con las funciones online, pero nunca nos había ofrecido un abanico de posibilidades tan amplio.
En definitiva: Más y mejor
'Trials Rising' es una compra obligada para cualquier jugador que guste de la propuesta de Ubisoft. La razón es muy simple: estamos ante la mejor y más completa entrega que la franquicia nos ha dejado hasta la fecha. Un título terriblemente adictivo que ofrece muchas horas de diversión y una jugabilidad a prueba de bombas que no hace más que ver cómo su fórmula alcanza un nuevo nivel. RedLynux tiene muy claro a lo que juega y cada vez lo hace mejor; sabe lo que debe ofrecer al usuario y da una nueva lección de cómo conquistar incluso a personas a las que ni les gusta el trial, ni le gustan las motos. Si eres fan de la saga, 'Trials Rising' es para ti. Si solo buscas una experiencia adictiva y diversión de gatillo fácil, también. Porque jugarse la vida cruzando un abismo de veintisiete metros sobre un cacharro de dos ruedas nunca ha sido tan divertido.