FPS

Análisis 'Tower of Guns' el FPS clásico obsesionado con la génesis procedural de niveles

Terrible Posture Games se estrena con un roguelike que, sin grandes innovaciones, sabe jugar muy bien sus cartas.

Por Xose Llosa 27 de Abril 2015 | 15:20

En realidad mi primer contacto con 'Tower of Guns' fue malo. La primera vez que eché a rodar el juego de Terrible Posture Games en mi Xbox tuve la sensación de estar parapetado ante el enésimo roguelike genérico. La promesa del juego era simple, volver a mostrar el shooter clásico, la raíz de los FPS vuelta a nuestros días bajo la moderna fórmula procedural del roguelike. Pues sí, la segunda partida a 'Tower of Guns' fue casi obligada para mí, el esfuerzo de sentarme ante la pantalla mando entre mano para profundizar sobre el juego con el único pretexto de escribir luego sobre él. Benditas segundas oportunidades. Lo que en la primera cita con 'Tower of Guns' fue un desencuentro sin química ni interés el uno por el otro, en el segundo asalto caí en un enamoramiento que hasta hoy me dura.

Ahora sí, con todas las consecuencias, 'Tower of Guns' es una pequeña joya. En el fondo no deja de ser justo lo que prometen, un roguelike mazmorrero de génesis procedural, que se cruza con una propuesta de shooter que bien puede recordar a 'Painkiller', por ejemplo. Al final, no os vais a encontrar una receta realmente nueva, ya que el roguelike es EL género de nuestro tiempo. Los desarrolladores indies de vez en cuando cambian de pareja: fueron los plataformas de acción y puzles en 2D; luego los tower defense; un escarceo con la aventura gráfica de point and click, y ahora todo pequeño estudio se quiere echar unos bailes con la génesis aleatoria. Poner en las notas de prensa que tu juego es de desarrollo procedural, que los niveles se generan aleatoriamente, es un plus ahora mismo. En este panorama, 'Tower of Guns' no reinventa, no revoluciona, pero sabe manejar las ideas que quiere mezclar con la pericia de crupier de casino.

Niveles y situaciones

Generar niveles y situaciones aleatorias en tres dimensiones siempre da la sensación de esconder una dificultad añadida, y en este terreno es en el que Terrible Posture Games sabe revolverse. El valor de 'Tower of Guns' es la complejidad en los patrones de los escenarios por los que hemos de avanzar. Pasadizos, secretos, pasarelas y estancias con muchísima verticalidad, que verdaderamente generan una sensación de estar ante diferentes fases en cada partida. Todo esto dibujado con un estilo dibujado muy 'Borderlands', un entorno sucio y grasiento en una suerte de contexto steam punk.

Aquí entra en juego la banda sonora. No soy yo uno de los enamorados de las listas de reproducción de música de videojuegos; ni experto, ni gran interesado en las composiciones musicales. Al final, un videojuego son la conjunción de un montón de elementos y seguramente sea más importante cómo hace pasta todo ese conjunto como un todo, al examen detallado de cada una de sus partes. Este es, sin duda, uno de esos casos en los que la música hace pegamento esencial para dar riqueza al contexto en el que nos desenvolvemos.

Directo

Vamos al grano: cero historia, cero introducción. Cero. Tenemos ocho armas a desbloquear y una docena de niveles de la torre a recorrer. Al comenzar la partida elegimos entre una de las diferentes armas disponibles, y comenzamos desde el principio a tratar de subir. Al final de cada nivel un enemigo final -estos sí se suelen repetir-. Tras nuestra muerte un chapas y coleccionables para volver a arrancar de cero, y aquí las leyes del conductismo operando a toda máquina, y nuestra conducta enfermiza reiniciando para volver a comenzar una y otra vez. El arma que calcemos se complementa con una mejora y un objeto. Estos son todos los elementos que componenen 'Tower of Guns', una propuesta es sencilla y directa, y seguramente por esto, a la vez de vicio enfermizo. Es un juego que requiere muy poco al jugador, lo que automáticamente le dispara al terreno de los "matahoras".

Al final lo que realmente se echa de menos es el punto social. De alguna manera han ido a lo seguro: un solo modo para un solo jugador, que básicamente consiste en avanzar entre diferentes niveles. Punto. Una propuesta como esta pide a gritos, a verdaderos gritos, multijugador. Embarcarnos con un amigo para superar niveles es el añadido que le falta, seguramente hubiese sido el ingrediente perfecto para sacarse de encima la sepultura de genérico de la que no es capaz a terminar de salir. En los tiempos actuales lanzar un juego como este limitando su componente de acompañante a la fría y tonta lista de rankings hace que se quede corto.

Fácil de conocer y fácil de concretar

Realmente 'Tower of Guns' es un juego fácil de conocer y fácil de concretar. Sus puntos fuertes: la puesta en escena; la complejidad de escenarios; la increíble banda sonora; la propuesta desafiante; la reminiscencia a el FPS de otro tiempo... todo está muy claro, es muy sincero y transparente en lo que propone. Igualmente están claros los puntos flacos, y aquí chocamos una y otra vez con la falta de originalidad, o la falta de riesgo. Es un buen juego, pero es un roguelike conservador. Eso sí, uno de los grandes.