TIROTEO INFERNAL

Análisis de 'To Hell With Hell', del Infierno no se sale

Analizamos 'To Hell With Hell', una aventura independiente que nos llevará a lo más profundo del Infierno. Abrirnos paso no será fácil, deberemos exterminar a los demonios reinantes para ello.

Por Oscar Martinez 22 de Agosto 2018 | 17:30

El infierno siempre ha tenido un importante espacio narrativo dentro de la cultura, especialmente la europea. Sus orígenes son eclesiásticos, sin duda, pero lo llamativo del lugar custodiado por Lucifer lo ha convertido en el foco de cientos de obras. Si pensamos en nuestro medio, el videojuego, es posible que nos evoque la adaptación de la Divina Comedia que realizaba Visceral Games con 'Dante's Inferno', pero también tenemos otros como 'Agony' o el propio 'Doom 3'.

Y es que no importa si la misión es rescatar a alguien del inframundo o la idea es, simplemente, acabar con la amenaza demoníaca. Porque bajar al Infierno suele traer un contexto implícito que, a nivel de mecánicas, solo se puede traducir de una forma: brutalidad. Y es eso lo que nos espera con 'To Hell With Hell', la nueva apuesta independiente de Lazurite Games y Deck13 que nos llevará a barrer las desoladas tierras de Satanás a punta de pistola.

Adentrándonos en el Infierno

Si tuviese que comparar a 'To Hell With Hell' con una obra en concreta esa sería, sin duda, 'Little Nicky' —cabe decir que si también incluyese a Ozzy Osbourne en su historia, podría ser un título totalmente redondo. Un juego que trata su trasfondo con ese tono chulesco y atrevido que solo se puede aplicar en un entorno como con el que juega.

En esta ocasión nos podremos en la piel de Natasia, una joven humana que acaba en el inframundo por culpa de Asmodeus, señor del mismísimo Infierno y padre de la chica. Su objetivo es simple. Deberemos armarnos hasta los dientes para superar a las múltiples hordas demoníacas que salgan al acecho hasta dar con el lugar en el que el señor infernal se encuentra encerrado tras el golpe de estado que se ha vivido en el lugar. Es una historia excesivamente simple, aunque no por ello resulta poco original, pero sirve como un perfecto pretexto para tenernos horas frente a la pantalla, intentando llegar hasta nuestro objetivo.

Y es que, 'To Hell With Hell' sacrifica, en cierta forma, su argumento, para dar forma a una jugabilidad frenética donde el texto no tiene espacio y las conversaciones quedarían ahogadas entre el sonido de cañones y balas. Un estilo que recuerda en exceso a otros títulos como 'Nuclear Throne' o el más reciente 'Enter the Gungeon' pero que se identifica, a nivel visual y jugable, como una combinación de 'Doom' y 'Crypt of the NecroDancer'. La brutalidad del primero y la estética y originalidad del segundo se dan la mano para ofrecer un juego que resulta, literalmente, infernal.

Arrasa con todo, sobrevive como puedas

'To Hell With Hell' es uno de esos títulos con una taxonomía complicada. Y es que el juego parte de varias raíces para ofrecer una experiencia clásica del roguelike pero que también contiene elementos del más puro bullet hell —nunca un género había sido tan apropiado—, que a su vez se entremezclan con la acción más trepidante y el gore.

Sus mecánicas son simples. Controlando a Natasia nos tocará abrirnos paso a golpe limpio entre hordas de enemigos que poblarán cada uno de los niveles en los que se divide el Infierno. Por supuesto, nuestro deber será quedar como la última criatura en pie, amontonando los cadáveres de nuestros enemigos y avanzando hasta el siguiente nivel. Tres de ellos deberemos superar hasta encontrarnos con los jefes de cada zona que no serán otros que los propios pobladores del infernal lugar, como la propia Lilith.

No será una tarea fácil, al igual que Cadence en la aventura que le llevaba a buscar a su padre en las cavernas del NecroDancer, Natasia estará sola frente a una gran cantidad de peligros exponenciales que aumentarán su nivel de agresividad por cada nivel que superemos. Aunque los enemigos de las zonas más bajos pueden ser vencidos sin muchos problemas, pronto nos encontraremos con temibles demonios cargados con armamentos superiores, capacidad para lanzar un torrente de bolas de energía o armaduras con las que protegerse de nuestros disparos.

Por ello, y aunque el juego no nos cogerá de la mano en ningún momento, contaremos con ciertas ayudas para que la epopeya no sea tan complicada. Como es usual en el género, contaremos con todo tipo de armas esparcidas por el escenario, tanto melee —unas que suelen palidecer contra el fuego enemigo— como a distancia, pero la verdadera esencia del título reside en las máscaras demoníacas que encontraremos a lo largo de los escenarios. Estas nos darán un porcentaje de vida extra y, además, nos ofrecerán ciertas habilidades, tanto pasivas como activas. La gracia es que cada máscara tiene sus efectos y particularidades.

La de payaso, por ejemplo, nos permite plantar un espantapájaros que derribe a los enemigos cercanos, mientras que la de ninja nos ofrece mayor velocidad de movimiento y la posibilidad de volvernos invisibles. La variedad es tal (y tan original) que encontramos desde armas tóxicas a cuerpos de SWAT pasando por paladines pensados para aumentar nuestras capacidades defensivas. A esto se suma la posibilidad escoger un perk, un aumento de capacidades, al principio de cada nivel. De nuevo, el juego brilla por sus múltiples opciones, desde reducir la velocidad de las balas enemigas hasta invocar a un esqueleto aliado que nos eche una mano en el calvario que pasaremos.

El inframundo independiente

Todo esto pasa por una serie de normas que se suelen jugar en el campo de los roguelike. Todas ellas basadas en la aleatoriedad. Porque en el 'To Hell With Hell' todo es aleatorio. Desde las máscaras que encontraremos en cada nivel a la forma en que nos toparemos con sus enemigos. No es algo malo per se pero suele complicar la situación más de lo necesario para acabar cayendo en una de las peores prácticas posibles, la repetición. Porque sus picos de dificultad son excesivamente altos y un mal encontronazo, de nuevo, aleatorio, al principio del nivel puede sentenciar la partida.

Pero incluso así, es en parte esa aleatoriedad la que hace de 'To Hell With Hell' un título tan divertido. Porque es puro descubrimiento, lanzarse a una aventura con los ojos vendados y abrirse paso a la desesperada en busca de una máscara para protegernos de nuestros perseguidores. Es esa desesperación forzada por sus propias mecánicas la que se traduce como una inmersión jugable, que nos mantiene alerta, atentos, disfrutando de cada uno de los rincones de su pequeño Infierno y de sus moradores.

Un Infierno creado con particular mimo y diseñado sobre un estilo pixel art que hará las delicias de los aficionados a este creciente estilo de juego. Y no es tanto su estética sino como está dirigida, su ambientación, la representación del escenario, el juego de sus partículas... Algo a lo que se suma un importante detalle, que evita estancarse en un plató de fuego y esculturas de víctimas agónicas y explora otro tipo de paisajes a lo largo de nuestra aventura. Un punto que no solo demuestra una agradable muestra artística —que si bien no despunta, funciona particularmente bien con la dinámica del juego— sino que sirve como representación de nuestro avance por el título.

'To Hell With Hell' es un juego simple. Un título chulesco, que se crece en sus propios confines y sabe como reírse de sí mismo. Una pequeña joya independiente que aún debe limar asperezas —recordemos que en el momento de escribir estas líneas el juego se encuentra en acceso anticipado— pero que dibuja un futuro prometedor. Su exagerada curva de dificultad y la aleatoriedad de la que hace uso pueden convertirse en el verdadero Infierno del título, pero frente a esos dos factores la obra propone una infinidad de posibilidades. Un apartado jugable adictivo, increíblemente divertido y satisfactorio, que sabe como jugar con las opciones dentro de sus simplezas para brillar con fuerza. Si este es el verdadero Infierno, que vayan haciendo sitio.