Análisis de 'Timothy vs the Aliens' para PS4, la mafia defendiendo la Tierra

El desarrollo de videojuegos en España es un trabajo complicado y siempre es bonito ver cómo las compañías se preocupan y se organizan iniciativas como PlayStation Talents. 'Timothy vs the Aliens' ha nacido gracias a esta ayuda por parte de Sony España.

En una crítica siempre se intenta abarcar el máximo número de elementos posible para tener una visión global y evaluar con mayor propiedad, pero lo que no se suele valorar son las condiciones del desarrollo, por muchas razones, por supuesto. Seguro que hay juegos aparentemente sencillos desarrollados por muy pocas personas que tienen más méritos que auténticos triple A, pero eso es algo difícil de valorar y que se nos escapa de las manos.

La Humanidad en peligro

Dejando atrás las cuestiones del desarrollo, 'Timothy vs the Aliens' nos plantea una sencilla historia de mafiosos con una ambientación noir, tan literal que el juego es en blanco y negro con algunas notas de color. Como su propio nombre indica, el juego está protagonizado por Timothy, un mafioso de los de toda la vida del que depende toda la Humanidad porque unos alienígenas nada amistosos han invadido la Tierra.

El juego cuenta con algunos elementos clásicos de las historias de mafiosos, pero realmente no le da tiempo de contar algo, ni interesante ni aburrido. La duración hace casi imposible que tenga una carga narrativa mínimamente decente y se convierte en algo anecdótico, sin ningún tipo de desarrollo.

En cuanto a la jugabilidad, 'Timothy vs the Aliens' aúna varias mecánicas populares y también las simplifica hasta el extremo. Nos movemos por un mundo abierto relativamente grande para la escala del juego en sí, aunque su desarrollo al final lo convierte en prácticamente lineal. La combinación de shooter, plataformas y puzles hace que sea una propuesta interesante, sólo que se ve lastrado por algunos detalles, en primer lugar, por la duración que comentábamos y en segundo lugar por un control que pone las cosas difíciles (y no de manera justa).

Timothy tiene que hacer frente a los alienígenas y, como buen mafioso, está bien pertrechado con un arsenal de armas. Comenzamos con una pistola, luego conseguiremos la clásica ametralladora mafiosa y podemos comprar una escopeta si lo deseamos. Los tiroteos son el núcleo del juego y cansan un poco de la forma que están planteados. Los alienígenas vienen a nosotros rápidamente y el resultado es que estamos constantemente corriendo hacia atrás y disparando para evitar que se acerquen a nosotros. Al final acaba mareando y no es que sea muy cómodo.

El plataformeo es probablemente el mejor aspecto del juego, en el que debemos buscar bien el lugar por donde avanzar y cómo llegar hacia el objetivo. Son los momentos en los que se nota una ligera dificultad que es inexistente en el resto del conjunto. Desgraciadamente, en este aspecto se nota uno de los problemas generales y es el control.

Un mafioso bastante patoso

El control de 'Timothy vs the Aliens' es algo tosco y las animaciones no acompañan. Los giros con el personaje son algo complicados porque es como si tuviera cierta inercia y esto repercute negativamente en el plataformeo, como es obvio. La forma de correr es incómoda y estamos constantemente chocando contra paredes y farolas.

Al ser un mapa tan grande, hay coches por todos los lados en los que nos podemos montar, pero el control vuelve a fallar en lo mismo: los giros son duros de hacer. El mundo que ha creado Wild Sphere está bastante bien trabajando, el problema es que está muy poco aprovechado. A pesar de ser abierto, da la sensación de estar ante un juego lineal, salvo por unos cuantos coleccionables.

Esa ambientación de la ciudad queda completada con la decisión artística de crear ese mundo en blanco y negro y es claramente una decisión acertada. Sólo los alienígenas están coloreados y el contraste que se crea es muy interesante.

Conclusiones

'Timothy vs the Aliens' es un título muy sencillo, que parece que apunta a los más jóvenes de la casa o inexpertos. Esto explicaría su falta de dificultad, pero, aun así, el control del personaje deja que desear. Su linealidad no es necesariamente un aspecto negativo, aunque es una pena que la ciudad esté tan desaprovechada cuando es su punto más fuerte, gracias también a su dirección artística.