'The Thin Silence' comienza en una cueva, en una cueva profunda y oscura, en la que el único camino que queda es avanzar y subir, porque ya no hay más espacio para descender. Su protagonista, Ezra, ha tocado fondo y tiene que salir de allí como sea.
"'The Thin Silence' trata temas duros como la depresión, el suicidio y la salud mental negativa, pero en el fondo, es un juego sobre la esperanza. Esto puede hacer a algunas personas que se sientan no del todo bien mental ni emocionalmente, por favor, sé consciente de tu propio estado de salud interior mientras juegas. Hay ciertas cosas que puedes hacer para mejorar tu salud mental y comenzar a arreglar las cosas. En ocasiones, no todo el mundo puede salir adelante. Y no pasa nada por eso. Lo importante es el próximo paso que des".
Este párrafo aparece en el menú principal de 'The Thin Silence' y deja muy claras las intenciones de sus desarrolladores con el juego. Estos son Two PM, que como su propio nombre indica, son sólo dos tipos de Brisbane, Australia. Sus anteriores títulos eran más sencillos, más graciosos y menos ambiciosos, pero con éste han querido dar un paso más allá y darle un toque más adulto, maduro y responsable.
Por si no fuera suficiente tratar temas que en los videojuegos (y en la cultura en general) pasan muy desapercibidos, Two PM es un equipo tan comprometido que colabora con Checkpoint, un grupo para la conciencia de las enfermedades mentales. Por cada copia vendida, el estudio donará 10 céntimos a esta organización.
Hundido
Al comenzar 'The Thin Silence', no tenemos mucha idea de qué está pasando. Avanzamos porque es un videojuego y hay que avanzar, pero la motivación no queda clara desde el principio. Sólo vemos que el protagonista, Ezra, es un hombre con muchas dudas y mucha inseguridad, se siente culpable por algo que ha hecho. 'The Thin Silence' dura alrededor de cinco horas, dependiendo de la habilidad de cada uno, se va revelando poco a poco, así que preferimos no desvelar nada más.
La narrativa no destaca excesivamente, aunque tiene algunos momentos geniales en los que se ven claramente cómo ve la vida una persona con baja autoestima o depresión. Quizás a veces intenta utilizar demasiadas técnicas narrativas cuando no pone los medios suficientes para que se comprendan bien, ni tampoco necesita ir tan lejos. Curiosamente, sus desarrolladores denominan a 'The Thin Silence' como una "aventura narrativa", aunque no se acerca demasiado a ese concepto que tenemos hoy en día.
Dejando atrás las etiquetas, cada pantalla de 'The Thin Silence' funciona como un pequeño puzle. Ezra tiene un rango de movimientos muy limitado, simplemente puede moverse de izquierda a derecha (de forma muy lenta) sobre superficies que estén a su misma altura. Para escalar una pequeña roca, necesita un objeto que conseguimos al comienzo de la aventura. Esto puede parecer una tontería, pero la cuestión es que cambiar de objeto cada vez que tienes que hacer una acción tan simple como subir un escalón o pegarle una patada a una bola de piedra se hace pesado a la larga, sobre todo cuando la lista de objetos disponibles es muy larga.
En cada capítulo, se nos presentan nuevos objetos o se reutilizan con otra función para mantener la jugabilidad fresca. La dificultad de los puzles va in crescendo, sin llegar nunca a un nivel de dificultad medio-alto, lo suficiente para mantener un ritmo fluido. Quien busque un desafío no lo va a encontrar aquí, no busca poner las cosas difíciles, más bien contar una historia esperanzadora en la que el juego no ponga muchas trabas. En ocasiones, se puede llegar a un punto en el que no hay más movimientos disponibles, por lo que el juego permite
'The Thin Silence' incluye un pequeño sistema de crafteo, mediante el cual los objetos que tenemos creamos nuevos. Algunos a veces el juego nos lo indica directamente y otros los tiene que averiguar el jugador por su cuenta. No tiene mucho misterio y le da un pequeño toque de complejidad al conjunto. Lo malo es que el menú es algo engorroso y poco intuitivo, por suerte no tenemos que pasar mucho tiempo utilizándolo.
La ambientación de 'The Thin Silence' funciona a la perfección, con una banda sonora muy dulce y conmovedora, que se intercala con largas secuencias de sonidos ambientales cuando vamos caminando por una cueva o un bosque. La dirección artística no es excesivamente bonita, pero cumple con su propósito y con tan pocos polígonos consigue expresar lo que quiere.
Conclusiones
'The Thin Silence' es una propuesta muy interesante y es de agradecer que haya videojuegos que decidan tomar este camino más comprometido, con mejor o peor suerte. La historia podría estar contada de mejor forma, pero sí que consigue ilustrar bastante bien algunas partes de la enfermedad de la que trata, suficiente para que el mensaje cale entre los jugadores. En cuanto a su jugabilidad, su propuesta es muy sencilla