El 22 de Octubre 2015 | 14:55
Atribuimos a Sócrates una frase que, probablemente, venga estupendamente bien para comenzar a hablar de 'The Talos Principle': "Solo sé que no sé nada". Muchos afirman que esa es la visión filosófica ideal que deberíamos mantener, ya que comenzar un inicio con una conclusión ya en mente no nos dejarían valorar con claridad todo lo necesario. Y así es como comienza en juego, prácticamente de repente, dejándonos en un nuevo escenario con una extraña voz que nos invita a superar una serie de retos.
'The Talos Principle' es un juego de puzles, no vamos a negarlo, pero también es algo más. No solo se trata de una concatenación de escenarios por los que avanzamos superando un desafío concreto. Aunque en realidad es lo que más tiempo pasamos haciendo, por supuesto. Eso es lo que aporta al título de una personalidad propia tan necesaria, dentro de un género que, en gran medida por los desarrollos independientes, se ha multiplicado en los últimos tiempos.
Hay una enorme cantidad de juegos que sitúan al jugador en una cámara en primera persona y cuyo único fin es que éste se divierta dándole al coco tratando de superar los puzles mejor o peor diseñados del estudio de desarrollo concreto. Yo, sinceramente, me he cansado de esos juegos que, a pesar de contar con buenas ideas no saben ir más allá. No saben aportar un contexto que funcione y que dé al jugador un motivo real por el que seguir superando esos puzles que, quizás, puede que en algún momento lleguen a desesperarle. ¿Para qué voy a estrujarme los sesos si no sé ni lo que estoy haciendo?
Y, en realidad, 'The Talos Principle' juega con ese concepto y juega con el propio jugador. Sí que es cierto que no sabemos muy bien qué es lo que estamos haciendo. Y ni siquiera sabemos si lo estamos haciendo bien. Pero sabemos que todo va a llegar a algo y que en algún momento vamos a conocer la verdad. Que un simple juego de puzles lleve a preguntarte a ti mismo acerca de la mismísima existencia, o a reflexionar acerca de qué consideramos que es la vida, o lo que son las personas y lo que no lo son... es porque no es un simple juego de puzles.
La puesta en escena
'The Talos Principle' cuenta con una curva de aprendizaje soberbia, que además ayuda y mucho a que los jugadores que no estén del todo acostumbrados a estos juegos donde superar pruebas lógicas tiene el protagonismo sepan adaptarse, conocer las mecánicas que van a acompañarles a lo largo de las horas, y también a adentrarse en el misterio que rodea al juego prácticamente desde el principio. Obviamente, en este análisis se obviará cualquier información acerca de la trama.
Los primeros puzles son sencillos y vamos descubriendo lo que el juego quiere de nosotros. Cuando contamos con mayor libertad para movernos por los distintos escenarios también vamos entendiendo cómo debemos proceder y cuál es la manera correcta de ir superando los distintos retos. Mientras tanto, no paramos de descubrir mensajes, maravillarnos con el buen gusto artístico o con la increíble banda sonora con la que cuenta la obra.
Pasear por los escenarios de 'The Talos Principle' es una experiencia increíble, y descubrir diversos terminales electrónicos con los que podemos interactuar, también. Sin dar muchos detalles, en muchas ocasiones a lo largo del juego podremos interactuar con ordenadores que cuentan con una inteligencia artificial capaz de respondernos de forma lógica y coherente a las preguntas o contestaciones que nosotros deseemos (dentro de una serie de opciones). Ahí es cuando nuestra cabeza empezará a dar vueltas sobre diversos asuntos, y a plantearse realmente lo que estamos haciendo dentro del juego.
En busca de respuestas
¿Por qué estoy haciendo lo que me piden? ¿Por qué me prohíben hacer ciertas cosas? ¿Cuál es la razón por la que estoy consiguiendo objetos cuando supero los puzles? ¿Por qué estos objetos me sirven para acercarme cada vez más, precisamente, al lugar al que me han prohibido dirigirme? Pero si no puedo ir allí, ¿por qué me incitan a conseguir esos objetos? Ya sabéis: sólo sé que no sé nada.
'The Talos Principle' trata de entender o, mejor dicho, trata de hacernos pensar sobre lo que somos nosotros como jugadores. Nos hemos acostumbrado a hacer siempre todo lo que nos piden. A completar los desafíos que nos ponen delante de las narices. ¿Por qué? Porque es lo que debo hacer, como jugador, ¿o no?
El ser humano es resolutivo por naturaleza, y el propio juego también plantea estas preguntas. "Encierra a una persona en una habitación con un montón de piezas de cubo y construirá algo". También plantea otras mucho más importantes que atañen a la propia existencia, a la muerte, a la vida, a las religiones, a las creencias, a la fe... y sí, todo eso lo hace camuflado en un simple juego de puzles que hay que ir superando uno tras otro como otros muchos tantos juegos que plantean el mismo reto jugable.
Los puzles siguen siendo lo más importante
Los puzles tienen unos diseños soberbios, y no suelen ser excesivamente complicados. Más o menos siempre sabemos cuál es el camino que tomar y qué es lo que debemos intentar para superar los retos. Bien es cierto, y hay que tenerlo muy en cuenta, que cada vez se hacen mucho más complicados. Cada vez hay que tener en cuenta más factores y es posible que lleguemos a atascarnos en alguno. Hay que tener paciencia en varias fases del juego, por lo que es posible que aquellos jugadores que no gusten demasiado de los juegos de este estilo, aunque lo que 'The Talos Principle' plantea va algo más allá de superar los diferentes desafíos, puede que no lleguen a disfrutarlo del todo.
La frustración es propia de las personas que se enfrentan a superar diversos retos, e incluso en esos momentos complicados en los que no sabemos muy bien qué hacer para superar un reto determinado, el juego nos invita a dejarlo para otro momento (puede que nuestra mente esté más despejada si dejamos el puzle por un tiempo) o nos muestran el verdadero significado del propio Principio de Talos: qué frágiles y valiosos somos los humanos.
'The Talos Principle' es un soplo de aire fresco a esta enorme cantidad de títulos que hacen de los puzles su mayor virtud, planteando cuestiones filosóficas y humanas de una manera estupenda, a través de la interacción con los propios escenarios. Siempre nos estamos haciendo alguna pregunta y siempre intentamos encontrar las respuestas avanzando en el juego. Hay una razón por la que enfrentarse a los retos y por la que merece la pena pensar las soluciones de los diferentes misterios, y se agradece y mucho.
Esta nueva versión para PS4 también incluye el DLC incluido en la versión de PC, y funciona perfectamente. Es un buen port que puede disfrutarse perfectamente en la consola de igual manera que lo hicimos en nuestros ordenadores. Si eres un amante de los juegos de puzles o de los que plantean desafíos lógicos, corre a por él. Si tienes interés y crees que estas cuestiones psicológicas, filosóficas y humanas también pueden incitarte a superar los desafíos, es una opción inmensamente recomendable.
Lo mejor:
- Mucho más allá de los simples puzles. - Cuestiones filosóficas, humanas, psicológicas, religiosas... - Original, con carisma y personalidad.
Lo peor:
- No deja de ser un juego de puzles que hay que superar sí o sí. - Algunos retos pueden llegar a frustrar.